"No es frecuente ser obispo del lugar del nacimiento" Joseba Segura ya es obispo diocesano de Bilbao: "Recuperar la autoridad moral desde lo que somos"

Joseba Segura
Joseba Segura

No es frecuente ser obispo del lugar del nacimiento, y pasar en el mismo lugar de ser prelado auxiliar a ser prelado diocesano; mas en Bilbao, como es bien sabido, hay muchos “bilbaos”

El Nuncio papal pronunció una breve alocución, en la que, después de los saludos de rigor a todas las autoridades presentes, mencionó a monseñores Iceta y Blázquez, anteriores obispos diocesanos de Bilbao, presentó las cualidades y calidades del nuevo obispo

Pronunció unas finales palabras Mons Segura en recuerdo de su familia y con afectivas alusiones a Blázquez, Iceta y Uriarte, al Santo Padre y con recuerdo final a la Virgen de Begoña

"Sin dar lecciones a nadie... evitando la impresión de que intentamos defender privilegios. Pongámonos en el ultimo banco dispuestos a ayudar a quien necesita afecto y apoyo. Hablemos a la gente convencidos de que el Evangelio es luz. Hablemos con sencillez de modo que nos entiendan"

I.- Cuestión previa: La toma de posesión canónica de sede episcopal, fiesta eclesial, es ocasión para reflexionar sobre la Teología episcopal, novedad del Concilio Vaticano II. Es verdad que tal reflexión resultaría más apropiada si lo que se celebrase fuese una ordenación episcopal, que hoy no tuvo lugar en Bilbao, pues la toma de posesión fue por un obispo electo, Joseba Segura, ordenado obispo, auxiliar de Bilbao, en 2019. La ceremonia de esta mañana, 3 de julio de 2021, en la Catedral Basílica de Bilbao, fue jurídica, de ius ad rem y ius in re, de Colegio de Consultores, del Canciller y de Letras apostólicas, presentadas, exhibidas y leídas; también fue sacramental, muy importante, por la Eucaristía que siguió a la posesión de la sede o cátedra episcopal.

A.- Novedad del ministerio episcopal que está en Lumen gentium (Constitución) y Christus Dominus (Decreto). De este último copiamos lo siguiente: “También los obispos, puestos por el Espíritu Santo, suceden a los apóstoles, como pastores de las almas. Junto con el Sumo Pontífice y bajo su autoridad, han sido enviados para perpetuar la obra de Cristo, Pastor eterno”. Misterio el de ese Ministerio en un lugar complicado, Bilbao, pues siendo ese lugar obispo de católicos, el de Bilbao, es obispo de unos que son nacionalistas vascos y es obispo de otros que son nacionalistas españoles. ¡Levantiscos vizcaínos, que dijo un obispo español!

Segura
Segura

B.- La excelencia episcopal, de fuente teológica, contrasta con la “ordinariez” de la condición humana. Eso puede explicar males que traen su causa, aquí, en España, de la manera de elección de obispos, de las exigencias de la “carrera” y del nefasto clericalismo, de célibes. De “resabios sacristanescos”, escribió Delibes, y ojalá que éstos no existan en Mons. Segura, no bastando, es insuficiente, pedalear bicicletas. Y la cosa debe venir de muy atrás, pues ya Cervantes, en El Quijote (2ª parte) y en El licenciado Vidriera, en el siglo XVII, lo repite: “Y de los hombres se hacen los obispos”. O sea, una divina teología, encarnada en efímeros hombres.

C.- No es frecuente ser obispo del lugar del nacimiento, y pasar en el mismo lugar de ser prelado auxiliar a ser prelado diocesano; mas en Bilbao, como es bien sabido, hay muchos “bilbaos”. El Obispo Segura no nació en el barrio burgués de Getxo, de camisas con cuellos blancos y almidonados, pollitos, sino en el popular de Rekalde, de ropas azules de faena.

