Un emocionado cardenal de Madrid preside en La Almudena una misa en memoria de Antonio Algor Osoro: "Don Antonio fue el gran defensor de los trabajadores"

Osoro: "Don Antonio fue el gran defensor de los trabajadores"
Osoro: "Don Antonio fue el gran defensor de los trabajadores"

"Cuando estaban rezando el padre nuestro, los dos, antes de dormirle, nos dice que pronunció ‘Perdona nuestras deudas...’ y se le caían las lágrimas. Sabía que el Señor lo cuidaba, que con él nada le faltaba, que a través de su vida le había conducido en todos los trabajos que realizó"

"Fue un pastor para todos los hombres, un hombre de Dios, un amigo del trabajo y de los trabajadores. Buscó el bien de los hombres, especialmente de este mundo del trabajo para entregarles la dignidad de todo hijo de Dios"

El cardenal Osoro sintió mucho la muerte de Antonio Algora, un amigo, un maestro, como ha confesado en privado. El arzobispo de Madrid quiso organizar una misa en memoria de “don Antonio”, como siempre le llamaba. Y dar gracias por la ayuda que le brindó, especialmente en estos duros últimos meses.

La catedral de La Almudena acogió la ceremonia, en la que participaron, entre otros, el cardenal emérito de Sevilla, Carlos Amigo; y los cuatro auxiliares de Madrid, así como los sobrinos de quien fuera obispo de Teruel y Ciudad Real. Y muchos otros, que respetando las limitaciones de aforo y el mal tiempo “os habéis querido acercar a celebrar esta Eucaristía”.

“Su muerte nos pescó de una manera improvisada”, admitió Osoro, quien desveló cómo el sacerdote que le dio la extrema unción, “cuando estaban rezando el padre nuestro, los dos, antes de dormirle, nos dice que pronunció ‘Perdona nuestras deudas...’ y se le caían las lágrimas. Sabía que el Señor lo cuidaba, que con él nada le faltaba, que a través de su vida le había conducido en todos los trabajos que realizó”.

Misa en recuerdo de Antonio Algora
Misa en recuerdo de Antonio Algora

Un pastor de verdad

“El justo vive siempre en manos del señor. Y así quiso vivir don Antonio. Era justo, quiso vivir desde el Señor, con el Señor, por el Señor”, confirmó Osoro, que destacó que era “un pastor, un pastor de verdad, que acompañó en todas sus circunstancias a su pueblo”.

“En estos meses en los que vino a vivir a Madrid, que nos hemos visto con más frecuencia, descubrías que era un hombre que te confrontaba con Dios. Lo vivía desde lo más profundo de la superficie de su vida”.

“No sólo un pastor y un hombre de Dios, sino un amigo de los hombres, con una especial sensibilidad, de los trabajadores”, recalcó. “Era el gran defensor, y el gran relator, de la dignidad del trabajador y de la necesidad de luchar por esa dignidad del mundo del trabajo. Nunca lo olvidó”.

Osoro, durante la homilía
Osoro, durante la homilía

De hecho, estando ya jubilado, “le había encargado que cuidase a las hermandades del trabajo, para ver cómo podíamos sacar adelante, en este momento, ese mundo. Lo había aceptado con cariño, porque miraba de un modo especial este mundo”.

“Fue un pastor para todos los hombres, un hombre de Dios, un amigo del trabajo y de los trabajadores. Buscó el bien de los hombres, especialmente de este mundo del trabajo para entregarles la dignidad de todo hijo de Dios”, concluyó Osoro.

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