"No se está en un estado de alarma" Baleares revisará el cierre de lugares de culto en zonas confinadas de Ibiza y Mallorca

La conselleria de Salud revisará la medida que obliga al cierre de los lugares de culto durante dos semanas en la zona confinada de Ibiza. Así se ha comprometido a hacerlo la consellera de Salud, Patricia Gómez, con el administrador diocesano de las Pitiusas, Vicent Ribas. Según el sacerdote, la consellera le dio su palabra de que ayer revisarían esta medida y de que podrían levantar la restricción.

El Obispado de Ibiza y Formentera ha presentado un recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Balears contra la medida del Govern que afecta a los lugares de culto, según informó el Obispado a sus feligreses en una carta. Ayer, Ribas reiteró que lo han presentado al ver la «flagrante injusticia» y el «atentado» contra los derechos de los fieles que se está cometiendo con las restricciones.

Según explicó, ahora no se está en un estado de alarma y, ni entonces, «nunca» el Gobierno privó a los fieles del culto en las iglesias, sino que fueron las propias diócesis las que optaron por cerrar. Ahora, negocios como cafeterías o peluquerías están abiertos, pero obligan a cerrar los templos, lamentó el administrador diocesano.

Una decisión «arbitraria»

«Nos parece algo muy grave y una decisión completamente arbitraria porque en las iglesias se siguen todas las medidas sanitarias. No creo que ninguna haya sido un foco de contagio como hayan podido ser otros lugares», insistió Ribas, recordando que es una medida «muy injusta».

«En Madrid también tienen zonas confinadas y no se ha suspendido en ningún lugar el culto. Estando todo abierto, ¿por qué tienen que cerrar las iglesias? Es un derecho fundamental de las personas», subrayó.

El administrador diocesano destacó que muchos fieles han apoyado su decisión de presentar el recurso contra la resolución de Salud. El lunes, el Obispado lamentó, a través de una carta hecha pública en su web, que la conselleria de Salud hubiera decidido cerrar las dos parroquias de la ciudad de Ibiza situadas dentro de la zona confinada.

Según el administrador diocesano, se trataba de una medida «desproporcionada e injustificada» y, por ello, cuestiona los criterios objetivos que habían llevado a la responsable de Salud a nivel autonómico a la adopción de suprimir el culto.

En opinión de Ribas, tras esta supresión «no hay absolutamente ningún criterio objetivo, excepto la pura y más absoluta arbitrariedad».