En las Jornadas del Instituto Teolóxico Compostelán, que inauguró el arzobispo Prieto El "decíamos ayer" de Queiruga: Conferencia en el monasterio de San Martín Pinario (y ante el retrato de Rouco)

Torres Queiruga, junto al arzobispo de Compostela, en el ITC
Torres Queiruga, junto al arzobispo de Compostela, en el ITC ITC

El lugar de las Jornadas fue la magna aula del imponente Monasterio de San Martín Pinario, adornada con los retratos, en la pared izquierda, de los arzobispos que fueron de Santiago de Compostela, los cardenales Quiroga, Suquía y Rouco, y en cuyas vestimentas se aprecian los diferentes tiempos de la Iglesia

Monseñor Prieto, de la Junta patronal del Instituto Teológico compostelano, desde la mesa por él presidida, estando, según se mira, a su izquierda Torres Queiruga y a su derecha Rodríguez César, saludó en castellano y dio la bienvenida a los asistentes, numerosos hombres y mujeres. Su intervención, de trece minutos de duración, fue más que un saludo, pues reflexionó sobre Teología y Ciencia

Es natural que Torres Queiruga quiera mirar al futuro y que quiera dejar olvidado el pasado. Es natural que Torres Queiruga esté agradecido al arzobispo Prieto por su invitación a participar en estas Jornadas, pues con anterioridad no fue invitado. Su conferencia, titulada Repensar la relación entre teología y ciencia en la actualidad, fue pronunciada en gallego y duró una hora y cuatro minutos

Ni la imaginación creadora representó que a los tres meses justos, desde la primera semana de junio de este mismo año, regresaría a Santiago de Compostela. Si los primeros días de junio del año 2023 fueron para la toma de posesión, como Arzobispo de Santiago de Compostela, de monseñor Francisco José Prieto -de lo cual hicimos dos crónicas, aquí publicadas en Religión Digital-, ahora, en la primera semana de septiembre de 2023. Y vuelvo a la mítica ciudad del mítico Santiago para asistir a la edición XXII de las Jornadas de Teología, organizadas por el Instituto Teológico Compostelano bajo el título Trabajando juntos por un mundo mejor. Ciencia y fe a debate.

El lugar de las Jornadas fue la magna aula del imponente Monasterio de San Martín Pinario, adornada con los retratos, en la pared izquierda, de los arzobispos que fueron de Santiago de Compostela, los cardenales Quiroga, Suquía y Rouco, y en cuyas vestimentas se aprecian los diferentes tiempos de la Iglesia.    

Maravilla la de estar en Santiago de Compostela por múltiples razones; Santiago de Compostela, tumba del apóstol decapitado, acaso hermano de Cristo; tan importante o más, en algunos tiempos, que el mismo San Pedro; y enemigo de Mahoma, el Santiago matamoros, patrón de España. Santiago de Compostela, llamada la Jerusalén de Occidente, llegó a superar en importancia a Roma en algún tiempo antiguo. De hecho, Santiago es ciudad de la Iglesia Católica con algún añadido accesorio y accidental.

El arzobispo Francisco Prieto inagura las jornadas del ITC
El arzobispo Francisco Prieto inagura las jornadas del ITC RD/Captura

Es muy interesante la “carrera” de monseñor Prieto, que de cura orensano aficionado al cine, muy apreciado por monseñor Diéguez Reboredo, pasó a ser el mitrado de más rango en Galicia, pues las diócesis gallegas, las cuatro, son sufragáneas de la Archidiócesis de Santiago. Tuvieron que ocurrir “cosas” no aleatorias, si bien no de responsabilidad del actual Arzobispo. Fue fundamental la decisión de trasladar a la Diócesis de Astorga al entonces obispo auxiliar de Santiago, el leonés monseñor Jesús Fernández, a la muerte repentina del asturiano obispo don Juan Antonio Menéndez. 

En poco tiempo, don Jesús Fernández, había conseguido el favor del clero santiagués, y a punto estuvo de ser Secretario de la Conferencia Episcopal, lo cual nada gustó a Monseñor Barrio, arzobispo entonces metropolitano de Santiago de Compostela. Y es que los de Santa Cristina de la Polvorosa, zamoranos, son muy finos: “parecen” así, como “algodoncitos”, como así también parecen los príncipes/cardenales nacidos en la aldea gallega de Villalba.

