La capilla de los Condestables de la seo castellana ha acogido estas tres jornadas, organizadas por la Facultad de Teología del Norte de España en su sede de Burgos, el Cabildo Metropolitano de Burgos y la Fundación VII

Moderados por José Luis Cabria, Arsuaga y Martinón-Torres, dos investigadores vinculados a la evolución humana han defendido la postura científica: "no se puede admitir un fin de la evolución"

Del otro lado, Javier Prades y García-Baró, admitiendo que "hemos de escuchar a la ciencia", han recordado que no se pueden desoír otras displinas

Los dos han criticado a Europa, que no es u refernte para una sociedad compartida y han alertado de que los riesgos no proceden de los saberes, "que no son fanáticos"

El documento final se presentará el lunes 21, con el ánimo de que contribuyan a la concordia

El Foro de la Concordia finalizó ayer tarde con una mesa redonda centrada en la concordia entre saberes como la ciencia, la filosofía y la teología, de la que la Catedral de Burgos puede dar fidedigno testimonio. La capilla de los Condestables de la seo castellana ha acogido estas tres jornadas, organizadas por la Facultad de Teología del Norte de España en su sede de Burgos, el Cabildo Metropolitano de Burgos y la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021.

El último debate llevaba por título ‘La concordia entre saberes: escucha e interpelabilidad mutuas’. Moderados por José Luis Cabria, decano de la Facultad de Teología, en ella han participado Juan Luis Arsuaga, codirector de los yacimientos de Atapuerca; María Martinón-Torres, directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana; Javier Prades, rector de la Universidad Eclesiástica San Dámaso; y Miguel García-Baró, catedrático de Filosofía en la Universidad Pontificia de Comillas.

Foro de la concordia
Foro de la concordia

La postura científica ha estado defendida por dos investigadores vinculados a la evolución humana. Arsuaga, que ha centrado su atención en la Catedral, en sus ocho siglos de historia y en el famoso autómata de su atrio, el Papamoscas, ha asegurado que “un científico no puede admitir un fin en la evolución”, ya que esto sería incompatible con el método científico. El codirector de los yacimientos de Atapuerca ha recordado cómo ha cambiado el concepto de “filosofía”, retrotrayéndose a los tiempos de Darwin o Newton, en que estos eran conocidos como filósofos naturales. Por su parte, Martinón-Torres ha asegurado que existen “muchas evidencias históricas de que es posible la convivencia” entre los diferentes saberes y ha enfatizado que “el órgano de la filosofía es el corazón”.

Foro de la concordia
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Del otro lado, el teólogo Javier Prades ha subrayado que no se puede obviar el conocimiento del siglo XXI. “Tenemos que escuchar a la ciencia”, ha dicho, pero sin olvidar lo que aportan otras disciplinas. “Europa es un continente en retirada -ha criticado-. Ni económicamente, ni políticamente, ni militarmente, ni socialmente se ve un referente para construir una sociedad compartida”. En este sentido, García-Baróha insistido en que Europa se ha portado “muy mal” en los últimos siglos y ha alertado de que los riesgos no proceden de los saberes, que “no son fanáticos”, sino de  los individuos humanos, que son unitarios y buscan “una interpretación global” de los asuntos que les atañen.

El Foro de la Concordia ha surgido para facilitar el diálogo y las principales conclusiones de los coloquios quedarán recogidas en un documento final, que se presentará el lunes 21, con el ánimo de que contribuyan a la concordia.

Foro de la concordia
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