"Nuestra diócesis corre un serio peligro de continuidad" El PSOE de Ciudad Rodrigo presentará una moción en defensa de la continuidad de la diócesis

Catedral de Ciudad Rodrigo
Catedral de Ciudad Rodrigo

De nuevo, ante los rumores existentes y los hechos que se van conociendo parece que la continuidad de la Diócesis de Ciudad Rodrigo está en peligro

En los próximos días se cumplirán dos años de la renuncia del último obispo residencial de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, monseñor Berzosa Martínez, una decisión que dejó vacante la mitra civitatense y abocó hacia una administración apostólica que ha contado, hasta el momento, con una interinidad ocupada sucesivamente primero por el arzobispo emérito de Burgos, don Francisco Gil Hellín, y después por el prelado también emérito de Ávila, don Jesús García Burillo, actualmente en el cargo a la espera de la normalización sucesoria de la prelatura de esta diócesis.

A principios del presente siglo se vivió una situación similar de vacancia en nuestra demarcación eclesiástica, pero con una temporalidad inferior (del 19 de marzo de 2002 al 26 de febrero de 2003, menos de un año), lo que no fue óbice, más bien todo lo contrario, para que surgiera un movimiento reivindicativo fomentado por diversas instituciones, colectivos y asociaciones para defender y conservar la diócesis civitatense ante los rumores, más o menos fundados, de su posible desaparición con la perspectiva de integrarse en el territorio eclesiástico vinculado al prelado salmantino.

Esa preocupación y el carácter reivindicativo que aparejó partieron inicialmente de los entonces responsables de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, quienes elaboraron un denso informe en el que se resaltaba la relevancia histórica de mitra civitatense –más de 850 años-, su vínculo con la ciudad –ambas instituciones surgieron prácticamente a la par-, y otros componentes de diversa índole que asentaban la continuidad de esta demarcación eclesiástica. Desde la propia Iglesia civitatense se propaló la convicción de que, si no se actuaba en distintos frentes y con fortaleza de argumentos, nuestra diócesis corría un serio peligro de continuidad.

Claustro de Ciudad Rodrigo
Claustro de Ciudad Rodrigo

Esta situación de incertidumbre caló en la sociedad mirobrigense, con una movilización que sin duda tenía como objetivo preservar algo que consideramos base de la idiosincrasia de nuestro pueblo, de nuestra historia y de nuestra sociedad. Y así se fueron sumando y aunando esfuerzos, en donde la institución municipal tuvo también un fuerte protagonismo asentado en la propuesta que hizo el Grupo Municipal Socialista al proponer una moción conjunta de todos los grupos representados en la Corporación mirobrigense en defensa de nuestra diócesis.

La propuesta tuvo una respuesta inmediata de consenso que fraguó en la convocatoria de un pleno extraordinario y urgente en el que se expusieron y refrendaron todos los argumentos –históricos, sociales, económicos…- para reclamar la continuidad de la Diócesis de Ciudad Rodrigo ante la incertidumbre de su inmediato futuro; una moción que fue trasladada a las instancias competentes, al tiempo que se iniciaban otro tipo de gestiones con el único objetivo de preservar la mitra civitatense. Apenas dos meses después, sin duda fruto de ese compromiso institucional y social con nuestro territorio eclesiástico, con la relevancia de las gestiones que se hicieron desde distintos ámbitos, la Nunciatura de la Santa Sede en España anunciaba el nombramiento de un nuevo prelado para Ciudad Rodrigo.

Raúl  Berzosa Martínez
Raúl Berzosa Martínez

No parece que aquella experiencia, que aquellas movilizaciones hayan sido aprovechadas en estos momentos en una situación similar, aunque más alargada en el tiempo. Llevamos más de dos años a la espera del nombramiento del sucesor de monseñor Berzosa Martínez. De nuevo, ante los rumores existentes y los hechos que se van conociendo parece que la continuidad de la Diócesis de Ciudad Rodrigo está en peligro. Tal vez, desde distintos ámbitos, se estén haciendo gestiones sottovoce, pero la sensación que impregna en la sociedad mirobrigense raya en el conformismo, en la resignación ante lo que parece que pueda ocurrir en poco tiempo y que se traduce en una evidente incertidumbre sobre el futuro de la diócesis civitatense. Ante esto, están surgiendo algunas voces críticas que alertan sobre las consecuencias de la desaparición de nuestra demarcación eclesiástica y que nos invitan a reflexionar y actuar al respecto.

En ese sentido, el GMS presentará en el próximo pleno ordinario una moción en defensa y continuidad de la Diócesis de Ciudad Rodrigo que, siguiendo el espíritu y la estela de la moción conjunta planteada a principios de 2003, esperamos que cuente con el consenso de los distintos representantes en el Ayuntamiento mirobrigense, aunque sería deseable que esa moción se gestase con las aportaciones de los distintos grupos políticos presentes en el consistorio, traducidas en una moción conjunta.

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