El 2 de agosto, ante la patrona de Extremadura El Arzobispo de Toledo abre el Año Jubilar de Guadalupe

Año Santo Guadalupense
Año Santo Guadalupense

Francisco Cerro invita a los fieles a "ponerse rumbo a Guadalupe"

“Qué hermoso será veros a toda la familia por los caminos de Toledo y Extremadura, como una familia unida que pone todas sus ilusiones, esperanzas y proyectos a los pies de Nuestra Madre”

Bajo el lema “Y desde aquella hora la acogió en su casa”, el próximo 2 de agosto a las 12.00 horas dará inicio el Año Santo Guadalupense en España con la celebración eucarística en el Monasterio de Guadalupe (Cáceres, España) presidida por el Arzobispo de Toledo, Don Francisco Cerro Chaves. Se trata de un año en el que se invita a todos los peregrinos a acoger a María.

Requisitos para obtener la indulgencia

Se denomina Año Santo Guadalupense al año en que el 6 de septiembre cae en domingo, algo que sucede 14 veces cada siglo. En estos años los católicos pueden lucrar el jubileo y su gracia consiste fundamentalmente en una indulgencia plenaria (completa) para el perdón de la pena temporal de los pecados. Los requisitos para conseguir dicha indulgencia son, en primer lugar: visitar la basílica de Guadalupe, donde, según una antigua leyenda, se apareció la Virgen María a un pastor a finales del siglo XIII. En segundo lugar: rezar alguna oración y pedir por las intenciones del Papa y por último: recibir los sacramentos de la Penitencia (puede ser quince días antes o después) y de la Comunión.

Costumbres: atravesar la Puerta Santa y subir hasta el Camarín

Además, durante la celebración del Año Jubilar, es costumbre atravesar la Puerta Santa de la Basílica y tocar las piedras que están a la entrada en la nave de Santa Ana, que según la tradición cubrió a la imagen durante 7 siglos, tras haber sido sepultada por la invasión árabe en 714. Otra de las tradiciones es subir hasta su Camarín para venerar a la Madre de Dios, donde según cuenta la leyenda, se apareció y ahora están su reliquia.

Braulio Rodríguez y su sucesor, Francisco Cerro, precisamente en Guadalupe
Braulio Rodríguez y su sucesor, Francisco Cerro, precisamente en Guadalupe

Un poco de historia: el primer Año Jubilar fue en 1536

El primer Año Jubilar fue establecido por el Papa Paulo III el año 1536, concediendo con el Jubileo Plenísimo y perpetuo para las Fiestas de Nuestra Señora de Guadalupe de septiembre. Muchos años más tarde, en 2005, por mandato de Juan Pablo II, la Penitenciaría Apostólica concedió - con ocasión del 75 Aniversario de la Coronación de la imagen de la Virgen de Guadalupe - Años Jubilares cada vez que la solemnidad litúrgica de la Santísima Virgen de Guadalupe (6 de septiembre) caiga en domingo. 

Carta del Arzobispo de Toledo para la ocasión


Con ocasión de este jubileo, el arzobispo de Toledo ha escrito una carta pastoral en la que subraya que “comienza un año de gracia y misericordia de las manos de Ntra. Sra. de Guadalupe, la Morenita de Extremadura” e invita a toda la Archidiócesis a “ponerse rumbo a Guadalupe”.

El Arzobispo de Toledo explica además que la providencia de Dios le ha llevado a poder comenzar su ministerio con este Año Jubilar: “Desde mi ordenación episcopal quise que en mi escudo estuviera presente la Virgen de Guadalupe. La providencia de Dios, a través del Papa Francisco, ha hecho que aquella a quien siempre he reconocido como mi Madre, ahora quiera que la sirva como sucesor de san Ildefonso, por eso hago mías sus palabras, quiero ser «esclavo de la esclava del Señor», y doy gracias a Dios por poder comenzar mi ministerio entre vosotros con este Año Jubilar”.

Además, destaca su invitación a todos los diocesanos “a peregrinar y a visitar el «hogar de María» y así sentir el toque de la gracia y del amor materno que Ella nos regala desde el Corazón de su Hijo Jesucristo”. En especial, tiene palabras para los jóvenes: “peregrinar a Guadalupe será en vuestra vida un acontecimiento inolvidable en el que tendréis la oportunidad de encontraros con Jesucristo y con su Madre, junto con toda la Iglesia que también camina al santuario de Nuestra Señora” y para las familias: “Qué hermoso será veros a toda la familia por los caminos de Toledo y Extremadura, como una familia unida que pone todas sus ilusiones, esperanzas y proyectos a los pies de Nuestra Madre”.

Monasterio de Guadalupe, una historia impresionante
Monasterio de Guadalupe, una historia impresionante

Por otro lado, Don Francisco sugiere a los grupos y movimientos laicales celebrar sus encuentros anuales en el santuario para que así “puedan gozar de la acogida, de la espiritualidad mariana y de las gracias que este Año Jubilar va a derramar en cada uno de vosotros”. A los laicos comprometidos, en cambio, les anima a visitar Guadalupe, donde encontrarán “una ocasión para renovar sus ilusiones y compromisos”.

Por último, a las Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis les asegura que esta peregrinación no termina en el santuario, sino que les alienta a que sean más conscientes “del tesoro que tan cuidadosamente conservan en sus hermandades”.

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