Un cura donostiarra confirma la participación del prelado en las 'terapias de conversión' gay "Munilla llegó diciendo que la homosexualidad era una enfermedad y que había curado a dos chavales"

Munilla, durante el anuncio de su marcha
Munilla, durante el anuncio de su marcha

"Quien le sustituya ya puede encomendarse a Dios y al diablo", sostiene el párroco Javier Hernáez

Munilla "se ha cargado la capacidad de reunión de los grupos parroquiales. Este hombre ha fomentado la falta de organización eclesial en la base de la Iglesia"

"Es el peor obispo que ha pasado por Donostia de los tres que he conocido durante mi actividad. Es una persona que no ha aceptado la diferencia y que siempre ha tratado de imponer la doctrina y la liturgia por encima de cualquier otra consideración"

"El obispo (Munilla) llegó diciendo que la homosexualidad era una enfermedad y que había curado a dos chavales". Javier Hernáez, a sus 67 años, deja su cargo al frente de la parroquia Altza-Larratxo. Y lo hace concediendo una jugosa entrevista a Noticias de Gipúzkoa en la que denuncia lo que era un secreto a voces: que el obispo saliente de San Sebastián, José Ignacio Munilla, tuvo un papel preponderante en las 'terapias de conversión gay', convenientemente silenciadas en el fragor del 'caso Novell'.

"Con ese tipo de manifestaciones estás diciendo a las familias que tienen a un hijo enfermo. Me aturde semejante osadía", recalca Hernáez, quien sostiene que "el único enfermo aquí es el obispo saliente".

"Menudo marrón tiene quien le suceda a Munilla con el desbarajuste que ha dejado en la diócesis. Es complicado poner de nuevo todo esto en marcha, con un clero muy envejecido y los más jóvenes con una manera de pensar muy concreta. A Munilla le ha dado igual que hayan dimitido cuatro arciprestes por el camino. Ha actuado como los cabestros", recalca el cura, que dedica buena parte de la entrevista a arremeter contra el prelado, al que el Papa Francisco acaba de sacar de Euskadi, enviándolo a Orihuela-Alicante.

Javier Hernáez

Las 'perlas' son contínuas durante la entrevista: "Es el peor obispo que ha pasado por Donostia de los tres que he conocido durante mi actividad. Es una persona que no ha aceptado la diferencia y que siempre ha tratado de imponer la doctrina y la liturgia por encima de cualquier otra consideración", denuncia el cura, quien señala "la venta o alquiler de patrimonio sin consultar con nadie, o la propia distribución de la diócesis en cuatro arciprestazgos, que es la jugada más rastrera que se puede llegar a hacer".

Una Iglesia medieval

Para Hernáez, Munilla "se ha cargado la capacidad de reunión de los grupos parroquiales. Este hombre ha fomentado la falta de organización eclesial en la base de la Iglesia". Junto a ello, lamenta que "ha cambiado la fisionomía de la Iglesia guipuzcoana, que ha pasado de ser comprometida y cercana a litúrgica, formal e incluso medieval".

Respecto a su posible sucesor, lo tiene claro: "Ya puede encomendarse a Dios y al diablo (...). Ahora mismo es necesario hacer una auditoría económica. Durante los últimos años no se sabe lo que ha pasado aquí, en la diócesis. Los anteriores gestores económicos aseguran que había dinero suficiente como para no tener que vender nada. Pues bien, en doce años Munilla ha vendido mucho patrimonio".

Primero, Religión Digital
Volver arriba