“Hablar de la Inmaculada en Sevilla es hablar de identidad” Saiz Meneses: "La Inmaculada es la prueba viva de que la santidad es posible"
El prelado reivindicó esta fiesta como "una fiesta profundamente sevillana, hondamente española y plenamente católica"
| Archisevilla
La Catedral de Sevilla ha acogido esta mañana la celebración de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen, que comenzaba a las nueve y media con el Oficio de Lecturas y Laudes dirigidos por el Cabildo. Precisamente, el Cabildo Catedral en pleno, siguiendo la tradición, acudió a felicitar y recoger al arzobispo, monseñor José Ángel Saiz, al Palacio Arzobispal, para acompañarle hasta la Catedral, donde se ha celebrado la misa. Esta ha estado concelebrada por el nuncio apostólico en Gran Bretaña, monseñor Miguel Maury, y por el deán de la Catedral, Francisco José Ortiz.
A la celebración han acudido el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, y otros miembros de la Corporación municipal; representantes de la Asociación de fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando, y cientos de sevillanos que han querido compartir este día en el primer templo de la Archidiócesis. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la coral de la Catedral.
Durante su homilía, el arzobispo ha recordado que esta es “una fiesta profundamente sevillana, hondamente española y plenamente católica; una fiesta que ha modelado la cultura, el arte, la espiritualidad y el corazón creyente de nuestros pueblos”.
También ha profundizado en las implicaciones del dogma inmaculista: “En María vemos la victoria de la gracia sobre el pecado, la restauración del plan divino, de la humanidad tal como Dios la soñó”. En este sentido, monseñor Saiz ha insistido en que “en esta solemnidad, nuestra mirada se dirige a la mayor maravilla realizada en una criatura: la santidad original de María, preservada del pecado por la gracia redentora de Cristo, aplicada a ella de modo anticipado”.
Además, ha explicado que “la gracia que llena a María no es un privilegio aislado, sino un signo de nuestra propia vocación”. Por ello, ha defendido que “la Inmaculada es la prueba viva de que la santidad es posible”. Precisamente, explicaba el arzobispo, “la plenitud de la gracia es la raíz de la santidad original de María”.
Tres actitudes de vida cristiana
Más adelante, don José Ángel ha señalado que “hablar de la Inmaculada en Sevilla es hablar de identidad, de memoria agradecida y de misión evangelizadora. Aquí, el misterio de su Concepción sin pecado ha sido proclamado con fuerza durante siglos”.
Finalmente, ha invitado a los fieles a reavivar tres actitudes de la vida cristiana. En primer lugar, ha instado a renovar la fe a Cristo, “como María, con confianza, humildad, disponibilidad…” y a “abrir espacios para Dios en nuestra vida: oración, Eucaristía, confesión, lectura de la Palabra”. Por otra parte, ha pedido “vivir como hijos de la Iglesia”, siendo “cristianos coherentes que testimonio con alegría la fe”. Por último, ha exhortado a “acogernos al amparo de la Inmaculada: Ella es Madre cercana, refugio seguro, consuelo en la tribulación”.
Tras la celebración de la Eucaristía, el arzobispo ha concedido la bendición con indulgencia plenaria para aquellos fieles que cumplan los requisitos para recibir esta gracia.
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