Con motivo del Día Internacional de la Mujer Mujeres de entidades católicas en Valencia reclaman “igualdad real” y advierten de la “feminización de la pobreza”

Ana Ruiz, de Manos Unidas: "la pobreza tiene rostro de mujer"
Ana Ruiz, de Manos Unidas: "la pobreza tiene rostro de mujer"

Más del 70 por ciento de las peticiones de ayuda a Cáritas son presentadas por mujeres.

Junto a Cáritas, la Iglesia en Valencia destina una buena parte de sus esfuerzos y recursos a atender a mujeres en riesgo de exclusión social, entre otras problemáticas, a través de proyectos específicos y servicios de ayuda en numerosas asociaciones e instituciones.

En la actualidad, una treintena de asociaciones y movimientos femeninos están integrados en el Foro de Laicos del Arzobispado, todos ellos dedicados a obra social y apostolado seglar, a la evangelización y a la promoción de la mujer en el trabajo.

Vicenta Rodríguez : “hay espacios sociales donde la mujer es menospreciada, por el hecho de ser mujer, y por eso, las políticas sociales en ese sentido tienen que seguir avanzando”

Mujeres representantes de movimientos y entidades católicas presentes en la archidiócesis de Valencia han advertido, con motivo de la celebración mañana, viernes, del Día Internacional de la Mujer, de la necesidad de fomentar políticas de “igualdad real” de la mujer para su promoción y desarrollo integral, y han alertado, además, sobre la “feminización de la pobreza”.

Así, Fani Rafa, secretaria general de Cáritas Diocesana de Valencia, entidad que acompaña cada año en la diócesis de Valencia a más de 5.000 mujeres a través de proyectos de formación, inserción social y laboral y de acogida, asegura que “no hay que olvidar aquellas mujeres que están siendo víctimas de la pobreza”.

Precisamente, “son ellas las que más sufren la inseguridad, la falta de trabajo, y la vulnerabilidad, y esto en cierta manera perjudica a sus hijos porque la mujer es la principal sustentadora de la familia”, afirma.

Es importante, por ello, “visibilizar el papel que está haciendo la mujer en el seno de la familia en riesgo de exclusión como sustentadora de la unidad familiar al tiempo que es la que menos oportunidades tiene de acceso al mercado laboral o de salir de la pobreza”.

Más del 70 por ciento de las peticiones de ayuda a Cáritas son presentadas por mujeres

Precisamente, el 72 por ciento de las personas beneficiarias de la acción de Cáritas en la diócesis son mujeres. Del total de 417 personas atendidas, en 2017, por ejemplo, en los proyectos de Familia e Infancia de las Cáritas parroquiales, el 75 por ciento eran mujeres. Igualmente, otras 140 mujeres recibieron ayuda en el programa de acompañamiento de personas en contexto de prostitución y trata. Y en el programa de empleo, también el 75 por ciento de las personas acompañadas fueron mujeres.

Fani Raga

Junto a Cáritas, la Iglesia en Valencia destina una buena parte de sus esfuerzos y recursos a atender a mujeres en riesgo de exclusión social, entre otras problemáticas, a través de proyectos específicos y servicios de ayuda en numerosas asociaciones e instituciones.

Así, la diócesis cuenta también con otras entidades que trabajan en el ámbito de la trata y la prostitución, como Villa Teresita; la Fundación Amaranta, de la congregación religiosa de las Adoratrices; el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM); y la Cátedra Scholas Occurrentes de la Universidad Católica de Valencia (UCV), y todas ellas forman parte de una red contra la trata integrada en la Delegación Diocesana de Migraciones del Arzobispado de Valencia.

Asimismo, entre otras entidades que ayudan a mujeres en la diócesis figura la Asociación Valenciana para la Defensa de la Vida-Provida que atiende a madres gestantes sin recursos y a sus bebés; y también Casa Cuna Santa Isabel, regida por las religiosas Siervas de la Pasión, que acoge habitualmente a mujeres que carecen de recursos económicos y de apoyo familiar o social.

Amparo Estellés, delegada de Apostolado Seglar, reclama “más visibilidad de la mujer en la sociedad”

Por su parte, la delegada episcopal de Apostolado Seglar de la diócesis, Amparo Estellés, primera mujer en ocupar esta responsabilidad en la Iglesia en Valencia, reclama“más visibilidad de la mujer en la sociedad”. Asimismo, advierte de la necesidad de “llevar adelante una labor de educación y formación muy importante, en primer lugar, en la familia, lugar por excelencia para el nacimiento de la fe y el crecimiento en valores”.

Así, la delegada de Apostolado Seglar defiende dar “mayor reconocimiento y presencia de la mujer en puestos de responsabilidad y de decisión”, porque -“aunque sí se le reconoce toda su grandeza y todo su valor, tanto en la sociedad como en la Iglesia,- en la práctica a veces ese reconocimiento no se hace visible”, ha añadido.

Amparo Estellés es también presidenta diocesana de Acción Católica General y miembro del Consejo Diocesano de Laicos, responsabilidades que compagina con otros compromisos pastorales.

Igualmente, señala, -entre otros problemas presentes en la sociedad-, el trabajo sumergido, la menor retribución de la mujer en puestos similares al hombre, y la falta de conciliación familiar. Es ese sentido, “deberíamos avanzar” en la compatibilidad laboral de la mujer con la maternidad porque “todos estamos llamados por Dios a realizar nuestra misión en el mundo dentro y fuera del hogar”, asegura.

