La celebración comenzó con una Eucaristía en la capilla del Seminario Mayor Interdiocesano Santiago Apóstol, presidida por el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto González. Concelebraron, entre otros, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor Fernando García Cadiñanos, y el obispo de Tui-Vigo, monseñor Antonio José Valín Valdés, así como los vicarios generales de estas diócesis, el rector del Seminario, formadores, docentes, autoridades académicas, alumnos…
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Teología y discipulado: estudio y evangelización
Mons. Prieto subrayó que la labor académica va más allá de la mera transmisión de conocimientos: implica un compromiso de vida y de fe, inspirado en María, “discípula del propio Hijo”, quien enseñó la sabiduría de los sencillos de corazón, la docilidad al Espíritu y la autenticidad de la fe. Y añadió que la formación teológica es un proceso que requiere esfuerzo, atención y humildad, y que debe estar enraizada en la Palabra de Dios para no sucumbir a ideas preconcebidas o a corrientes superficiales.
El arzobispo también destacó la importancia de construir vínculos de comunidad y discipulado dentro del ámbito académico, donde el profesorado y el alumnado aprenden juntos a escuchar, meditar y vivir la fe.
Además, invitó a recibir a María como maestra en la propia vida y en la institución educativa, cultivando una enseñanza que no solo instruya, sino que también forme carácter, fidelidad y compromiso cristiano.
El prelado concluyó recordando que la Teología es también evangelización y servicio: los estudios no se limitan al aula, sino que deben inspirar a cada estudiante y docente a vivir y comunicar la fe en sus comunidades. Con la guía del Espíritu, instó a que este curso 2025-2026 se recorra con dedicación, rigor académico y corazón de discípulo.
@archicompostela Inauguración del curso académico 2025/26 del ITC y del ISCCR en Santiago de Compostela #archicompostela#monsfranciscoprieto#seminariomayor♬ sonido original - archicompostela
Profundizar en la Palabra frente a la superficialidad
Tras la celebración litúrgica, el director del ISCCRR, Miguel de la Mata Merayo, abrió el acto con el Aula Marga del ITC. Una intervención en la que subrayó que el estudio de la teología puede parecer un reto inalcanzable en un mundo dominado por la inmediatez, las redes sociales y la superficialidad informativa, pero insistió en que “la verdadera misión imposible no es estudiar, sino intentar vivir la fe sin raíces profundas”.
De la Mata recordó que la formación académica en Ciencias Religiosas es una herramienta indispensable para discernir la verdad frente a las “fake news espirituales” y animó al alumnado y profesorAdo a asumir el compromiso de profundizar en la Palabra de Dios con rigor y perseverancia: “El estudio convierte nuestra fe en algo sólido, auténtico y capaz de iluminar más allá de las modas pasajeras”.
Más alumnos, más libros y más compromiso con los retos actuales
Tras la intervención, el secretario del ITC, Roberto Martínez Díaz, presentó la memoria del curso 2024-2025, en la que destacó la formación impartida a 123 alumnos en distintas áreas de la Teología. La institución mantuvo su apuesta por la enseñanza de lenguas bíblicas como hebreo, arameo y acadio, así como por la formación pedagógica de futuros docentes de religión a través de la DECA.
La memoria recogió también la celebración de las XXIII Jornadas de Teología, dedicadas a los retos de la inteligencia artificial y el transhumanismo, y el 25º aniversario del ISCCRR, con actividades centradas en la formación del laicado y del profesorado de religión. Asimismo, se recordó la participación del centro en los actos litúrgicos tras el fallecimiento del Papa Francisco y la elección de su sucesor, León XIV.
El informe incluyó además los avances en la biblioteca del ITC, que este año incorporó 2.061 volúmenes gracias a donaciones de instituciones y profesores,consolidándose como un espacio de referencia para investigadores y estudiantes de Galicia.
