Juan Antonio Menéndez era el responsable de la Comisión Antipederastia Fallece de un infarto el obispo de Astorga

El obispo de Astorga, monseñor Menéndez
El obispo de Astorga, monseñor Menéndez Agencias

El prelado, de 62 años, ha fallecido este miércoles pasadas las 17 horas

Menéndez se encontraba en su despacho cuando avisaron al 112. Pese a practicarle la reanimación cardiopulmonar, no se pudo hacer nada

"Lo lamento muchísimo, espero que esté en el cielo", afirma Javier, el denunciante de La Bañeza

El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, ha fallecido este miércoles por la tarde de un infarto. El prelado asturicense se encontraba en su lugar de trabajo cuando avisaron al centro de Emergencias 1-1-2.

El servicio contactó con la Policía Local y los servicios sanitario que pese a haber practicado la reanimación cardiopulmonar no pudieron hacer nada y falleció pasadas las 17,00 horas.

Había sido nombrado recientemente presidente de una Comisión de Trabajo para actualizar los protocolos de actuación contra los delitos de abusos sexuales cometido en el seno de la Iglesia.

Menéndez, era el encargado de presidir una Comisión de Trabajo puesta en marcha por la Conferencia Episcopal Española que tiene como fin actualizar los protocolos de actuación contra los delitos de abusos sexuales cometido en el seno de la Iglesia y también poner en marcha una nueva normativa para atajar la pederastia centrada en la prevención y la protección de los menores.


El encargado de presidir este nuevo ente, el obispo de Astorga, ha sido cuestionado por su actuación en los casos de pederastia ocurridos en el Seminario de La Bañeza, en concreto los llevados a cabo por el cura José Manuel Ramos Gordón, que fue condenado por la Iglesia con la privación del ejercicio del sacerdocio durante 10 años y a residir fuera de la Diócesis de Astorga.

Esta fue la segunda condena a este párroco por abusar sexualmente de menores, en una primera condena, por otro caso diferente, en este caso de dos hermanos, la pena interpuesta por el Vaticano fue de un año de inhabilitación, que fue considerada por uno de los denunciantes "una burla".

Nada más conocer la noticia, Javier, el primer denunciante de La Bañeza, lamentaba su muerte. "Lo lamento muchísimo, espero que esté en el cielo", apuntó a RD. 

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