Salvador Busquets llama a 'no cronificar' esta alarmante situación FOESSA: Más de un millón de personas sufren exclusión residencial en la diócesis de Barcelona

Informe FOESSA Barcelona 2022
Informe FOESSA Barcelona 2022

El 32% de la población en la diócesis de Barcelona se encuentra en exclusión social, 300.000 personas más que en 2018

77.000 hogares viven sin ningún ingreso periódico. Más de 140.000 hogares de la diócesis no tienen acceso a medicamentos por problemas económicos y 33.000 familias afirman haber pasado hambre en los últimos 10 años con frecuencia o que la pasan ahora

La exclusión social de los hogares con niños y adolescentes de la diócesis es del 40%. Manifiestan dificultades en todos los ámbitos de la vida. Son un colectivo menos protegido en nuestro país que en el resto de los países europeos

Salvador Busquets, director de Cáritas Diocesana de Barcelona, ha pedido evitar que estas nuevas situaciones de vulnerabilidad se transformen en crónicas mediante políticas públicas decididas

También, ha pedido aumentar la cobertura de Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), e implementar una completa armonización entre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la RGC

(Cáritas).- En presencia de Josep Maria Forné, director general de Servicios Sociales de la Generalitat de Catalunya y de Sònia Fuertes, Comisionada de Acción Social del Ayuntamiento de Barcelona, Cáritas Diocesana de Barcelona ha celebrado la ‘Jornada Pandemia y exclusión social: La tormenta perfecta’, en la que se ha presentado el informe FOESSA 2021 de exclusión y desarrollo social en la diócesis de Barcelona. Más de 150 personas se han reunido en la Sala Oriol Bohigas del Ateneu Barcelonès, con el objetivo de comprender y analizar los factores que sitúan la exclusión social en el área de Barcelona por encima de la de Catalunya y de España.

El padre Josep Matías, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Barcelona, ha sido el encargado de dar la bienvenida a los asistentes. Matías ha constatado que las conclusiones del informe FOESSA son preocupantes, y ha llamado a replantear el orden de prioridades de la acción política. “Es necesario que los gobernantes aborden este problema y no nos distraigan ni se distraigan con temas secundarios. Hacer visibles a los más vulnerables con datos objetivos y rigurosos es un primer paso para tratar de cambiar la realidad en la que vivimos, pero, ante la pandemia de la desigualdad, debemos ser atrevidos, valientes e inconformistas”, ha indicado.

En este sentido, el delegado episcopal ha reclamado a los gobernantes, a los sindicatosy a los distintos agentes sociales, un gran pacto para detener el incremento de la pobreza. “No podemos normalizar el drama de la exclusión social. Debemos actuar para construir una sociedad más cohesionada”.

Seguidamente, Raúl Flores, coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas Española y secretario técnico de la Fundación FOESSA y Miriam Feu, responsable de Análisis Social e Incidencia y del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas Diocesana de Barcelona han presentado los principales datos del informe FOESSA 2021 de exclusión y desarrollo social en la diócesis de Barcelona. Los ponentes han explicado que el informe se ha elaborado a partir de 1.800 encuestas, y por medio de 37 indicadores, se ha podido calcular el porcentaje de exclusión social que existe en el área de Barcelona.

Feu ha indicado que 885.000 personas de la diócesis de Barcelona se encuentran en exclusión social, 300.000 más que en 2018. “La exclusión social en la diócesis de Barcelona se sitúa 3 puntos por encima de la de Catalunya (29,10%) y casi 9 puntos por encima de la del conjunto de España (23,4%). El dato es preocupante, y significa que 1 de cada 3 personas de la diócesis queda excluida de la sociedad”, ha advertido Feu.

Empleo y Vivienda: Factores de exclusión

Raúl Flores ha argumentado que problemáticas como el acceso a la vivienda o una mayor precariedad laboral sitúan a Barcelona en un nivel de exclusión social superior al del conjunto de Catalunya. "97.000 hogares tienen todos sus miembros activos en paro, 167.000 se encuentran en inestabilidad laboral grave, y 77.000 hogares no disponen de ningún ingreso periódico", ha afirmado Flores.

Asimismo, también ha explicado que más de un millón de personas viven en exclusión residencial. “Un 26,2% de la población (725.000 personas) paga un gasto excesivo en vivienda, que implica que se quedan en pobreza severa una vez ha hecho frente a los gastos de vivienda y suministros. Esto las coloca en una situación de incertidumbre y sufrimiento constante, ya que no saben si el próximo mes podrán pagar todos los gastos del hogar o si más adelante les subirán el alquiler. Es muy complicado construir una vida en estas condiciones”, ha explicado el coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas Española.

Feu ha argumentado que todos estos factores, sumados a las restricciones y la emergencia de la Covid-19 ha hecho aumentar la angustia y el sufrimiento de muchas familias. "En solo tres años, las personas con un trastorno mental diagnosticado han aumentado nueve puntos porcentuales, afectando a un 17% de la población".

En esta línea, la responsable de Análisis Social e Incidencia de Cáritas ha detallado que más de 140.000 hogares de la diócesis de Barcelona no tienen acceso a medicamentos por problemas económicos, y que 33.000 familias en las que viven 118.000 personas afirman haber pasado hambre en los últimos 10 años con frecuencia o que la pasan ahora.

Presentación informe

Las familias con niños, las más expuestas a la exclusión

Las familias con niños y adolescentes han recibido con intensidad las consecuencias de la crisis de la Covid-19. Feu ha expuesto que, en la diócesis de Barcelona, la exclusión social de los hogares con niños y adolescentes es del 40%, y que se duplica en relación con las familias sin hijos. Asimismo, ha apuntado que esta exclusión es más intensa en los hogares monoparentales y las familias numerosas, puesto que 1 de cada 2 familias se encuentra en exclusión social.

“Casi la mitad de los hogares con menores tienen dificultad para llegar a fin de mes, y el 43% no dispone de ingresos para gastos imprevistos. Son un colectivo menos protegido en nuestro país que en el resto de los países europeos, y la pandemia ha agravado su situación”.

Las familias manifiestan dificultades en todos los ámbitos de la vida, pero destaca que un 36% ha tenido que reducir los gastos en alimentación, y un 52% los gastos en vestido y calzado. Además, un 11% se han visto obligadas a compartir piso con personas desconocidas, y el 26% han tenido impagos relacionados con la vivienda.

Un nuevo impulso del estado del bienestar

El director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets, ha sido el encargado de cerrar la jornada. Busquets ha pedido reimpulsar el modelo de estado del bienestar. “El reto de la protección social es evitar que estas nuevas situaciones de vulnerabilidad se transformen en crónicas. Hacen falta políticas públicas decididas y enfocadas a reducir la exclusión social”, ha advertido.

En este sentido, ha pedido aumentar la cobertura de Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), e implementar una completa armonización entre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la RGC. "Resulta inadmisible que la RGC solo llegue al 28% de la población catalana en situación de pobreza severa, y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) al 11,8% de la población de la diócesis de Barcelona en la misma situación".

Por último, ha pedido una política decidida de vivienda social, que facilite el acceso y el mantenimiento de una vivienda digna a la población en situación de exclusión social. “Celebramos la reciente aprobación de la proposición de ley de ampliación de las medidas urgentes para hacer frente a la emergencia habitacional, pero son necesarias, en paralelo, medidas estructurales que eviten futuras emergencias habitacionales, y que concentren los esfuerzos en aumento del parque de vivienda social. Es incomprensible que solo un 1,7% de las viviendas de Catalunya sean de alquiler social”, ha concluido.

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