Entrevista, a las puertas de la Navidad, con el obispo de Teruel y Albarracín José Antonio Satué: "En este mundo nuestro, tan bonito y a la vez tan injusto, el Dios niño nos invita a unirnos a la revolución de la ternura"

José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín
José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín

"Para conocer una realidad, tan importante es acercarse a lo concreto, para no perderse en generalidades, como tomar un poco de distancia, con el fin de tener una mirada más amplia. Son dos perspectivas necesarias y complementarias"

"Hemos de escucharnos y escuchar a todos, caminar juntos, trabajar juntos, cumplir nuestra misión juntos, decidir juntos, revisar juntos y celebrar juntos, de acuerdo con los dones recibidos y la vocación específica de cada uno"

"La Iglesia en España está formada por millones de hombres y mujeres, de distintas sensibilidades, llenos de limitaciones y de buenas intenciones, que buscamos contribuir al bien común de nuestros vecinos, de la sociedad, de las personas más vulnerables"

"Formamos parte de esta bendita España, una nación hermosa, diversa y grande, pero con una notable propensión a condenar a quienes piensan distinto"

"No se puede negar que hoy, en algunos ambientes, los católicos tienen que soportar actitudes poco respetuosas y se utiliza la confesionalidad del estado para intentar discriminar negativamente cualquier manifestación religiosa"

"El Santo Padre nos recordó que debemos estar atentos frente a las ideologías que nos apartan de la realidad y nos enfrentan y, por otra parte, nos animó a ser pastores cercanos a Jesucristo, a los hermanos obispos, a los sacerdotes y a todo el Pueblo santo de Dios"

"Creo que puede decirse con verdad que la Iglesia, en estas diócesis rurales, es una de las instituciones que más está haciendo para que la llamada “España vaciada” siga teniendo vida"

"A veces aún hablo de “los obispos” en tercera persona, como si no fuera conmigo". El nuevo obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, todavía está 'aprendiendo' a ser obispo, "una misión que supera las pobres capacidades de este pecador". El Papa lo eligió para pastorear la diócesis de la España vaciada, huérfana tras la marcha de Antonio Gómez Cantero a Almería.

En la que será su primera Navidad episcopal, Satué conversa con RD, antes de acudir a la cárcel, celebrar la Misa del Gallo en la catedral mudéjar y acompañar a los ancianos en las residencias.

¿Cómo lleva lo de ser obispo? ¿Se acostumbra uno?

Después de seis años trabajando en una oficina del Vaticano, tenía muchas ganas de volver a ser pastor a tiempo completo, cerca de los jóvenes, los niños, los matrimonios, las personas mayores… Este deseo de volver a la pastoral se ha cumplido y estoy disfrutando mucho, encontrándome con laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas. Por eso, cada noche, cuando regreso a casa, doy gracias a Dios porque puedo percibir su Espíritu en el corazón de tanta buena gente, que forma parte de las parroquias y los pueblos de esta tierra.

A veces aún hablo de “los obispos” en tercera persona, como si no fuera conmigo. Espero acostumbrarme poco a poco, pero sin perder jamás el estupor ante la llamada a ser representante de Jesucristo, como sucesor de los apóstoles, y padre de esta comunidad cristiana que peregrina en Teruel y Albarracín. Esta es una misión que supera las pobres capacidades de este pecador.

José Antonio Satué recibe la ordenación episcopal
José Antonio Satué recibe la ordenación episcopal

¿En qué consiste su trabajo?

Dedico la mayor parte del tiempo a encontrarme con personas y comunidades, así como a conocer los proyectos pastorales y sociales que llevan entre manos. Recibo visitas en el Obispado y acudo a conversar con los sacerdotes en sus parroquias. También estamos poniendo en marcha los diferentes consejos diocesanos y motivando la participación en el Sínodo.

¿Cambia mucho la perspectiva de estar trabajando en Roma a hacerlo en Teruel? ¿Puede parecer que son dos iglesias diferentes?

Las perspectivas son muy distintas, sin duda; pero no hasta el punto de parecer dos iglesias diferentes. Creo que, para conocer una realidad, tan importante es acercarse a lo concreto, para no perderse en generalidades, como tomar un poco de distancia, con el fin de tener una mirada más amplia. Son dos perspectivas necesarias y complementarias.  Además, en la Congregación del Clero siempre he percibido que el trabajo que allí se realiza tiene sentido en cuanto que servimos a las Diócesis del mundo y al Santo Padre.

¿Cómo será su primera Navidad como obispo?

Será mi primera nochebuena fuera de Huesca. Hasta ahora he podido disfrutarla siempre con mi familia más cercana. Este año la viviré aquí, en la Diócesis de Teruel y Albarracín, con esta nueva familia que Dios me ha regalado inmerecidamente. En nochebuena y Navidad, tengo previsto celebrar en la cárcel, en la Catedral y en una residencia para ancianos. Además, participaré en las diversas actividades organizadas con motivo del Día de la Familia, el domingo 26. Más adelante iré a celebrar la Navidad con mi familia y amigos de Huesca.

José Antonio Satué, nuevo obispo de Teruel y Albarracín
José Antonio Satué, nuevo obispo de Teruel y Albarracín

¿Cómo ha sido recibido? ¿Qué planes tiene para la diócesis?

