Agradece a los que luchan contra el fuego El obispo de Huelva se solidariza con las víctimas del incendio en Almonaster

El obispo de Huelva se solidariza con las víctimas del incendio en Almonaster
El obispo de Huelva se solidariza con las víctimas del incendio en Almonaster

"Contemplar el paisaje que el fuego va dejando tras de sí, nos lleva a tomar más conciencia de cómo hemos de cuidar, respetar y valorar la naturaleza, como un don que recibimos y un legado que debemos esforzarnos por transmitir a las generaciones futuras; de ahí la enorme responsabilidad de todos en cuanto a su uso y cuidado"

El obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, junto al Consejo Episcopal, ha mostrado su solidaridad con todos los afectados por el incendio de Almonaster la Real, al tiempo que muestra su agradecimiento a todos aquellos que luchan contra el fuego.

"Nos sentimos unidos a los pueblos y aldeas afectadas, en una misma oración, implorando de Dios el fin de esta desgracia y expresando nuestra solidaridad y ayuda fraterna para todos los que sufren las consecuencias del fuego devastador", asegura Santiago Gómez.

"Mostramos, en particular, nuestro reconocimiento y apoyo a todas las personas e instituciones implicadas en el operativo de lucha contra el fuego, que se esfuerzan en salvar vidas humanas, aliviar daños y evitar la pérdida de animales y bienes materiales", añade.

"Agradecemos el apoyo de las familias, de los amigos y vecinos, que ofrecen una asistencia imprescindible en medio de esta calamidad, así como la solidaridad de las Cáritas parroquiales, hermandades y otras asociaciones de las parroquias afectadas y de las demás asociaciones civiles. Con nuestras parroquias, Cáritas Diocesana y otras instituciones eclesiales, mostramos nuestra disponibilidad para la acogida y la ayuda que sea necesaria", destaca.

Incendio en Almonster

Para el obispo y el Consejo Episcopal "contemplar el paisaje que el fuego va dejando tras de sí, nos lleva a tomar más conciencia de cómo hemos de cuidar, respetar y valorar la naturaleza, como un don que recibimos y un legado que debemos esforzarnos por transmitir a las generaciones futuras; de ahí la enorme responsabilidad de todos en cuanto a su uso y cuidado".

Por último, asegura que "la amenaza del coronavirus y sus desastrosas consecuencias económicas y sociales y, ahora, el gran incendio que nos aflige, pueden llevarnos a un profundo desánimo. En circunstancias como estas, es importante rezar y mantener la esperanza. Recordando las palabras de Jesús, “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28), pedimos a Dios que mire compasivo nuestra aflicción, alivie las fatigas de sus hijos y confirme nuestra confianza en su providencia. Así, podremos afrontar los trabajos presentes y futuros para recuperar lo antes posible nuestra tierra y ayudar con generosidad a cuantos hoy viven en la angustia.

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