Prieto, verbo fácil y brillante

Hoy, 6 de septiembre de 2023, monseñor Prieto saludó a los asistentes a las Jornadas de Teología, con el fácil y brillante verbo que le caracteriza. Me parece que monseñor Prieto es un alto clérigo ejemplar, sin los vicios y clerecías de los conventuales y frailunos; con una cabeza de tamaño apropiado para estar bien amueblada, poniéndole un pequeño y adversativo “pero”, aunque poco importante. Fáltale algún centímetro para ser intermedio ideal entre la pequeñez de un Cañizares y lo grande de un Bustillo, español y obispo de Córcega, nombrado, sin duda, por el Vaticano para fastidiar a Napoleón, el Corso.

Monseñor Prieto, de la Junta patronal del Instituto Teológico compostelano, desde la mesa por él presidida, estando, según se mira, a su izquierda Torres Queiruga y a su derecha Rodríguez César, saludó en castellano y dio la bienvenida a los asistentes, numerosos hombres y mujeres. Su intervención, de trece minutos de duración, fue más que un saludo, pues reflexionó sobre Teología y Ciencia, con referencias a Galileo Galilei y a Teilhard de Chardin. Recordó a los fallecidos Mariano Artigas  y Manuel Carreira, expertos en Ciencia y Teología, e intervinientes en las Jornadas pasadas de 2002. Citó al Concilio Vaticano II (Constitución Gaudium et Spes, número 36), a Benedicto XVI (Discurso de Ratisbona)  y a Francisco  (Constitución Veritatis Gaudium).

Cartel de las jornadas del ITC
Cartel de las jornadas del ITC

Formuló el arzobispo Prieto varias preguntas fundamentales sobre la relación entre Teología y Ciencia, insistiendo en la interdisciplinariedad, y concluyó recordando que el diálogo, tan necesario, entre ambas, ha de tener en cuenta lo esencial: que dialogar es siempre hablar a alguien. 

Presentación de las Jornadas

Antes diré que el lugar de las Jornadas, San Martín Pinario, fue el lugar donde tuvieron lugar celebraciones litúrgicas, cerrada la Catedral por obras, los días de la festividad de Santiago en el mes de julio, y los días de la festividad de la Traslación del Apóstol, en el mes de diciembre. En San Martín Pinario, el 30 de diciembre de 2020, comulgó –fue acto público, no íntimo, y televisado-, con el máximo recogimiento, el multimillonario presidente de Iberdrola, el castellano-leonés García Galán, el de las fincas de Salamanca y el del todo verde hasta la corbata misma. Eso y más asuntos lo escribí para Religión Digital en Santiago y su imponente caballo y La llamada apertura de la Puerta Santa en 2020.

La presentación de las Jornadas corrió a cargo de don Gonzalo Rodriguez César, que, en gallego y durante pocos minutos, se refirió a las conferencias y mesas redondas previstas para esta XXII edición. Recordó también a centros y publicaciones españolas e importantes, entre ellas –citó- las Universidades de Comillas y Navarra, y también a los Dominicos de Valladolid.

Conferencia Torres Queiruga

Había mucha expectación para escuchar la conferencia del teólogo gallego, Andrés Torres Queiruga, siendo a dicho efecto muy interesante el artículo reciente en Religión Digital publicado por su director, José Manuel Vidal. Este narró avatares del teólogo a raíz de la publicación, en el lejano año de 2012, de la Notificación sobre algunas obras del Profesor Andrés Torres Queiruga,de la Comisión episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española, estando la notificación firmada por el actual obispo emérito de Almería, en cuanto presidente de la Comisión, González Montes, y por el hoy obispo de Jerez, Rico Pavés, entonces Secretario de la misma.

Andrés Torres Queiruga
Andrés Torres Queiruga RD/Captura

Es natural que Torres Queiruga quiera mirar al futuro y que quiera dejar olvidado el pasado. Es natural que Torres Queiruga esté agradecido al arzobispo Prieto por su invitación a participar en estas Jornadas, pues con anterioridad no fue invitado. Su conferencia, titulada Repensar la relación entre teología y ciencia en la actualidad, fue pronunciada en gallego y duró una hora y cuatro minutos.

Dado el interés suscitado por las conferencias y mesas redondas, dejaremos para una 2ª parte, los comentarios, incluso el correspondiente a la conferencia de don Andrés Torres Queiruga.

Continuará.

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