A sus 104 años, celebra sus bodas de oro episcopales Don Damián Iguacen, el prelado más longevo de toda la Iglesia católica

Don Damián Iguacen
Don Damián Iguacen

Monseñor Iguacen nació en Fuencalderas (Zaragoza) en 1916. Fue administrador apostólico de Huesca, donde vive, y obispo de Barbastro, Teruel y Tenerife

"Que todo esto —decía al celebrar sus 104 años en febrero— sea expresión de la alegría interior. El Señor nos quiere contentos, alegres, no bullangueros sino con esa alegría que es expresión del gozo de vivir el bien con Dios y todo el mundo"

Nonseñor Ruiz Martorell, el actual obispo de Huesca, ensalzó "la luz interior de Iguacen, con un corazón grande y servicial"

El obispo don Damián Iguacen (Fuencalderas, Zaragoza, 1916), que desde el pasado 21 de junio es el prelado más longevo de la Iglesia católica, celebró sus bodas de oro episcopales el domingo 11 de octubre. Monseñor Iguacen vive en el Hogar Padre Saturnino López Novoa, la residencia de mayores que las Her-manitas de los Ancianos Desamparados atienden en Huesca.

"Que todo esto —decía al celebrar sus 104 años en febrero— sea expresión de la alegría interior. El Señor nos quiere contentos, alegres, no bullangueros sino con esa alegría que es expresión del gozo de vivir el bien con Dios y todo el mundo. Eso es lo que quiere el Señor, por eso la alegría es una cualidad cristiana, los cristianos debería-mos estar siempre contentos".

Una vida de servicio

Monseñor Iguacen estudió en el Seminario Conciliar de la Santa Cruz de Huesca y ejerció el ministerio sacerdotal en diversas parroquias de esta diócesis en-tre 1941 y 1944. Sus primeros pasos sacerdotales los dio en Ibieca, Aguas, Liesa, Panzano y Santa Cilia, en la zona de Úrbez, en Torla, Fragen, Víu. Trabajó como vicerrector del Seminario de Huesca, de 1944 a 1948. Fue consiliario de Jóvenes y Mujeres de Acción Católica entre 1950 y 1969 y párroco de san Lorenzo de Huesca, entre 1955 y 1969.

Recibió el encargo de administrador apostólico de Huesca en 1969 y fue nombrado obispo de Barbastro el 11 de octubre de 1970, hasta que en 1974 fue lla-mado a pastorear la diócesis de Teruel. Diez años después, en 1984, fue nombrado obispo de Tenerife, servicio que desempeñó hasta el 12 de junio de 1991, cuando la Santa Sede aceptó su renuncia presentada al cumplir los 75 años, como marca el Código de Derecho Canónico, y pasó a ser obispo emérito.

Luz interior

En febrero, con motivo de su 104 cumpleaños, el actual obispo de Huesca, D. Julián Ruiz Martorell, destacó el "papel de referente para toda la Iglesia" de un prelado “caracterizado siempre por su sencillez, su capacidad de sacrificio y su enorme generosidad. Un hombre extraordinario y un hombre de Dios".

Asimismo, monseñor Ruiz Martorell ensalzó “la luz interior de Iguacen, con un corazón grande y servicial”, que fue capaz "de iniciar trayectorias que se han perpetuado en la labor que continúan los obispos de las diócesis en las que ha dado servicio".

La sonrisa de don Damián

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