Burgos tendrá nuevo arzobispo el 5 de diciembre; Zaragoza, el 21 de noviembre Mario Iceta: "Soy consciente de mis limitaciones"

Omella, con Vilanova
Omella, con Vilanova

Fidel Herráez: "No sabía que iba a salir, pero cuando lo supe me alegré enormemente. Es el obispo mejor preparado de toda España"

Escribano: "Quiero elevar mi plegaria confiada al Padre en este día por los fallecidos, por sus familias, por los enfermos y convalecientes de esta cruel enfermedad, por aquellos que la están combatiendo y por todos los que están sufriendo las consecuencias por la crisis económica y social que de ella se deriva"

Omella: "Desde que fui elegido presidente de la CEE tengo más trabajo en mis espaldas y necesitaba ayuda. Por eso escribí al Papa pidiendo la ayuda de un nuevo obispo auxiliar, y me lo concedió"

Tras el terremoto (anunciado, y controlado, pero movimiento que tendrá sus respectivas réplicas), las reacciones. De los protagonistas del comienzo de la esperadísima renovación en la Iglesia española.

El primero en hablar fue el arzobispo electo de Burgos (tomará posesión el 5 de diciembre), Mario Iceta, quien hasta esa fecha seguirá ejerciendo como administrador apostólico de Bilbao. En su mensaje, agradece sus 12 años de ministerio en Bizkaia y muestra el deseo de servir con “plena entrega y afecto” a la “insigne y venerable Iglesia metropolitana de Burgos”. 

"Soy consciente de mis limitaciones", apunta en su mensaje Iceta, quien no olvida sus orígenes andaluces (se especuló durante mucho tiempo que su destino sería Sevilla) ni su "etapa vasca", que ahora concluye. Agradecido al Papa por el nombramiento, el prelado pide perdón a los diocesanos vascos por la veces en las que no ha estado “a la altura de lo que os merecíais”.

Etapas andaluza, vasca y castellana

El prelado muestra su gratitud a la Iglesia de Bilbao donde se encuentran sus “raíces” y donde recibió el “inmenso don de la fe”, por este tiempo al que ha dedicado “los años centrales” de su vida. Destaca que la llevará “en el corazón” y los lazos de fraternidad y amistad con sus gentes “seguirán latiendo con fuerza”.

Respecto a la “etapa castellana” que ahora comienza, Iceta, desea “servir y cuidar” con plena “entrega y afecto” al “Pueblo de Dios que peregrina en Castilla”. Al tiempo, agradece a su antecesor, Fidel Herráez, su "dedicación y esmero". Que, por cierto, no le han valido para poder culminar los fastos por el VIII Centenario de la catedral. 

En su mensaje, el prelado dirige unas palabras de aliento a los habitantes de Miranda de Ebro, quienes están confinados a causa de la pandemia. También recuerda a los que están en tierra de misión “llevando generosamente la semilla del Evangelio”. Iceta se refiere a dos ejes fundamentales de la Iglesia burgalesa para los próximos tiempos como son su Plan Pastoral y la celebración del octavo centenario de la catedral “testimonio multisecular de fe, esperanza y amor”.

El recién nombrado arzobispo metropolitano de Burgos, pide finalmente a Dios seguir en la tarea evangelizadora sirviendo “de modo particular” a los más pobres, enfermos, parados, desesperanzados y necesitados “en estos tiempos de pandemia que tanto sufrimiento está causando”.

El arzobispo saliente, Fidel Herráez, quiso despedirse en una rueda de prensa virtual en la que anunció que "seré fiel a lo que se me ha encomendado, sin más". "Doy gracias a Dios por cómo me condujo desde niño", apuntó. "Esta diócesis ha sido y seguirá siendo mi esposa". "Esto no se improvisa, han pasado 14 meses desde que presenté mi renuncia", apuntó, agradeciendo a sacerdotes, religiosos y religiosas especialmente.

"El arzobispo que viene es una maravilla", apuntó Fidel, que anunció que "desapareceré y me iré a Madrid". "No sabía que iba a salir, pero cuando lo supe me alegré enormemente. Es el obispo mejor preparado de toda España".

Por su parte, el nuevo arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, ofreció una rueda de prensa en Logroño. "La Iglesia me necesita allí, allí voy", apuntó en una breve comparecencia, en el que asumió su nombramiento "como un servicio" y no como un ascenso. "En las claves de mi vida no entra eso".

"Me voy triste porque he estado aquí un poquito mas de cuatro años, reconozco que muy intensos, en los que he descubierto La rioja y a los riojanos, y en los que he podido, a pesar de las circunstancias tan complicadas de estos últimos meses disfrutar de esta tierra y esta gente", apuntó Escribano, quien pidió "más calma" en las relaciones Iglesia y política. 

Buscar vías de encuentro

Escribano ha señalado que espera que el "factor humano" facilite las relaciones en el futuro, y se ha referido a su tiempo como obispo de Teruel y sacerdote en Zaragoza. "Entiendo que tiene que ser tarea de obispo el buscar vías de encuentro para una mejor relación Iglesia y autoridades, pero también un factor que crea puentes en el entramado social. Que sea instrumento que facilite las cosas, y que intente ayudar en la construcción social".

"No soy mediático, pero me gusta hacer el trabajo de manera callada, constante, y apostar por vías que pueden facilitar las cosas. Y con ese espíritu voy a Aragón, que es la tierra de la que he sido cura", señaló Escribano.

Carlos Escribano

Además, Escribano se ha dirigido por escrito a los diocesanos de la archidiócesis de Zaragoza. «Os pido que recéis también vosotros por mí, para que me gaste y me desgaste en vuestro servicio para gloria de Dios», les ha dicho. Ha añadido que va a «una Iglesia llena de historia, de vida y de frutos de santidad, sostenida en su fe, esperanza y caridad por la mediación de la Virgen del Pilar». También ha tenido palabras para Vicente Jiménez, a quien relevará en Zaragoza el próximo 21 de noviembre, a quien ha saludado «con afecto y gratitud».

Carlos Escribano ha querido destacar los duros momentos que se viven por la pandemia: "Quiero elevar mi plegaria confiada al Padre en este día por los fallecidos, por sus familias, por los enfermos y convalecientes de esta cruel enfermedad, por aquellos que la están combatiendo y por todos los que están sufriendo las consecuencias por la crisis económica y social que de ella se deriva".

Finalmente, el nuevo obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, se presentó, junto al cardenal Omella, ante los medios. "En cualquier misión sientes que hay un momento en el que te abrumas, pero cuando el Señor te da una misión, te ayuda a cumplirla", ha afirmado en su presentación, en la que anuncio que secentrará en conocer todos los niveles de la archidiócesis conociendo cada uno de sus ámbitos de trabajo, desde Cáritas hasta las pastorales de jóvenes.

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