“Hay que dar un sí cada día, en toda ocasión, paso a paso”, afirma el obispo electo de Tortosa Sergi Gordo, a sus nuevos fieles: "Soy cristiano CON vosotros y obispo PARA vosotros"

Sergi Gordo, con el cardenal Omella
Sergi Gordo, con el cardenal Omella A. Codinach / Catalunya Cristiana

"Deseo aprender mucho de vosotros, conoceros, escucharos, haceros míos vuestros gozos y esperanzas, tristezas y preocupaciones, adentrarme en vuestra historia"

Se comprometió a proseguir esta “carrera de relevos” escuchando a todos y colaborando con todos, “sea cual sea su credo o ideología”, así como “tratando a las autoridades con respeto por su compromiso en el servicio al bien común, trabajando por el bien de todos”

"Pido que lo aceptéis, es un buen obispo". El cardenal Omella, todavía recuperándose de una reciente caída en Roma que le obliga a llevar un grueso vendaje en el brazo y mano derechos, presentó al flamante obispo electo de Tortosa, Sergi Gordo, quien comenzará su ministerio episcopal en su nueva sede el próximo 9 de septiembre, a las 11 horas. "Nuestro hermano pequeño crece".

En una carta enviada a sus nuevos feligreses (y que puedes leer íntegra aquí), Gordo quiso dar “gracias a Dios, con todas y todos vosotros, santo Pueblo fiel de Dios que peregrina en Tortosa” por una designación que, reconoció, acoge “con temor y temblor, muy consciente de mis limitaciones y al mismo tiempo con alegría y esperanza”.

“Hay que dar un sí cada día, en toda ocasión, paso a paso”, reflexionó el prelado, recordando su etapa como seminarista, y expresando su “ilusión de venir a compartir mi vida con vosotros”. “Estoy contento porque podremos ‘caminar juntos’, llamados a ser ‘Iglesia en salida’”, como se planteó en la síntesis del Sínodo diocesano, que se comprometió a “hacer mía”.

“Deseo aprender mucho de vosotros, conoceros, escucharos, haceros míos vuestros gozos y esperanzas, tristezas y preocupaciones, adentrarme en vuestra historia”, recalcó Gordo, quien con San Agustín, recordó que “soy cristiano CON vosotros y obispo PARA vosotros”.

“Servid al Señor con alegría” es el lema episcopal del prelado, especialmente a los que “están atosigados por cualquier circunstancia, los pobres y necesitados”, y con él se comprometió a proseguir esta “carrera de relevos” escuchando a todos y colaborando con todos, “sea cual sea su credo o ideología”, así como “tratando a las autoridades con respeto por su compromiso en el servicio al bien común, trabajando por el bien de todos”.

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