"Perdone D. Fidel, ya sabemos que tiene 'anchas espaldas'" Calumnia que algo queda

Fidel Herráez
Fidel Herráez

"Ciertas informaciones 'calumniosas' vertidas contra nuestro Arzobispo emérito D. Fidel Herráez Vegas, cuyo único objetivo es herir y crear malestar y confusión en la Diócesis y en la Iglesia de Burgos"

"Ni yo ni otros muchos, la mayoría de los curas de Burgos, a los que creo conocer muy de cerca, se reconocen representados en quienes se autoerigen portavoces de los sacerdotes. Los tales son una minoría que sabrán, supongo, por qué lo hacen: Calumnia que algo queda"

"Perdone D. Fidel, ya sabemos que tiene 'anchas espaldas' para cargar con estas pendencias provincianas, aunque incluyan fotos profesionales"

He de confesar que estoy muy dolido. Siempre pensé que la envidia, el resentimiento y la presunta sabiduría podían alcanzar límites insospechados si de venganza se tratara. Pero, hay casos en los que callar ante lo injusto te convierte automáticamente en cómplice.

Esto viene a cuento de ciertas informaciones “calumniosas” vertidas contra nuestro Arzobispo emérito D. Fidel Herráez Vegas, cuyo único objetivo es herir y crear malestar y confusión en la Diócesis y en la Iglesia de Burgos.

Casona de Villarmentero
Casona de Villarmentero

Lo primero que se me ocurre al respecto es que ni yo ni otros muchos, la mayoría de los curas de Burgos, a los que creo conocer muy de cerca, se reconocen representados en quienes se autoerigen portavoces de los sacerdotes. Los tales son una minoría que sabrán, supongo, por qué lo hacen: Calumnia que algo queda.

Como sacerdote, me avergüenza la poca sensibilidad y gratitud para quien durante años ha procurado servirnos a todos, desde la sencillez y pobreza, sin regatear nada, generosamente.

En fin, acudir a cánones y párrafos del Código de Derecho Canónico, aunque sea Verdad, que no lo es, carece de sentido cuando falta un mínimo de caridad.

Perdone D. Fidel, ya sabemos que tiene “anchas espaldas” para cargar con estas pendencias provincianas, aunque incluyan fotos profesionales. Descanse entre nosotros,

Jesús Yusta

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