La Generalitat quiere limitar las misas a 100 personas incluso en grandes espacios La archidiócesis de Barcelona asegura que la beatificación de Joan Roig cumplió "escrupulosamente" las medidas de aforo

Beatificación de Joan Roig
Beatificación de Joan Roig

"El Arzobispado de Barcelona y la Asociación de Amigos de Joan Roig Diggle, organizadores del acto, queremos pedir disculpas a aquellas personas que se hayan sentido heridas, mientras sufrimos restricciones en nuestra vida laboral y familiar"

"Queremos manifestar nuestro desconcierto por la respuesta de algunas autoridades a la celebración de una Misa que cumplía todos los requisitos legales y condiciones sanitarias"

La tensión entre el Govern de la Generalitat y la Iglesia catalana ha ido en aumento en estos últimos meses

La Generalitat vuelve a 'topar' con la Iglesia catalana. Y no es la primera vez ni será la última. Quizás por eso y sin abandonar la dinámica del diálogo, el arzobispado que dirige el cardenal Juan José Omella (que es también presidente del episcopado español) ha publicado un duro comunicadode réplica, en el que confiesan su "desconcierto" por la actitud de las autoridades.

El comunicado, escueto y tajante, comienza pidiendo disculpas "a aquellas personas que se hayan sentido heridas, mientras sufrimos restricciones en nuestra vida laboral y familiar", por la celebración de la beatificación del joven Joan Roig.

Una ceremonia que, según el arzobispado, "se celebró cumpliendo escrupulosamente todas las medidas exigidas por la legislación vigente, como se ha ido haciendo desde el inicio de la pandemia en todas las iglesias de la archidiócesis".

De ahí el desconcierto de la jerarquía barcelonesa ante "la respuesta de algunas autoridades a la celebración de una Misa que cumplía todos los requisitos legales y condiciones sanitarias". Más aún, teniendo en cuenta que las autoridades estaban invitadas y algunas de ellas estuvieron presentes en el acto, al tiempo que se pedía y se ofrecía a la gente la posibilidad de seguirlo por Internet.

La nota de la diócesis concluye pidiendo una mayor flexibilización en las medidas restrictivas para la asistencia a eventos. "Nos unimos a la petición del mundo de la cultura y de la restauración para que lo antes posible se pueda reiniciar su actividad económica, con las medidas oportunas que minimicen el riesgo de contagio".

La tensión entre el Govern de la Generalitat y la Iglesia catalana ha ido en aumento en estos últimos meses. La decisión del Departament de Justícia, que dirige ERC, de denunciar las inmatriculaciones de la Iglesia y de crear una oficina de mediación provocó también una contundente réplica del arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives. Asimismo, el pasado mes de julio, el Gobierno catalán, presidido entonces por Torra, pidió a la Iglesia que abriese la Sagrada Familia al turismo con un aforo del 50%, mientras se seguía manteniendo el aforo para el culto en un 10%, una medida protestada por la diócesis.

Las espadas continúan, pues, en todo lo alto. Y, mientras la Iglesia asegura que la beatificación del sábado con 600 personas cumplía la restricciones de aforo, la Generalitat amenza connuevas medidas restrictivas para la Iglesia. De hecho, Asuntos Religiosos de la Generalitat propondrá al Procicat que, además de la actual limitación del 30% del aforo para ceremonias religiosas, no se puedan reunir más de 100 personas en estos actos, aunque se celebren “en espacios de gran capacidad”.

Joan Roig, beato
Joan Roig, beato

Texto íntegro del comunicado

Ante la polémica generada por la celebración de la Misa con motivo de la beatificación del joven mártir Joan Roig Diggle, prevista desde hacía un año, y que ha coincidido con un momento especialmente delicado a causa de la pandemia, queremos manifestar que:

 En primer lugar, el Arzobispado de Barcelona y la Asociación de Amigos de Joan Roig Diggle, organizadores del acto, queremos pedir disculpas a aquellas personas que se hayan sentido heridas, mientras sufrimos restricciones en nuestra vida laboral y familiar. La Misa se celebró cumpliendo escrupulosamente todas las medidas exigidas por la legislación vigente, como se ha ido haciendo desde el inicio de la pandemia en todas las iglesias de la archidiócesis.

 En segundo lugar, queremos manifestar nuestro desconcierto por la respuesta de algunas autoridades a la celebración de una Misa que cumplía todos los requisitos legales y condiciones sanitarias. Además, desde hace varias semanas, todas las instituciones habían recibido una invitación a esta Misa. Ante las actuales restricciones de aforo, a través de los medios de comunicación y las principales redes sociales, se ofreció la posibilidad de seguir este acto litúrgico por radio, televisión e Internet.

 Finalmente, nos unimos a la petición del mundo de la cultura y de la restauración para que lo antes posible se pueda reiniciar su actividad económica, con las medidas oportunas que minimicen el riesgo de contagio. 

Omella, en la Sagrada Familia
Omella, en la Sagrada Familia

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