La acogida ha sido maravillosa. Me han ayudado a sentirme como en casa desde el principio y, cada vez que visito una parroquia, rural o urbana, vuelvo a experimentar el afecto sincero de muchas personas. En cuanto a los planes, no tengo más empeño que el de avanzar por el camino que el Papa Francisco ha señalado para toda la Iglesia y que se resume con la palabra “sinodalidad”. Hemos de escucharnos y escuchar a todos, caminar juntos, trabajar juntos, cumplir nuestra misión juntos, decidir juntos, revisar juntos y celebrar juntos, de acuerdo con los dones recibidos y la vocación específica de cada uno.

¿Cómo ve a la Iglesia española? ¿Cómo nos ve la sociedad, qué podemos mejorar para trabajar juntos en pos de una España mejor?

La Iglesia en España está formada por millones de hombres y mujeres, de distintas sensibilidades, llenos de limitaciones y de buenas intenciones, que buscamos contribuir al bien común de nuestros vecinos, de la sociedad, de las personas más vulnerables. Formamos parte de esta bendita España, una nación hermosa, diversa y grande, pero con una notable propensión a condenar aquienes piensan distinto. Creo que a católicos y no católicos nos vendría bien recordar y poner en práctica, más a menudo, algunas máximas evangélicas, como por ejemplo: “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”, “el que no está contra nosotros está a favor nuestro” y “la verdad os hará libres”. Si antes de hablar o de actuar recordáramos estos principios, nos iría mucho mejor. Creo yo.

Catedral de Teruel
Catedral de Teruel

¿Cómo recoger, desde la Iglesia, el clamor de la España vaciada?

La Iglesia diocesana lleva mucho tiempo luchando contra la despoblación, haciendo grandes esfuerzos para mantener vivas las comunidades parroquiales de nuestros pueblos, mediante las celebraciones religiosas, el cuidado del patrimonio cultural, la promoción de la solidaridad, la cercanía a las personas mayores, enfermas… Creo que puede decirse con verdad que la Iglesia, en estas diócesis rurales, es una de las instituciones que más está haciendo para que la llamada “España vaciada” siga teniendo vida. Además, nuestra diócesis sigue dispuesta a apoyar iniciativas concretas, promovidas por instituciones, asociaciones o laicos cristianos comprometidos, que busquen el desarrollo integral del mundo rural.

A veces los ataques vienen por la izquierda, por ejemplo, cuando defendemos la vida de los no nacidos; en otras ocasiones, por la derecha, cuando recordamos la situación de los inmigrantes; también se nos critica desde los extremismos, de un lado y otro, cuando afirmamos la necesidad de escuchar, dialogar y buscar la reconciliación y la paz

La Iglesia española, ¿está perseguida en España?

Por respeto a los cristianos y a tantas personas que han perdido y pierden su vida por defender sus convicciones, no me gusta utilizar la palabra “perseguida” en este caso. Dicho esto, no se puede negar que hoy, en algunos ambientes, los católicos tienen que soportar actitudes poco respetuosas y se utiliza la confesionalidad del estado para intentar discriminar negativamente cualquier manifestación religiosa. Por otra parte, la Iglesia como institución está sometida a críticas muy diversas: se le critica por sus errores y también por ser fiel a su misión; a veces los ataques vienen por la izquierda, por ejemplo, cuando defendemos la vida de los no nacidos; en otras ocasiones, por la derecha, cuando recordamos la situación de los inmigrantes; también se nos critica desde los extremismos, de un lado y otro, cuando afirmamos la necesidad de escuchar, dialogar y buscar la reconciliación y la paz. Nos duelen las críticas, pero tenemos que acostumbrarnos a ellas, pues somos discípulos de un crucificado; hemos de utilizarlas para descubrir nuestros fallos y para cumplir nuestra misión con más inteligencia y fidelidad. Finalmente, también hemos de reconocer con gratitud que, aunque somos criticados, gozamos del apoyo de muchas personas y mantenemos relaciones de mutua colaboración con no pocas instituciones.

Los obispos españoles, tras su encuentro con el Papa
Los obispos españoles, tras su encuentro con el Papa

¿Cómo ha sido la visita ad limina? ¿Qué les ha dicho el Papa?

La visita ad limina ha sido una experiencia muy enriquecedora, un regalo de Dios; por los encuentros con los responsables de los dicasterios(departamentos) vaticanos, por la convivencia entre los obispos y, sobre todo, por el encuentro con el Papa, un encuentro de dos horas y media en el que pudimos hablar “sin censura”, con libertad, gracias al ambiente de confianza y fraternidad creado por Francisco. Sin vulnerar la debida confidencialidad, puedo decir que el Santo Padre nos recordó que debemos estar atentos frente a las ideologías que nos apartan de la realidad y nos enfrentan y, por otra parte, nos animó a ser pastores cercanos a Jesucristo, a los hermanos obispos, a los sacerdotes y a todo el Pueblo santo de Dios.

Un deseo para Navidad, y para los lectores de RD

En este mundo nuestro, tan bonito y a la vez tan injusto, el Dios niño nos invita a unirnos a la revolución de la ternura. Ojalá sepamos, en estas fechas y siempre, acercarnos a las personas, acompañarlas, compartir con ellas y amarlas, como Jesús y con Jesús. SANTA Y FELIZ NAVIDAD.

Primero, Religión Digital

Volver arriba