El arzobispo de Madrid anima a las usuarias de Cáritas Osoro bendice el centro de día Concepción Jerónima, "un lugar donde, sin preguntas, se acoge a la persona"

Cardenal Carlos Osoro en el centro de día Concepción Jerónima
Cardenal Carlos Osoro en el centro de día Concepción Jerónima

"Lo importante es que no sufráis", ha recordado el cardenal a las mujeres, en su intervención. "O, que si estáis sufriendo, tengáis el cariño de las personas que os rodean". También de 'vuestro arzobispo', ha subrayado

Alrededor de 40 mujeres acuden cada día a las instalaciones del Concepción Jerónima, de Cáritas Diocesana de Madrid, donde se pueden duchar, lavar su ropa y comer. También tienen una sala de descanso con televisión

Las mujeres son atendidas por responsables de Cáritas, voluntarias, y una comunidad de vida de cinco hermanas misioneras siervas del Espíritu Santo. Abierto de 10:00 a 19:00 hora

Como ha recalcado Toñi Ruiz Reyes, el cardenal ha valorado la existencia de esta casa, "un lugar donde, sin preguntas, se acoge a la persona como lo que es, alguien a quien Dios quiere y a la que nosotros también tenemos que querer sin más"

(Archimadrid).- Melisa llegó hace cinco meses a España de su Costa Rica natal, «como un pollito en fuga» porque la pandemia dio al traste con todas sus oportunidades laborales. Maestra de Primaria, esta mujer de 34 años se vio aquí sola, sin familia, sin trabajo, sin papeles, sin casa… El círculo del que es tan difícil salir porque es una pescadilla que se muerde la cola.

Con los ínfimos ahorros que se trajo consiguió una habitación sin derecho a cocina ni a lavadora. Ahora vive en un trastero y le da «gracias a mi Dios» por la persona que se lo presta, que no le cobra. Oyó hablar de Cáritas un día que estaba sentada en un banco en la plaza Jacinto Benavente, después de haber acudido al comedor Ave María a por su ración diaria de comida.

Entonces, se presentó en el centro de día para mujeres Concepción Jerónima, de Cáritas Diocesana de Madrid, y el nombre de la primera persona que la escuchó lo lleva grabado a fuego en el corazón: Mónica. «En este país estoy sola y Cáritas es mi familia». En el centro, Melisa puede «lavar, comer, pasar el tiempo, hacer actividades, talleres de empleo…». Y tiene amigas que se preocupan por ella y que la cuidan cuando sus problemas de estómago, «por tanto sufrimiento», salen a la luz.

Una casa para dignificar a la mujer

La costarricense es una de las alrededor de 40 mujeres que cada día acuden a las instalaciones del Concepción Jerónima. Muchas de ellas han estado presentes este jueves, 2 de junio, en la bendición de las instalaciones, que ha llevado a cabo el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.

Las mujeres son atendidas por responsables de Cáritas, voluntarias, y una comunidad de vida de cinco hermanas misioneras siervas del Espíritu Santo. Abierto de 10:00 a 19:00 horas, allí las mujeres se pueden duchar, lavar su ropa y comer lo que les preparan en comedores sociales u otras entidades. También tienen una sala de descanso con televisión.

La mayoría son migrantes jóvenes, aunque hay un grupo de más mayores, fundamentalmente españolas, con una situación muy precaria en infraviviendas. Con todas ellas, con estos «pequeños cambios en su situación vital» como explica Marcela, una de las hermanas, se intenta que «se dignifique a la mujer, tan marginada en esta sociedad en la que las oportunidades de empleo y las puertas fuera se les cierran; aquí intentamos que estas puertas estén abiertas».

Regalar el amor de Dios

Precisamente a esto se ha referido el arzobispo en su intervención. En el centro, ha asegurado, se puede vivir la experiencia de «estar en vuestra casa». Y como sucede en casa, «nos quieren sin más y nos entregan lo que Dios da a los hombres». «Aquí se trata de regalar el amor de Dios».

Congregados en un amplio salón en el que se encuentra la cocina y las mesas para compartir los momentos de encuentro, el arzobispo ha recordado a las mujeres que «lo importante es que vosotras no sufráis o, que si estáis sufriendo, tengáis el cariño de las personas que os rodean». También de «vuestro arzobispo», ha subrayado.

Porque, como ha recalcado Toñi Ruiz Reyes, responsable del Programa de Mujer de Cáritas Diocesana de Madrid, «el impacto de la pobreza y la dureza de la crisis tiene rostro mayoritariamente femenino». Ante esto, el cardenal Ososo ha valorado la existencia de esta casa, «un lugar donde, sin preguntas, se acoge a la persona como lo que es, alguien a quien Dios quiere y a la que nosotros también tenemos que querer sin más». «Vamos a cuidarnos unos a otros», ha animado, antes de concluir poniendo el proyecto bajo el amparo de la Virgen de la Almudena.

Además de las mujeres del centro, ha acompañado al cardenal Osoro el director de Cáritas Diocesana de Madrid, Luis Hernández Vozmediano; la secretaria general, Pilar Algarate; el vicario para el desarrollo Humano Integral y la Innovación, José Luis Segovia; el vicario de la Vicaría III, Ángel López, y el párroco de la parroquia Santa Cruz, José Antonio Lerín, a la que pertenece territorialmente.

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