Invitación a mantener viva la llama de la búsqueda de la verdad
El momento principal de la apertura del curso en el Instituto Teológico Compostelano fue la lección inaugural, a cargo del profesor Carlos Miramontes Seijas, doctor en Teología Moral por la Universidad Laterana de Roma y recientemente doctor en Filosofía por la Universidad de Santiago de Compostela. Bajo el título “El debate histórico sobre el fundamento metafísico de la realidad a partir del zoroastrismo”, Miramontes ofreció una amplia reflexión sobre cómo una de las religiones más antiguas de la humanidad contribuyó a moldear las bases del pensamiento filosófico y religioso en Eurasia.
Desde el inicio, el ponente aclaró que su intervención no era una exposición teológica, sino un viaje por la historia de las ideas. En este recorrido, situó al zoroastrismo arcaico —nacido en Asia Central hacia el siglo XV a. C.— como punto de referencia en la discusión sobre los principios últimos de la realidad. En contraste con el chamanismo previo, que concebía un mundo marcado por la dualidad (luz y oscuridad, frío y calor, vida y muerte), el zoroastrismo formuló un dualismo radical, según el cual dos principios primordiales, opuestos y eternos, sostenían la estructura de lo real: el bien y el mal, enfrentados sin posibilidad de reconciliación final.
Miramontes mostró cómo el zoroastrismo influyó en distintas tradiciones filosóficas y religiosas de Eurasia: en Oriente, el taoísmo y el budismo buscaban un principio único basado en el cambio constante; en la India, los Upanishads lo vinculaban con Brahman; y en Occidente, la filosofía griega se dividía entre quienes veían la realidad como lucha de opuestos, como Heráclito, y quienes defendían la unidad y permanencia del ser, como Parménides.
El profesor señaló igualmente las conexiones entre el zoroastrismo y el judaísmo durante el exilio babilónico, momento en que aparecen en la tradición bíblica elementos como la angelología o la demonología, junto a una reafirmación tajante de la unicidad del Dios creador. Con el tiempo, este debate también alcanzaría al cristianismo, que mantuvo la conciencia del bien y del mal, pero rechazó la idea de dos principios equivalentes, subrayando siempre la soberanía de Dios sobre cualquier poder adverso.
Miramontes concluyó que la expansión del zoroastrismo y su radical visión del mundo sirvieron como catalizador de un debate histórico entre cambio y ser, dualidad y unidad, que sigue vivo en la reflexión filosófica y teológica actual. “Al final —afirmó—, todos coincidimos en que la realidad observable está marcada por la impermanencia. La gran cuestión es si el fundamento último de lo real es simplemente el cambio constante o un ser absoluto que lo sostiene”.
El profesor cerró su intervención con una invitación a los presentes a vivir el estudio como búsqueda permanente de la verdad, evocando la imagen del fuego sagrado zoroástrico: “una llama que no debe apagarse nunca”.
Un estudio profundo y enraizado en la fe
El acto académico concluyó con la intervención del arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto Fernández, quien agradeció al profesor Miramontes su lección inaugural y destacó la importancia de abrir la mirada más allá de los propios límites culturales. En un contexto de crisis de Europa, recordó que la historia del pensamiento muestra la confluencia de tradiciones y preguntas universales sobre el ser y el fundamento de la realidad.
Mons. Prieto subrayó que la metafísica sigue siendo necesaria para interrogarse sobre la existencia y la diversidad. En este sentido, invitó a mantener viva la curiosidad intelectual y espiritual, distinguiéndola de la mera inmediatez de las redes sociales, y animó a acercarse al estudio con esfuerzo y reverencia, como quien pisa “terreno sagrado”. Con una imagen bíblica, afirmó que el estudio es como subir al Sinaí, donde se descubren posibilidades nuevas de sabiduría para la vida.
Finalmente, exhortó a toda la comunidad académica a iniciar el nuevo curso “enraizados en la Palabra hecha carne, crucificada y resucitada”, y confió a profesores y alumnos a la bendición del Señor para recorrer con esperanza el camino del 2025-2026.