El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha concelebrado esta tarde la Misa de acción de gracias por la declaración de venerable de Antoni Gaudí, coincidiendo con el 99 aniversario de su muerte.
Al inicio de esta solemne eucaristía, afectado por una afonía, el cardenal Omella ha cedido la presidencia a su obispo auxiliar, Mons. David Abadías Aurín, y el obispo auxiliar, Mons. Javier Vilanova Pellisa, ha predicado la homilía. Además del cardenal Omella, han concelebrado desde el presbiterio el arzobispo de Tarragona, Mons. Joan Planellas, y el obispo de Sant Feliu de Llobregat, Mons. Xabier Gómez.
Más de 1.000 personas se han reunido esta tarde en la basílica de la Sagrada Familia para participar en la celebración eucarística, que ha comenzado unos minutos después de las 20 h. Han participado en el presbiterio los vicarios episcopales y los delegados diocesanos, entre otros presbíteros y diáconos. También se han sumado más de 20 seminaristas del Seminario Conciliar de Barcelona.
Entre las autoridades civiles, ha destacado la participación del consejero de Justicia, Ramon Espadaler; el consejero de Unión Europea y Acción Exterior, Jaume Duch; el teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle; el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña, Ramon Bassas; y el presidente de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, Esteve Camps, entre otros. Todo el Pueblo de Dios presente ha rezado por la memoria del venerable Antoni Gaudí.
Mons. Javier Vilanova ha leído la homilía preparada por el arzobispo de Barcelona. En su escrito, el cardenal Omella pide la intercesión de Gaudí para «construir una sociedad más fraterna, más justa y más abierta a Dios». También añade que «Gaudí nos muestra que se puede ser santo desde la propia vocación, desde el trabajo bien hecho, desde la belleza vivida como servicio, desde la aceptación amorosa y esperanzada de la vida tal como se nos presenta».
En referencia a la basílica de la Sagrada Familia, diseñada por Antoni Gaudí, en la homilía se ha destacado que el arquitecto reusense «no solo construyó un templo, construyó un camino hacia Dios. Su arquitectura es una catequesis silenciosa, una oración hecha piedra que continúa evangelizando. Su obra sigue hoy tocando corazones, despertando preguntas, abriendo ventanas a Dios».
La celebración ha finalizado en la cripta de la Sagrada Família, donde se ha venerado la tumba del venerable Antoni Gaudí.
