La capital se prepara ya para disfrutar de una de las celebraciones más esperadas del año por los devotos madrileños. Tras dos años marcados por la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, la basílica de Jesús Medinaceli volverá a abrir sus puertas, permitiendo así el acceso de los fieles al templo para venerar al Cristo.
Ni la bajada de las temperaturas ni la lluvia en Madrid han impedido que los primeros devotos se hayan dejado ver este jueves en los aledaños de la basílica. Desde primera hora de la tarde, decenas de personas sentadas en sillas y cubiertas bajo paraguas esperaban la apertura de las puertas del templo.
Este popular "primer viernes de marzo", que este año coincide con el día 4, permitirá la entrada de los interesados a la basílica a partir de las 00:00 horas de esta madrugada. A pesar de la mejora de la situación sanitaria, este año tampoco se permitirá a los asistentes besar al Cristo, una práctica muy habitual durante esta veneración. Sin embargo, tal y como confirmó el vicehermano mayor de la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, Miguel Ángel Izquierdo, sí se podrá tocar.
Los fieles se aproximarán a los pies del santo accediendo a la iglesia por las dos puertas laterales, de la forma en la que se hacía habitualmente. De este modo, llegarán a los pies de Medinaceli a través de dos filas extendidas por las naves principales y saldrán por el pasillo central.
Durante el viernes 4 de marzo, se sucederán diferentes eucaristías y, como recuerda la Archidiócesis de Madrid, la basílica permanecerá abierta todo el día. Además, a las 12:00 horas se oficiará una misa presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro. Este jueves el templo permanece cerrado con el objetivo de poder preparar los cultos, trasladando así las celebraciones a la cripta.
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