Además, en la sociedad de hoy “cada vez se dan más situaciones de falta de consideración de las propias mujeres con respecto a los hombres en las relaciones emocionales, en el trato cotidiano, y en cuestiones de respeto de la propia dignidad” y, por ello, “es fundamental la educación y la formación en la familia”, ha añadido.

Vicenta Rodríguez

30 movimientos femeninos integrados en el Foro de Laicos del Arzobispado

En la actualidad, una treintena de asociaciones y movimientos femeninos están integrados en el Foro de Laicos del Arzobispado, todos ellos dedicados a obra social y apostolado seglar, a la evangelización y a la promoción de la mujer en el trabajo.

Para la presidenta de la coordinadora femenina del Foro de Laicos, Mª Ángeles Solaz, “hay que hacer presente a la mujer cristiana en la sociedad actual, dando imagen del Evangelio y de nuestra fe, siendo testigos de Cristo”.

Vicenta Rodríguez, secretaria autonómica de Escuelas Católicas: “La mujer tiene que tener más palabra y más presencia”

De igual forma, para la secretaria autonómica de Escuelas Católicas de la Comunidad Valencia, Vicenta Rodríguez, “la mujer tiene que tener más palabra, más presencia, y ser capaz de demostrar a la sociedad lo que vale”. Según explica, “hasta hace poco la mujer no ha sido capaz de levantar la voz, por esa igualdad real y plena”.

Por ello, Vicenta Rodríguez ha apostado por “visibilizar más a esas mujeres anónimas en muchos lugares, mujeres calladas, que sufren a las que hay que darles voz, no sólo en España o en Europa, sino en el mundo”.

Igualmente, refiriéndose al campo laboral, asegura que “hay espacios sociales donde la mujer es menospreciada, por el hecho de ser mujer, y por eso, las políticas sociales en ese sentido tienen que seguir avanzando”. No obstante, afirma que el mundo educativo “ha sido pionero” en ir consiguiendo esa igualdad plena y “hoy en día tenemos muchas mujeres directoras y muchas mujeres dentro de los equipos directivos”.

La secretaria autonómica de Escuelas Católicas ha elogiado la labor impulsada desde la Iglesia, -“aunque tenemos que seguir avanzando mucho más”- y, muy concretamente, la del papa Francisco “que está dando un empuje también para que haya una mayor presencia de la mujer en instancias del Vaticano”.

Manos Unidas Valencia: “La pobreza tiene rostro de mujer”

Igualmente, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo, Manos Unidas denunciaque la pobreza “tiene rostro de mujer”.

“Las mujeres y las niñas siguen sufriendo, mayoritariamente, la pobreza, la exclusión y la injusticia. La igualdad entre hombres y mujeres no es sólo un Derecho Humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un desarrollo humano integral y sostenible”, afirma Ana Ruiz, delegada de Manos Unidas Valencia.

"Las mujeres y las niñas siguen sufriendo, mayoritariamente, la pobreza, la exclusión y la injusticia"

Desde su fundación hace 60 años, Manos Unidas promueve proyectos de desarrollo especialmente centrados en la mujer, protagonista esencial en su trabajo en educación para el desarrollo y en sus proyectos de cooperación en alrededor de 60 países.

Precisamente, la campaña de este año de Manos Unidas pone el foco de atención en la mujer de hoy, como motor de desarrollo y promotora de derechos, y en los millones de mujeres que a pesar de ello y “en pleno siglo XXI no son independientes, ni se sienten seguras, ni se escucha su voz”.

“Todavía queda mucho camino por recorrer para cambiar esta realidad y erradicar muchos comportamientos que no respetan la dignidad y los derechos de la mujer, para ello la educación para el desarrollo tiene un papel esencial”, expresa Ana Ruiz.

En el marco de la campaña, Manos Unidas Valencia impulsa este año proyectos y procesos de desarrollo centrados en la mujer con la promoción de actividades generadoras de ingresos en Mauritania y en la India, así como para fomentar el acceso a la educación en Kenia y en la India.

Un centenar de misioneras valencianas repartidas por el mundo

Asimismo, a nivel internacional destaca la labor de cerca de un centenar de misioneras valencianas que actualmente desarrollan su labor en países del Tercer Mundo. Entre ellas figura María José Vila, de 68 años y natural de Guadassuar, perteneciente a la orden de las Agustinas Recoletas.

Vila lleva más de 35 años de vida contemplativa en lugares de misión como Filipinas, donde estuvo 15 años, o Kenia, donde se encuentra desde 2006, y con motivo del Día Internacional de la Mujer, la misionera expresa la “inmensa felicidad que siente primero como mujer, después como hija de la Iglesia y como consagrada en Ella para la salvación de las almas y Gloria de Dios”. Así, según subraya, se siente “la mujer más dichosa del mundo por el hecho de poder servir a la Iglesia en esta parcela de la viña el Señor”.

En el país africano, concretamente en la diócesis de Machakos-Makueni, María José Vila es la superiora de un convento de clausura, que ella misma fundó en 2006 y que cuenta con una comunidad formada por 18 religiosas, 16 de ellas nativas.

Las religiosas se dedican la mayor parte del día a la oración y al trabajo, elaborado albas, casullas y formas para consagrar. Pero además de realizar estas tareas cotidianas, Mª José es ejemplo de fe y perseverancia: después de once años de intentos fallidos logró, en esta zona desértica en Kenia, encontrar agua potable mediante la excavación de un pozo que les ha cambiado la vida a ellas y también a la población de su entorno.

Precarias

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