Asenjo reconoce en su antecesor "la imagen del buen pastor" Saiz Meneses: "Amigo tenía siempre una palabra de alivio, una palabra adecuada, de consuelo"

El cardenal Amigo, y Saiz Meneses
El cardenal Amigo, y Saiz Meneses

El arzobispo invita a los sevillanos a acudir al adiós del cardenal: “Todos los que podáis venir, uníos a la celebración, y los que no puedan, hacedlo en la distancia desde la oración”

El prelado hispalense ha destacado la jovialidad y alegría del cardenal Arzobispo emérito, así como su inquietud por el diálogo “interreligioso, interconfesional, en el seno de la Iglesia y en la sociedad” en general

Monseñor José Ángel Saiz ha publicado esta tarde un vídeo a través de los medios diocesanos en el que lamenta el reciente fallecimiento del cardenal Arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo.

El actual Arzobispo de Sevilla ha declarado que monseñor Amigo fue un hombre “espiritual, pero a la vez muy humano, muy cercano y misericordioso”. Un hombre –ha dicho- que “se hacía cargo de las situaciones de las personas, de los grupos, de las realidades con las que él debía trabajar pastoralmente. Un hombre que tenía siempre una palabra de alivio, una palabra adecuada, de consuelo”.

El prelado hispalense ha destacado la jovialidad y alegría del cardenal Arzobispo emérito, así como su inquietud por el diálogo “interreligioso, interconfesional, en el seno de la Iglesia y en la sociedad” en general.

Finalmente, monseñor Saiz, ha recordado el trabajo que don Carlos realizó como Arzobispo de Sevilla en las parroquias, en el ámbito de la vida consagrada, con los movimientos y realidades de la Iglesia y con las hermandades y cofradías “que tanto lo quieren a él también”.

En definitiva, ha dicho, “ha completado su peregrinación aquí en la Tierra con entrega, con generosidad y dando un fruto abundante”.

Asenjo: "Me enseñó y me orientó"

Por su parte, monseñor Juan José Asenjo, Arzobispo emérito de Sevilla, también ha reconocido en monseñor Carlos Amigo “la imagen del buen pastor”. Durante los 28 años que dirigió la Archidiócesis hispalense “estuvo cerca de los sacerdotes, a los que sirvió con entrega”, así como de las hermandades y cofradías, a las que “valoró como escuela de vida cristiana y camino de santidad”.

Monseñor Asenjo también ha señalado que su pontificado tuvo “un marcado carácter social” y que fue “muy sensible al servicio que prestan los religiosos en las diócesis”.

“Personalmente –reconocía el Arzobispo emérito- tuve una relación estrecha con él”. “Me enseñó y me orientó acerca del servicio de esta diócesis y sus características propias”, recordaba.

Por todo ello, pedía encomendar su alma al Señor para que “premie los muchos méritos que ha contraído a lo largo de su vida”.

La celebración de la Misa exequial tendrá lugar el sábado, a las once y media de la mañana, en la Seo hispalense, una oportunidad de despedirse a la que el Arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz, ha invitado a todos los sevillanos: “Todos los que podáis venir, uníos a la celebración, y los que no puedan, hacedlo en la distancia desde la oración”.

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