Para "prevenir este crimen y actuar ante estos delitos y reparar o a aliviar las heridas" Sacristías con puertas abiertas y catequesis con cristaleras: la diócesis de Cartagena-Murcia se 'blinda' frente a los abusos

Lorca Planes y Gil Sáez presentan el protocolo antiabusos de la diócesis
Lorca Planes y Gil Sáez presentan el protocolo antiabusos de la diócesis Diócesis de Cartagena-Murcia

Lorca Planes: “Ojalá que esto sea un punto y final: que cambiemos de criterio, que dejemos a un lado (a la hora de agredirlos) a los indefensos, a los niños, a las personas que no tienen capacidades, como los adultos vulnerables”

"Están absolutamente prohibidos juegos, bromas o castigos que puedan tener connotación sexual, evitando cualquier tipo de conductas que impliquen o sugieran desnudarse, besarse o tener contacto físico sugestivo o dado a malinterpretaciones"

Lee aquí el Protocolo

“Ojalá que esto sea un punto y final: que cambiemos de criterio, que dejemos a un lado (a la hora de agredirlos) a los indefensos, a los niños, a las personas que no tienen capacidades, como los adultos vulnerables”. El obispo de Cartagena-Murcia, José Manuel Lorca Planes, presentó esta mañana el Protocolo diocesano de prevención, actuación y reparación de abusos sexuales para la protección de menores y adultos vulnerables.

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Un protocolo en el que, entre otras cuestiones, se plantea que en las catequesis o en las sacristías, "las puertas estén abiertas o con cristales", porque "estas cosas nos protegen a todos". Al tiempo, también abogan por los espacios abiertos en lugares como el seminario menor, prohibe a curas o catequistas entrar en las duchas o vestuarios de los menores "a no ser que haya una causa grave", o sanciona las "bromas" con connotaciones sexuales y el lenguaje soez.

"Están absolutamente prohibidos juegos, bromas o castigos que puedan tener connotación sexual, evitando cualquier tipo de conductas que impliquen o sugieran desnudarse, besarse o tener contacto físico sugestivo o dado a malinterpretaciones", se lee en el protocolo.

El obispo, el primer obligado

Tal y como subraya la diócesis en un comunicado, el obispo reclamó que "nos tomemos con absoluta seriedad los pasos destinados a prevenir este crimen y actuar ante estos delitos y reparar o a aliviar las heridas que estos actos siempre producen en las personas". Lorca ha explicado que las normas están vigentes para todos los que tengan trato con menores, incluido él mismo. "Va para todo el mundo, el obispo el primero".

Junto al prelado, el delegado para la Protección del menor y de los adultos vulnerables y vicario Judicial, Gil José Sáez Martínez, desgranó los catorce puntos del protocolo: los conceptos de abuso físico, sexual y de poder a un menor; quién es un adulto vulnerable; la legislación del Código Penal Español, de las Naciones Unidas y de la Unión Europea al respecto; el procedimiento penal estatal para enjuiciar abusos a menores y a adultos vulnerables; cuál es la legislación penal y procesal canónica sobre estos delitos; cómo son los procesos canónicos para enjuiciar abusos a menores y a adultos vulnerables para el clero diocesano, para los miembros de los institutos religiosos, sociedades de vida apostólica y laicos; cómo es el proceso de acogida y escucha a las víctimas; de qué manera llevar a cabo la prevención; cómo actuar ante un caso; de qué forma ha de ser la comunicación de los casos; la reparación y sanación a las víctimas; y cómo tratar la documentación de las denuncias.

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