"Escuchar, caminar, anunciar", receta del cardenal de Madrid en el cierre del Año de San Isidro Osoro: "No hagáis caso de profetas de calamidades que dividen y rompen (...). Un anuncio de Cristo no lo pueden hacer hombres y mujeres enfadados"

Osoro presidió el cierre del Año Jubilar de San Isidro
Osoro presidió el cierre del Año Jubilar de San Isidro Ignacio Arregui/Infomadrid

"Hoy todos los madrileños, al clausurar el Año Santo, decimos juntos: gracias, Señor, pues en este Año Santo vivido en Madrid, con la intercesión y cercanía de san Isidro Labrador, santo madrileño, hemos podido ver y sentir la universalidad de la Iglesia"

"Isidro construyó una familia cristiana que sigue siendo modelo para todas las familias cristianas. Fue un creyente y trabajador incansable, modelo de caridad cristiana para todos los que tuvo a su lado y para todos los que iban en búsqueda de su consejo y cercanía"

"¿Hay algo más hermoso que ser hombres y mujeres de comunión en Cristo que unimos y no rompemos, que colaboramos unos con otros, que construimos fraternidad, que pedimos disculpas, que reconocemos los errores y pedimos perdón?"

Día de San Isidro en Madrid. Fieles en la Colegiata, en la pradera del santo, en la plaza Mayor. Chulapos y chulapas, isidros y palomas, todos caben en Madrid. También, junto al mismo altar, a los pies de las reliquias del patrón de la capital, el cardenal Osoro y su antecesor en Madrid, Rouco Varela, acompañados de Aquilno Bocos, el Nuncio Auza y los obispos auxliares. También, Ayuso y Almeida: el cierre del Año Jubilar no merecía menos.

Una ceremonia castiza, bonita, retransmitida por Telemadrid, en la que Osoro ha reivindicado este "años de gracia para Madrid y para los que, de diversos países, de todos los continentes, han pasado por la basílica de san Isidro, para pedir a este santo madrileño y universal su intercesión y su ayuda".

Osoro saluda a Ayuso
Osoro saluda a Ayuso Ignacio Arregui/Infomadrid

"Hoy todos los madrileños, al clausurar el Año Santo, decimos juntos: gracias, Señor, pues en este Año Santo vivido en Madrid, con la intercesión y cercanía de san Isidro Labrador, santo madrileño, hemos podido ver y sentir la universalidad de la Iglesia", glosó el cardenal de Madrid, quien reivindicó "a este santo, laico cristiano, esposo y padre de familia, como modelo cristiano que fraguó su vida dejándose invadir por la gracia de Jesucristo".

Y es que Isidro "construyó una familia cristiana que sigue siendo modelo para todas las familias cristianas. Fue un creyente y trabajador incansable, modelo de caridad cristiana para todos los que tuvo a su lado y para todos los que iban en búsqueda de su consejo y cercanía".

Osoro, en la clausura del Año Jubilar de San Isidro
Osoro, en la clausura del Año Jubilar de San Isidro captura/Telemadrid

Un Isidro solidario: "En el Madrid de su tiempo nadie que estuviese junto a él pasaba necesidad, pues compartía lo que tenía como los primeros cristianos, como nos ha dicho la primera lectura que hemos proclamado", saludó Osoro. "Se mantuvo firme en la fe, constante en el obrar, compasivo y misericordioso; vivir el Evangelio fue su pasión y proponerlo con su vida y ejemplo".

Se mantuvo firme en la fe, constante en el obrar, compasivo y misericordioso; vivir el Evangelio fue su pasión y proponerlo con su vida y ejemplo

Recordando las investigaciones llevadas a cabo a lo largo de este año, Osoro apuntó que "hemos conocido más su persona, su tiempo, su época, la Iglesia. Os hablo de san Isidro con las tres palabras que a mi modo de ver resumen su vida y su modo de vivir y actuar: escuchar, caminar, anunciar".

Escuchar, caminar, anunciar

En primer lugar, 'Escuchar'. "En este Año Santo, san Isidro nos ha invitado a sintonizar con la Palabra de Dios y a discernir si somos de verdad hombres y mujeres que formamos parte de un Pueblo en el que caminamos juntos, junto al Señor que camina en medio de nosotros", insistió el cardenal de Madrid, quien pidió a los fieles: "No hagáis caso de profetas de calamidades que dividen y rompen", apostando por "todos caminando juntos, sintiéndonos miembros de un Pueblo Santo".

"Queridos hermanos, ¿hay algo más bello que hacer camino juntos? ¿Hay algo más grande que encontrar nuevas sendas colaborando para anunciar el Evangelio, ayudándonos, sin evasiones hacia adelante, pero también sin nostalgias del pasado hacia atrás? ¿Hay algo más hermoso que ser hombres y mujeres de comunión en Cristo que unimos y no rompemos, que colaboramos unos con otros, que construimos fraternidad, que pedimos disculpas, que reconocemos los errores y pedimos perdón?", incidió Osoro.

En segundo lugar, 'Caminar'. Citando a Francisco, Carlos Osoro recordó cómo "nuestro tiempo ha de ser un tiempo de misericordia; sentirnos envueltos en la misericordia del Señor". "Todos los vecinos de aquel pequeño Madrid de entonces, encontraron en san Isidro a un hombre siempre en camino de seguimiento de Cristo, convertido en un hombre de misericordia, acogida y escucha", recordó.

Homilía de Carlos Osoro
Homilía de Carlos Osoro captura/Telemadrid

Constructores de fraternidad

Pero, "¿qué entregó a Madrid san Isidro?", se preguntó Osoro, subrando "la capacidad de acogida que ha tenido en su historia siempre para todos los que llegaron y llegan". "Esto es lo que entregó y sigue entregando san Isidro Labrador. Sí, la alegría de haber asumido una manera de ser y de vivir que no excluye absolutamente a nadie, pero que regala y ofrece esa mirada y gestos de Jesús: cómo ser canales abiertos y generosos de los que fluye amor, gracia, poner al otro en el centro, ser constructores de fraternidad".

Almeida y Villacís, en la Colegiata
Almeida y Villacís, en la Colegiata Ignacio Arregui/Infomadrid

Finalmente, 'Anunciar', en mitad de "un tiempo nuevo", con oración y creatividad. "En la vida de san Isidro, la «cercanía» es una palabra clave: «ser cercano»", glosó Osoro, subrayando cómo "la Iglesia crece no por proselitismo, sino por atracción". Y recordando que, "para anunciar, las personas se tienen que sentir acogidas. Un anuncio de Cristo no lo pueden hacer hombres y mujeres enfadados, sin alegría… así no se puede anunciar el Evangelio".

"Estamos invitados a descubrir en san Isidro Labrador un modo de caminar mostrando la belleza del Evangelio", concluyó Osoro.

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