El nuevo prelado es director espiritual de los seminarios de Cartagena Fernando Valera, nuevo obispo de Zamora: "Me pondré a caminar con vosotros en un estilo sinodal y a servir siempre con alegría"

Fernando Valera, nuevo obispo de Zamora
Fernando Valera, nuevo obispo de Zamora

Se especulaba con la posibilidad de que la sede episcopal, vacante desde septiembre de 2019 por el fallecimiento de Gregorio Martínez Sacristán, fuera ocupada por un obispo en ejercicio. Se hablaba de Munilla o Martínez Camino. Finalmente, al fin, el nuncio parece haber encontrado un clérigo para dirigir una diócesis

El prelado tomará posesión de la diócesis el próximo 12 de diciembre

Saltó la sorpresa en Zamora. Un sacerdote, Fernando Valera, ha sido nombrado por el Papa nuevo obispo de Zamora. Valera es director espiritual del seminario mayor de San Fulgencio y del seminario menor de San José de la diócesis de Cartagena.

Se especulaba con la posibilidad de que la sede episcopal, vacante desde septiembre de 2019 por el fallecimiento de Gregorio Martínez Sacristán, fuera ocupada por un obispo en ejercicio. Se hablaba de Munilla o Martínez Camino. Finalmente, al fin, el nuncio parece haber encontrado un clérigo para dirigir una diócesis. 

El obispo electo de Zamora nació el 7 de marzo de 1960 en Bullas (Murcia). Ingresó en el seminario a los 17 años, ordenándose sacerdote el 18 de septiembre de 1983. Es licenciado en Filosofía por la Universidad Católica de San Antonio de Murcia. Licenciado y doctor en Teología Espiritual por la Universidad de Comillas.

Durante sus primeros seis años como sacerdote ejerció su ministerio en diversas parroquias de la diócesis de Cartagena, siendo nombrado párroco de San Antonio de Padua de Mazarrón en 1990. De 1994 a 1997 fue párroco de San Lorenzo. De 1998 al 2000 completó sus estudios de espiritualidad en la Universidad Antonianum de Roma. A su regreso a España ejerció como párroco de Santiago Apóstol de Lorquí, desde el año 2000 al 2004. Fue también párroco de Nuestra Señora del Rosario de Puente Tocinos, del 2004 al 2005, y párroco de la Purísima de Javalí Nuevo de 2005 al 2011.

Ha desempeñado otros oficios canónicos como miembro del Consejo Presbiteral; vicario de la zona pastoral Suburbana 1; director espiritual de las misioneras de la Sagrada Familia de Rincón de Seca (Murcia); y miembro de la Fundación para la Difusión de la Cultura Católica.

Desde el año 2011 es director espiritual del seminario mayor de San Fulgencio y del seminario menor de San José. También desde 2019 es canónigo de la catedral de Murcia. Además es profesor del Instituto Teológico de San Fulgencio, Murcia, y miembro del Colegio de Consultores.

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De una forma inusual, el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, anunciaba a mitad de la presentación del Plan Pastoral diocesano, el nombramiento de un sacerdote de su diócesis como nuevo obispo de Zamora. Entre sorpresas, aplausos y emociones, Fernando Valera, vicario episcopal y director espiritual del Seminario Mayor, agradecía todo su recorrido y proceso y se presentaba a quienes serán sus diocesanos. 

"Me pondré a caminar con vosotros en un estilo sinodal y a servir siempre con alegría. Las Bienaventuranzas son nuestro camino, pues En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas (GE 63)", decía. Varios fueron los momentos en que tuvo que parar su salud, mientras en Zamora, el administrador diocesano, José Francisco Matías Sampedro, comunicaba dicho nombramiento. "Soy consciente de mis limitaciones, debilidades y pobrezas personales. De nuevo escucho: “Te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad” (2Cor 12, 9). En su nombre vuelvo a remar mar adentro y me fío de su palabra una vez más", aseguraba.

Del mismo modo pidió a sus diocesanos que recen por él y que le enseñen "a conocer y a amar la realidad de la Diócesis y a compartir vuestra experiencia cristiana, vuestros gozos y sufrimientos. Siento una llamada especial a ser discípulo, a sentarme en la escuela de Jesús y a aprender de Él para ser vuestro Pastor según su Corazón. Tened paciencia conmigo. Por pura gracia os llevo ya en el corazón. La imagen patrística del esposo que se une con su esposa se concreta en el signo del anillo episcopal: ¡Ser de Jesús, Vivir de la Eucaristía! El Señor nos da su cuerpo, en forma de pan, es la humanidad sobrenatural; éste es el misterio de nuestra fe, es el cuerpo de Cristo que nos lleva a curar los cuerpos de los pobres y de todo sufrimiento; es el cuerpo de Cristo, es el Amor".

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