Comunicado del grupo de Pastoral Rural Misionera de la archidiócesis de Mérida-Badajoz La Iglesia de Mérida-Badajoz, con los vecinos de Salvatierra de los Barros: NO al vertedero

Salvatierra de los Barros: NO al vertedero
Salvatierra de los Barros: NO al vertedero

"La noticia del proyecto de un macrovertedero de residuos industriales, que iría ubicado en esta localidad de nuestra diócesis, ha generado un proceso de movilización social que podemos calificar sin precedentes, en una situación de apatía y desmovilización como la actual"

"Desde el grupo de Pastoral Rural Misionera de Mérida-Badajoz queremos dar las gracias a los cientos de personas que, en Salvatierra, desde hace unos días, con unas cacerolas vacías, hacen oír su legítima denuncia, en unas concentraciones cargadas de un alto valor simbólico"

"Estas cacerolas están llenas. Llenas de la unión de un pueblo, de capacidad de movilización, de ingenio, de energía solidaria. También el rostro de una Iglesia que camina con su pueblo y no baja los brazos en la defensa de la verdad, la justicia y la vida de las comunidades"

"Se necesitan posturas valientes que no se dejen manipular por falsas promesas de desarrollo y riqueza que, en realidad, contribuirán a hundir más nuestros pueblos, golpeados (como cacerolas crecientemente vacías) por tantos factores negativos"

Extremadura entera y, sin duda, muchos pueblos de lo que denominamos España Vaciada, observa con atención lo que sucede en Salvatierra de los Barros desde hace unos días, intensos y dignos de análisis.
En efecto, la noticia del proyecto de un macrovertedero de residuos industriales, que iría ubicado en esta localidad de nuestra diócesis, ha generado un proceso de movilización social que podemos calificar sin precedentes, en una situación de apatía y desmovilización como la actual.

Por eso, desde el grupo de Pastoral Rural Misionera de Mérida-Badajoz queremos dar las gracias a los cientos de personas que, en Salvatierra, desde hace unos días, con unas cacerolas vacías, hacen oír su legítima denuncia, en unas concentraciones cargadas de un alto valor simbólico.

Estas cacerolas están llenas. Llenas de la unión de un pueblo, de capacidad de movilización, de ingenio, de energía solidaria. De un irrenunciable derecho a la propia existencia, a permanecer en el propio pueblo, viviendo con dignidad, en franca armonía con el paisaje querido, conocido, cuidado, sin aceptar su destrucción, su contaminación; sin aceptar el efecto expulsión que supondría la instalación que se pretende construir.

En esas cacerolas llenas encontramos, además, el rostro de una Iglesia que camina con su pueblo y no baja los brazos en la defensa de la verdad, la justicia y la vida de las comunidades.

"Desde el grupo de Pastoral Rural Misionera de Mérida-Badajoz queremos dar las gracias a los cientos de personas que, en Salvatierra, desde hace unos días, con unas cacerolas vacías, hacen oír su legítima denuncia, en unas concentraciones cargadas de un alto valor simbólico"

Cada golpe que se da en una de esas cacerolas es una llamada urgente, comprometida, realista sobre la necesidad de un modelo de desarrollo adecuado para nuestra tierra extremeña. Un modelo que no derroche ni aniquile nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra riqueza ecológica. Un modelo que no rebaje exigencias de conservación y que sepa vender nuestro papel de grandes sumideros de CO2 en el contexto de crisis climática que vivimos.

Cada golpe que se da en una de esas cacerolas nos llena, asimismo, de la creciente conciencia (miremos ejemplos en Teruel, Soria, La Rioja) de la necesidad de opciones políticas distintas, nuevas, que se hagan eco de las auténticas necesidades de los pueblos, más allá de planteamientos globales de bloques ideológicos, que se desarraigan con frecuencia.

Se necesitan posturas valientes que no se dejen manipular por falsas promesas de desarrollo y riqueza que, en realidad, contribuirán a hundir más nuestros pueblos, golpeados (como cacerolas crecientemente vacías) por tantos factores negativos: envejecimiento, falta de servicios, brecha digital, brecha financiera, malas comunicaciones, expolio de recursos.

"Invitamos a seguir llenando las cacerolas de Salvatierra de los Barros con un espíritu firme, con una solidaridad real y efectiva; y con una voluntad indudable de que no se lleve a cabo el descabellado proyecto"

Desde la Pastoral Rural Misionera de Mérida-Badajoz invitamos a seguir llenando las cacerolas de Salvatierra de los Barros con un espíritu firme, con una solidaridad real y efectiva; y con una voluntad indudable de que no se lleve a cabo el descabellado proyecto que llenaría de miedo, incertidumbre y precariedad esas tierras hermosas. Y sus cacerolas vacías, que hoy suenan por Salvatierra, ante su inaceptable amenaza; pero que suenan, en realidad, por toda la tierra extremeña.

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