El arzobispo de Toledo preside la fiesta mayor de la patrona de Extremadura Francisco Cerro: "Guadalupe es la casa donde se acoge a todos (…) tenemos que acoger y crear lazos de comunión y de unidad”

Misa en Guadalupe
Misa en Guadalupe

“Pedimos a la Virgen de Guadalupe que vuelva la alegría y la fiesta a nuestra tierra. Tenemos una sociedad que ha perdido el norte y que necesitamos recuperar la alegría. Todos hemos de aportar y nadie se ha de sentir exento de esta responsabilidad y de esta aportación”

"Necesitamos vivir en estos momentos con una profunda esperanza. La esperanza es que saldremos de esta situación como hemos salido de otras realidades. Saldremos y saldremos mejores"

Cumpliendo las normas dictadas por la pandemia, el monasterio de Santa María de Guadalupe acogió la Misa mayor con motivo del Día de Extremadura. Una jornada que, pese a las crecientes críticas sobre la pertenencia canónica del santuario, estuvo presidida por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, quien hizo un llamamiento a la unidad y pidió a la Virgen "que vuelva la alegría y el gozo, la esperanza y la fiesta":

Junto a él, han concelebrado el arzobispo de Mérida-Badajoz, Mons. Celso Morga; el obispo de Plasencia, Mons. José Luis Retana; el obispo emérito de Segovia e hijo predilecto de Guadalupe, Mons. Ángel Rubio; y también el administrador diocesano de Coria-Cáceres, Diego Zambrano.

"Todos nos sentimos, en Guadalupe, en casa”, arrancó Cerro, quien recordó la prórroga que el Papa Francisco ha dado para el Jubileo guadalupense. "Es un jubileo para el encuentro, la sanación y la acogida” exhortó el prelado.

Misa en honor de la Virgen de Guadalupe

“Madre que vuelva la alegría y el gozo, la esperanza y la fiesta. Necesitamos vivir en estos momentos con una profunda esperanza. La esperanza es que saldremos de esta situación como hemos salido de otras realidades. Saldremos y saldremos mejores”, proclamó el arzobispo de Toledo, quien insistió en que "no existen tiempos buenos ni tiempos malos; existen tiempos que a cada uno nos toca vivir y tenemos que vivirlos por Cristo, con Él y en Él”.

Casa de sanación

"Guadalupe es una casa de sanación; casa en la que, cada uno de nosotros, descubre toda la alegría y todo el gozo de lo que significa esto", apuntó Cerro, quien recalcó Guadalupe es la casa “donde se acoge a todos (…) tenemos que acoger y crear lazos de comunión y de unidad”. “Guadalupe es ejemplo de ello y es casa de sanación porque es lugar de acogida” ha abundado.

También ha traído a colación el ejemplo de la Casa de Belén, “que significa casa del pan”. “También, durante el jubileo, descubrimos que María nos da el tesoro más grande que tiene, a Jesucristo, la Eucaristía” ha exhortado el Arzobispo.

El ultimo ejemplo ha sido la Casa de Caná, “la casa del vino”. Ha querido recordar Mons. Cerro cómo el Papa Francisco, al comienzo de la pandemia, durante el confinamiento, “pedía a la Virgen de Caná que volviese la alegría y la fiesta a nuestra tierra, a nuestro mundo”.

Por ello ha recordado que “tiene que volver la alegría a nuestra vida; el año jubilar está ayudando a que Guadalupe sea un lugar donde está volviendo la alegría”.

“Pedimos a la Virgen de Guadalupe que vuelva la alegría y la fiesta a nuestra tierra. Tenemos una sociedad que ha perdido el norte y que necesitamos recuperar la alegría. Todos hemos de aportar y nadie se ha de sentir exento de esta responsabilidad y de esta aportación” concluyó.

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