El obispo de Tenerife lamenta el desplome de la ermita de Todoque Bernardo Álvarez: "Ojalá se hubiese demolido solo la iglesia y todo el resto del barrio hubiese quedado entero"

Así cayó la iglesia de Todoque
Así cayó la iglesia de Todoque

"Esta iglesia fue construida por los vecinos. Era su casa común, su referencia. Allí, muchas personas fueron bautizadas o contrajeron matrimonio. También muchas familias llevaron a este templo a sus difuntos. En definitiva, la gente le tenía un gran cariño porque era como su casa común"

Hasta ayer domingo, el hecho de que la lava arrasara con la iglesia era solo una hipótesis. Pero el cambio de velocidad y de fuerza de la nueva colada provocó finalmente que el templo colapsara

Alrededor de las seis de la tarde de este pasado domingo 26 de septiembre, caía el campanario de la iglesia del barrio de Todoque, en el municipio de Los Llanos de Aridane, en La Palma. La aceleración de una nueva colada de lava, que ha transcurrido sobre el trayecto de la anterior, provocó este lamentable suceso en el que no solo se ha visto afectada la iglesia, sino viviendas, así como el centro vecinal y el centro de salud.

El pasado martes, operarios del ayuntamiento junto con el párroco Alberto Hernández, se encargaron de retirar de la iglesia de San Pío X los elementos más valiosos. Hernández, ese día, también pudo rescatar al Santísimo, el sagrario y alguna reliquia.

Hasta ayer domingo, el hecho de que la lava arrasara con la iglesia era solo una hipótesis. Pero el cambio de velocidad y de fuerza de la nueva colada provocó finalmente que el templo colapsara.

"Dios quiera que esto termine lo antes posible"

Tras conocerse este suceso, el obispo Bernardo Álvarez quiso mostrar su unión con el pueblo de Todoque en estos momentos dolorosos. “Me gustaría manifestar mi cercanía con todas las personas que están viendo perder sus casas y sus fincas. Dios quiera que esto termine lo antes posible, pero está claro que la naturaleza tiene su ritmo y debemos, de alguna manera, padecer sus consecuencias”.

Monseñor Álvarez lamentó, por encima de todo, las pérdidas de hogares y lugares referentes del pueblo como el centro vecinal, el centro de salud, la plaza, etc. “Ojalá se hubiese demolido solo la iglesia y todo el resto del barrio hubiese quedado entero. Esta iglesia fue construida por los vecinos. Era su casa común, su referencia. Allí, muchas personas fueron bautizadas o contrajeron matrimonio. También muchas familias llevaron a este templo a sus difuntos. En definitiva, la gente le tenía un gran cariño porque era como su casa común”.

Por último, el prelado Nivariense deseó un futuro lleno de esperanza para estas personas que están pasando por momentos muy duros. “Es muy triste ver que el barrio está prácticamente desapareciendo. Va a ser muy difícil, con toda esta lava, que las personas puedan volver a ese lugar. Dios quiera que así sea. De momento, hay que esperar a que las autoridades e instituciones determinan qué va a ser de esa zona en el futuro, pero ciertamente todo está siendo muy triste y doloroso. Yo me uno a todos los que están padeciendo estas circunstancias”.

Cabe señalar que esta dura jornada en la isla de La Palma sucedió el mismo día en el que el papa Francisco, tras el ángelus, envió su “cercanía y solidaridad a todos aquellos que han sido golpeados por la erupción del volcán en la isla de La Palma, en Canarias, España. Me uno a todos aquellos que han sido forzados a abandonar sus hogares, y por todos ellos rezamos a la Virgen de estas tierras, venerada como la Virgen de las Nieves”.

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