Joseba Segura

II.- En la Catedral:

A.- Apeado del tranvía, en mañana nubosa, sin llover en la mañana y sí en la madrugada, por la Arategizar kalea, que en realidad es una callejuela larga y estrecha, accedí a la Plazuela de Santiago. En una panadería de la plazuela, enfrente de la entrada principal de la Catedral, compré un cremoso donut; lo comí mirando arriba, al reloj de la torre catedralicia, blanca, sin mancha, como una hostia. En el interior, cerca del pasadizo “gótico” de acceso a la Sacristía, en la pared, miré al recordatorio en piedra de la consagración de esa misma Basílica Catedral, que aconteció, según leí, el “XXX de diciembre de MCMLV”, oficiada por el primer obispo de Bilbao, don Casimiro Morcillo González: un obispo importante para la Iglesia -fue uno de los cinco subsecretarios del Concilio Vaticano II- y un obispo importante para el Estado -fue Procurador en Cortes por designación de Franco y Consejero del Reino, en su calidad de prelado más antiguo entre los que eran procuradores-.

B.- Hoy, a las once de la mañana, asistiendo clero y pueblo como mandan los cánones (382), comenzó la procesión, presidida por el Nuncio, hacia el altar, que no es rectangular, como suele ser costumbre, sino redondo, y todo ello con música de violines y voces humanas. Estaban presentes monseñores del Colegio episcopal español y otro que no lo es: el Legado pontificio que entregó a Mons. Segura la posesión de la sede.

El metropolitano Mons. Omella miró a todos lados, y no sólo a Roma, como suele hacer y hacen los musulmanes con La Meca, mirándola y arrodillándose. El metropolitano vallisoletano, Mons. Ricardo Blázquez, teólogo de Ávila, fue visto cada vez con más animus y menos corpus. Mons. Francisco Pérez, otro metropolitano, arzobispo de Pamplona, que, por haber sido Arzobispo castrense, venció acometidas de enfermedad no fácil de batir, y muy interesante –me hizo recordar- lo de Iglesia y Ejército en el Antiguo Régimen.

Muy presente en el pensamiento de Mons. Segura habrá estado durante la ceremonia el emérito obispo de San Sebastián, allí presente, ya anciano, amigo de muchos y de Mayor Oreja, antes auxiliar de Bilbao, muy importante en su biografía, y que, por lo que dicen, hizo todo para que monseñor Segura acompañase al célebre cura irlandés en el llamado “Proceso de Paz”, tan secretamente guardado.

C.- El nuevo obispo diocesano, el séptimo, fue el principal de la ceremonia. A él hicimos referencia, prueba de su importancia ya entonces, en Crónica aquí publicada el 22 de julio de 2020, habiéndole visto muy concentrado en Astorga el 18 de julio de 2020, mirando el escudo floral, a las puertas del Seminario, del obispo que esa misma mañana tomó posesión de la Diócesis maragata.

Segura
Segura

Hoy, monseñor Segura, portaba el tocado de ceremonia (la mitra), que es prenda, como ya escribimos, más propia de calvos y de cabezas pequeñas, pues las grandes y no calvas, como la de Segura, hacen que los gorros causen engorros. En la página web del obispado de Bilbao, explicativa del Glosario, se lee de tal prenda episcopal: “La mitra es una especie de gorro o sombrero alto, terminado en punta con dos bandas o tiras de tela que cuelgan por detrás”.

III.- Santiago patrón:

En una catedral, cuyo Santo Patrón es Santiago, también Patrón de España y de Bilbao, y en una diócesis de tanta progresía, el lector/a se preguntará cómo han resuelto el deán y los suyos, todos catedralicios, el problema de la representación de un tradicional e hispánico Santiago violento, a caballo y con la espada, destripando moros. Allí ese Santiago no está; está únicamente el otro, el evangelizador y de las peregrinaciones. A la derecha, mirando al presbiterio, en el interior de la Catedral, está colocada una imagen de Santiago, muy intelectual y nada guerrero, pues está con la mano izquierda sosteniendo un libro.

