El abad Gasch alaba la "estabilidad" de Montserrat en la celebración del Milenario El Rey ve Montserrat como el "punto de encuentro" de la cultura catalana, española y europea

Los reyes, en Motserrat
Los reyes, en Motserrat EP

El rey Felipe VI ha definido Montserrat como "un gran punto de encuentro" de la cultura catalana, de la española y de la europea, y ha asegurado que su valor simbólico trasciende su enorme dimensión religiosa, al tiempo que ha apostado por la constancia frente a los "discursos totalitarios" y las "identidades excluyentes"

El abad de Montserrat, Manel Gasch, ha reivindicado por su parte en el Monasterio de Montserrat (Barcelona) la "estabilidad" de Montserrat en la cultura catalana, en una jornada de reconocimiento a la figura del Abat Oliba por el milenario de la fundación de la Abadía, en la que han participado los Reyes Felipe VI y Letizia

El rey Felipe VI ha definido Montserrat como "un gran punto de encuentro" de la cultura catalana, de la española y de la europea, y ha asegurado que su valor simbólico trasciende su enorme dimensión religiosa, al tiempo que ha apostado por la constancia frente a los "discursos totalitarios" y las "identidades excluyentes".

"Europa entera se nutre de esa tradición de acogida, conocimiento y aprendizaje", ha dicho este lunes en el Monasterio de Montserrat, en una jornada de reconocimiento a la figura del Abat Oliba en milenario de la fundación del monasterio a la que también ha acudido la Reina Letizia.

Consigue el libro despedida al papa Francisco

El discurso, que más de la mitad ha sido en catalán, lo ha pronunciado ante el presidente de la Generalitat, Salvador Illa; el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; la alcaldesa de Monistrol, Núria Carreras; el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto; el abad de Montserrat, Manel Gasch, y el prior y comisario del Milenario, Bernat Juliol.

"Debemos estar orgullosos de ella porque nos habla de apertura y progreso. No se cierra en sí misma, no recela de las diferencias, no se queda inmóvil como lo están las rocas, sino que avanza con el tiempo y es un referente para la innovación, la creación y la comunicación", ha añadido el monarca.

El Rey ha defendido que las montañas de Montserrat "son faro espiritual, moral e intelectual para tantas personas en Cataluña, en España y en Europa", y ha agradecido la constancia y la perseverancia de los monjes.

Incertidumbre global  

A su juicio, el patrón ético del enclave cobra especial importancia en la actualidad: "Tiempo de graves incertidumbres geopolíticas, de graves conflictos y de guerras con una indescriptible dimensión de sufrimiento humano". "Todos debemos velar por la preservación y la dignidad del espacio público. El suyo es y debe ser, para todos, un mensaje de esperanza", ha señalado.

Asimismo, ha pedido ser "constantes en la renuncia a los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral" y apoyar el viaje hacia el bien común.

"Y nuestra vida --que es, en términos históricos, apenas un instante-- integra un discurso mucho más amplio, que debemos cuidar y engrandecer para, al fin y al cabo, entregarlo a las generaciones futuras", ha aseverado.

"Gran simbolismo" 

Felipe VI ha recordado que esta es su primera visita como Rey a la Abadía de Montserrat, donde acudió en 2011 junto a Letizia como Príncipes de Asturias, y ha señalado el vínculo entre el enclave y la Corona. "Cuando hemos traspasado el umbral de esta basílica, lo hemos hecho con la conciencia clara de su gran simbolismo y del peso de la historia, de lo que significa su milenario", ha dicho el Rey, que antes de su discurso ha visitado y tocado la Moreneta.

Para el monarca, la comunidad de Montserrat "va mucho más allá" de sus muros, ya que la representan todos los hombres y mujeres que se identifican con los valores de la vida benedictina.

