Abadías llega a Barcelona para “caminar juntos, compartir y contagiar la joya del Evangelio" Gerard Villalonga: "No debemos tener miedo a proclamar la verdad, aunque a veces sea incómoda"

Gerard Villalonga, tras anunciar su nombramiento
Gerard Villalonga, tras anunciar su nombramiento Bisbat de Menorca

El obispo electo de Menorca pide "una Iglesia no autorreferencial, libre de toda mundanidad, pero capaz de habitar el mundo, de compartir la vida de la gente, de caminar juntos, de escuchar y de acoger"

Abadías ha señalado que cuando el Nuncio Apostólico le comunicó su nombramiento no le respondió de una manera "demasiado locuaz”, aunque se disculpó en una segunda conversación por la brevedad de sus primeras respuestas, "pero sinceramente estaba interiormente desbordado”

"No debemos tener miedo a proclamar la verdad, aunque a veces sea incómoda, sino a hacerlo sin caridad, sin corazón". El obispo electo de Menorca, Gerard Villalonga, quiso 'presentarse' (aunque es la segunda ocasión que ejerce como administrador apostólico de la diócesis) ante los fieles, después de su nombramiento.

"No excluyo a nadie. Saludo también fraternalmente a los cristianos de otras Iglesias y confesiones presentes en Menorca, así como a los creyentes de otras religiones. El ecumenismo y el diálogo interreligioso están integrados en nuestra misión", aclaró Villalonga, el primer sacerdote menorquín que será obispo en la diócesis balear. Al tiempo, expresó "mi respeto" a las autoridades políticas y sociales, "y les garantizo la colaboración leal de la Iglesia que peregrina en Menorca en todas aquellas realidades que afectan al bien común”.

“Quiero agradecer al Papa Francisco la confianza depositada en mi persona al nombrarme obispo de Menorca”, incidió el nuevo prelado, quien pidió “una Iglesia no autorreferencial, libre de toda mundanidad, pero capaz de habitar el mundo, de compartir la vida de la gente, de caminar juntos, de escuchar y de acoger”, recalcó.

David Abadías: "Fue un shock"

Por su parte, el nuevo obispo auxiliar de Barcelona, David Abadías, ha señalado que fue un “shock” cuando le propusieron el nombramiento, y que para él, hasta ahora párroco en la vecina diócesis de Terrassa, significa volver a casa: “Vengo a servir y a compartir el regalo de la fe”.

En una entrevista con EFE, Abadías ha señalado que cuando el Nuncio Apostólico le comunicó su nombramiento no le respondió de una manera "demasiado locuaz”, aunque se disculpó en una segunda conversación por la brevedad de sus primeras respuestas, "pero sinceramente estaba interiormente desbordado”.

Omella y sus tres obispos auxiliares

El nombramiento de Abadías se ha hecho público este martes al mediodía desde la sede del Arzobispado de Barcelona, acompañado del cardenal Juan José Omella, quien le ha deseado una feliz acogida y le ha agradecido que acepte esta propuesta de la Santa Sede.

“Se mezclan muchas cosas en muy poco tiempo. Primero te tienes que convencer de que es cierto, de que estás teniendo esta conversación, y en segundos tienes que mirar de responder alguna cosa coherente, pese a que tu cabeza y corazón están golpeados”, ha subrayado.

Abadías ha señalado que el Nuncio le pidió que le respondiera al día siguiente, cosa que hizo por escrito, y le comunicó que aceptaba. “Todavía estaba impactado, pero habiendo podido pensar y rezar, con más paz y serenidad, acepté”, ha señalado Abadías.

'Soy el servidor del Evangelio'

El nuevo obispo auxiliar de la Archidiócesis de Barcelona, cuya ordenación se llevará a cabo el próximo 25 de marzo en la basílica de la Sagrada Familia, ha señalado que su lema será “Servus sum Evangelii” (soy el servidor del Evangelio), una cita sacada de la Epístola de los Efesios del Nuevo Testamento.

Abadías ha explicado que el lema lo escogió a partir de la lectura de la Biblia que llevó a cabo la noche en que el Nuncio le comunicó la propuesta, y varios versículos de los Efesios le proporcionaron paz interior: “Ahora los repito cada mañana y cada noche, se han convertido en una especie de Magnificat personal".

Sobre qué espera de su regreso a Barcelona tras más de dos décadas en Terrassa, ha asegurado que está aquí “para aprender y para servir”, con el objetivo de “caminar juntos, compartir y contagiar la joya del Evangelio".

“Fui ordenado en la Catedral de Barcelona y me formé en el Seminario de Barcelona, mi vocación nació en la comunidad parroquial de Sant Miquel dels Àngels, en Gràcia, y mi familia trabaja y vive en Barcelona”, ha manifestado.

En cuanto a Omella, ha señalado que le atendió “muy rápidamente”, algo que “ayuda y hace las cosas más fáciles", en un momento donde todo “viene de nuevo, y todo buen gesto ayuda mucho en momentos como estos”.

Abadías ha señalado que el cardenal le comentó muchas cosas, entre las que destacan “que tuviera mucha paz, mucha confianza en el Señor, que todo iría bien, y ciertamente en el momento que estoy viviendo, son palabras que agradezco y acojo de todo corazón”.

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