El cura a través de su abogado presentará una denuncia contra el obispado de Cádiz “por revelación de secretos” Antonio García Berbel, sobre la condena canónica del padre Casado: “Se trata de una sentencia sin fundamento jurídico y la apelaremos”

Antonio Casado, sacerdote
Antonio Casado, sacerdote

“La sentencia no hay por donde cogerla. Se cae de las manos e, incluso, contiene barbaridades jurídicas”, dice el abogado del sacerdote

“Estoy tranquilo y en paz. Primero, porque el empeño por condenarme de monseñor Zornoza es absurdo. Y segundo, porque el propio Tribunal de Sevilla niega al obispo la condena mayor que pedía, que era mi reducción al estado laical”, dice el sacerdote

El obispo de Cádiz quiere dejar ventilado este asunto antes de que se marche su amigo, el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, que se presta a la maniobra

Juan José Asenjo, el arzobispo que pide compasión públicamente al Nuncio, para que lo retire ya de su cargo en la archidiócesis de Sevilla por encontrarse casi ciego, no la tiene con el cura de Cádiz, Antonio Casado, al que el Tribunal Metropolitano de Sevilla acaba de condenar a recluirse durante cinco años en un monasterio y devolver 352.000 euros a las arcas de la parroquia de Vejer. “Una sentencia sin fundamento jurídico y la apelaremos”, dice el abogado del sacerdote, Antonio García Berbel.

La sentencia no hay por donde cogerla. Se cae de las manos e, incluso, contiene barbaridades jurídicas. Por ejemplo, cuando habla de la 'presunción de imputabilidad' de mi defendido, una figura que no existe en derecho. Y, además, se ha filtrado con la intención de hacer el mayor daño posiblea mi defendido”, explica Berbel.

En efecto, la sentencia le fue notificada al letrado el jueves pasado, dándole 15 días hábiles, para presentar sus alegaciones. Pero, cuatro días después, hoy mismo se filtró a través de Religion Confidencial, una web vinculada al Opus Dei. El obispo de Cádiz quiere dejar ventilado este asunto antes de que se marche su amigo, el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo.

La última Navidad de Asenjo en Sevilla
La última Navidad de Asenjo en Sevilla

Por eso, lo primero que va a hacer el abogado de Antonio Casado es presentar, en nombre de su cliente, una denuncia, para que las fuerzas del orden investiguen quién filtró la sentencia. A su juicio, sólo han podido hacerlo “el Tribunal de Sevilla, el obispado de Cádiz o yo mismo”. La denuncia por “revelación de secretos” apuntará, pues, al obispado de Cádiz, el principal interesado.

Y de hecho, la citada web de la Obra, antes de publicar la sentencia, ya se había despachado a primeras horas de la mañana con otra nota con éstos titulares: “Dos asuntos judiciales se esconden detrás de las acciones mediáticas contra Zornoza, el obispo de Cádiz. La sentencia canónica en el caso del sacerdote Antonio Casado y el proceso contra el que fue párroco de Conil de la Frontera”.

Una nota en la que se acusa a los medios de orquestar “una campaña mediática” contra el titular de Cádiz, monseñor Zornoza, a propósito de esos dos casos, cuando el descontento contra el prelado es generalizado a todos los niveles de la diócesis.

Rafael Zornoza
Rafael Zornoza

“Esta sí que es la campaña mediática de la que nos acusan”, replica el sacerdote condenado, que, por otra parte, se muestra sumamente tranquilo. “Estoy tranquilo y en paz. Primero, porque el empeño por condenarme de monseñor Zornoza es absurdo. Y segundo, porque el propio Tribunal de Sevilla niega al obispo la condena mayor que pedía, que era mi reducción al estado laical”.

El Padre Casado asegura, asimismo, que no tiene inconveniente en cumplir los cinco años de reclusión en un monasterio. Y respeto a la devolución del dinero señala: “No tengo nada y, además, a ese nivel la sentencia no se puede ejecutar públicamente y está a expensas de lo que dicte la justicia civil de Barbate”.

El ex párroco de Vejer explica también que el hecho de que salga ahora mismo la sentencia, después de dos años de demora, “es porque monseñor Asenjo, antes de irse, ha querido dejarle solucionado el tema a su amigo monseñor Zornoza”. Y, de paso, deja a su Tribunal eclesiástico a los pies de los caballos. Al parecer, la casta episcopal, a la que tanto zahiere el Papa, se defiende a costa de lo que sea.

En cualquier caso, monseñor Zornoza, un obispo malquerido por el clero y por la gente, que dirige su diócesis como una multinacional, sigue empeñado en arrojar a las tinieblas exteriores a dos de sus curas: Antonio Casado y Rafael Vez. Dando muestras evidentes de que es un pastor sin entrañas de misericordia ni capacidad de hacer honor a su nombre de pontífice (el que tiende puentes). Ni siquiera con sus propios curas.

Zornoza
Zornoza

Volver arriba