El abad reivindica la "estabilidad" 

El abad de Montserrat, Manel Gasch, ha reivindicado por su parte durante su intrevención la "estabilidad" de Montserrat en la cultura catalana. "Nos ha hecho estables en la cultura asociada geográficamente a este sitio, la cultura catalana, que hemos acompañado, la lengua y todas las expresiones musicales, literarias, etcétera, que Montserrat ha dado", ha dicho, en referencia al legado del fundador de Montserrat, el Abat Oliba, durante un coloquio sobre su figura.

Ha afirmado que continúa inspirando a Montserrat como benedictino, pero también por su capacidad de articular el territorio y por su "capacidad de tener una mirada larga", que los benedictinos, ha defendido, expresan con la palabra 'estabilidad'.

"Cuando alguien lleva mil años en el mismo sitio ha construido algo más o menos estable. Una estabilidad que durante estos mil años nos ha hecho estables geográficamente en este sitio, en estas rocas, donde era algo inimaginable, hace mil años, que se desarrollara todo lo desarrollado", ha valorado.

Ha señalado la determinación de Montserrat de ser "estables en la fe cristiana" para poder ofrecer al mundo una respuesta a muchísimos problemas, en diálogo con la conciencia de la diversidad, en sus palabras.

Sociedad "muy compleja"

Gasch ha definido al Abat Oliba no solo como un monje, sino también como un político y un hombre importante en una sociedad, la de finales del siglo X, "muy compleja", y ha asegurado que fue pionero en la cultura de la paz.

"Había muchos abusos feudales, había muchas peleas internas entre cristianos, y también, evidentemente, todavía estamos en una época de conflicto entre cristianos y territorios ocupados por musulmanes en la Península Ibérica", ha relatado.

Por ello, ha definido las asambleas de Paz y Tregua que impulsó como una solución original, en sus palabras: "Los efectos de esto fueron que consiguió prosperidad económica alrededor de todo aquello que él creaba. Crear seguridad, crear paz, quiere decir crear alrededor de las iglesias, monasterios y las personas, una cierta prosperidad".

Valores de la Regla de San Benito

Juliol ha reivindicado la figura del Abat Oliba como un "catalizador de los valores de la regla de San Benito" y sus valores como vehículo para llevar la paz al Monasterio, en sus palabras, y ha explicado que en el museo The Cloisters de Nueva York (Estados Unidos), se conserva la mitad del claustro románico de Sant Miquel de Cuixà (Francia), monasterio del que fue abad.

"En medio del mundo moderno, en medio de la gran ciudad, nos puede ayudar a llevar también este remanso de paz, este lugar de valores, este lugar donde nos encontramos para compartir unos valores y trabajar por nuestra sociedad y trabajar por la paz, que en definitiva es lo que hizo el Abat Oliba", ha sostenido.

Por su parte, Donato Ogliari, abad del monasterio benedictino de San Pablo Extramuros, ha defendido que, desde una perspectiva objetiva, "los principios del cristianismo han contribuido activamente al desarrollo europeo y a la formación del continente europeo, tanto a nivel espiritual y ético como a nivel cultural y social".

Asimismo, ha asegurado que el enfoque cultural benedictino activa una cultura de paz que se nutre de la cultura del encuentro: "Si nos relacionamos con la diversidad con un espíritu constructivo, es posible alcanzar una convivencia de las diferencias, capaz de desencadenar un proceso virtuoso de creatividad y compartición".

Finalmente, Fossas ha destacado la armonía entre la dimensión cristiana de la catolicidad y la universalidad, y ha afirmado que el cristianismo ha sabido llegar a todo el mundo "no a partir de la unificación, no de la fusión de culturas, sino a partir de la identificación con cada lugar donde vive".

"La identidad asumida y aceptada abre al mundo, no cierra. Abre porque es como una puerta que se abre al diálogo, a la convivencia con el otro, y lo que busca quien va al monasterio, quien quiere ser acogido en el monasterio, es precisamente eso, la diferencia, la identidad propia de monjes y monjas", ha expresado.

Volver arriba