Carlistas bilbaínos, muy del genuino Santiago, el de la primera Guerra Santa, la primera Cruzada y la primera Victoria (contra los moros) y también el de la segunda (llamada “contra los rojos”), han escrito que el “Hijo del Zebedeo”, también llamado “Hijo del Trueno”, era iletrado. Don Jesús Bastante, que de Santiago sabe mucho, en la página 38 de su libro Santiago en el fin del mundo, escribe: “Santiago no era hombre de letras sino de acción”. Y un tal Quevedo, especialista en Satanás y que fue de la Orden militar de Santiago, dejó escrito: “Peleará España; vencerá Dios”. Y para ver “Santiago matamoros”, el genuino, hay que ir a otras iglesias vascas como la de Érmua.

Nuncio y Segura
Nuncio y Segura

IV.- Toma de posesión y homilía.

A.- El Nuncio papal pronunció una breve alocución, en la que, después de los saludos de rigor a todas las autoridades presentes, mencionó a monseñores Iceta y Blázquez, anteriores obispos diocesanos de Bilbao, presentó las cualidades y calidades del nuevo obispo, recordando su lema: “Se de quién me he fiado”, y con invocación a la Virgen de Begoña, la “Santa Madre de Begoña. Concluido el discurso fueron presentadas las Letras apostólicas, exhibidas al Colegio de Consultores y leídas en alta voz, en euskera y castellano, fechadas y firmadas en el Laterano el 11 de mayo de 2021 por Su Santidad, de todo lo cual habrá levantado acta el Canciller de la curia diocesana. Al sentarse el obispo diocesano ya en su cátedra, muchos asistentes aplaudieron. A continuación recibió Mons. Segura las muestras de respeto, obediencia y adhesión por representantes de fieles escogidos.

B.- El nuevo obispo diocesano, efectuadas las lecturas sagradas, pronunció la esperada homilía. De pie, junto a la cátedra pronunció la homilía, en euskera y en castellano, muy esperada, saludando, de manera ecuménica, a todas las comunidades cristianas de Vizcaya. Sin duda que la homilía no habrá defraudado, habiendo sido profundamente “cristológica”, un Cristo que, cercano –dijo- es también autoridad, no uno más. Se refirió a la crisis eclesiástica, debiendo, sin consideraciones de superioridad, recuperar la autoridad moral de la Iglesia, abriéndose a los otros, con pasión por el mundo; no dando lecciones ni reclamando privilegios, y separando lo que son críticas justas de las injustas. Concluyó, a modo de resumen “por los que sufren y por los que piensan distinto”.

Segura
Segura

V.- El final:

La Santa Misa siguió con el ritual acostumbrado. Besado el altar, con mucha inclinación y soltura en las cinturas, los clérigos, presbíteros y obispos, retornaron a la Sacristía, agarrando Mons. Segura el báculo de pastor con una mano y sin saber qué hacer con la otra. Ceremonia que fue grande en una Catedral pequeña, y es que las catedrales de Bilbao, la de Santiago, y la de San Sebastián, la del Buen Pastor, hasta hace poco no eran tales. ¡Qué inteligencia tuvieron los políticos eclesiásticos, en sus días, para adscribir la Diócesis de Bilbao, sufragánea, a la Archidiócesis de Burgos, y la de San Sebastián, sufragánea, a la Archidiócesis de Pamplona!

Pronunció unas finales palabras Mons Segura en recuerdo de su familia y con afectivas alusiones a Blázquez, Iceta y Uriarte, al Santo Padre y con recuerdo final a la Virgen de Begoña, declarando ponerse bajo su protección. Se entonó, finalmente, el himno a la Virgen de Begoña.

Concluida la ceremonia, después de excitaciones y trances, otras papilas, las gustativas, dada la hora de aperitivos o de pintxos, reclamaron lo que tanto abunda en Bilbao, tierra antes de grandes cocineras y ahora de cocineros. A la Plaza Nueva fui en busca de Delicatessen a la vizcaína, que encontré con facilidad, siendo muy del Cantábrico como las antxoas. Y todo eso después de hacer y remitir esta Crónica a su destinataria, R.D., per saecula saeculorum amen.

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