Cinco arciprestazgos en vez de diez y veinticuatro nuevas Unidades pastorales La archidiócesis de Tarragona reestructura su distribución territorial

Joan Planellas Barnosell
Joan Planellas Barnosell

La reforma, aprobada por el Consejo Episcopal, ha contado con las aportaciones del Consejo Presbiteral, el Consejo Pastoral Diocesano y el Consejo de Arciprestes

La nueva distribución territorial viene dada por la voluntad de atender convenientemente a las necesidades pastorales de las parroquias, teniendo en cuenta los cambios demográficos, sociales y pastorales que está viviendo nuestra sociedad

La creación de las Unidades pastorales facilitará el cuidado pastoral de los fieles a partir de acciones comunes

(Architarragona).- La archidiócesis de Tarragona cuenta, desde el pasado sábado día 21 de enero, con una nueva distribución territorial. El arzobispo Joan firmó el decreto por el que se forman cinco nuevos arciprestazgos en sustitución de los diez que existían hasta ahora, y se crean un total de veinticuatro Unidades pastorales (UPA).

Esta reestructuración responde a las necesidades pastorales de la archidiócesis, así como a un proceso de renovación personal y comunitaria que, partiendo del proceso sinodal, posibilite una transformación misionera de las parroquias y comunidades diocesanas. La reforma, aprobada por el Consejo Episcopal, ha contado con las aportaciones del Consejo Presbiteral, el Consejo Pastoral Diocesano y el Consejo de Arciprestes.

Arquidiócesis de Tarragona
Arquidiócesis de Tarragona

La nueva distribución territorial, como hemos dicho, viene dada por la voluntad de atender convenientemente a las necesidades pastorales de las parroquias, teniendo en cuenta los cambios demográficos, sociales y pastorales que está viviendo nuestra sociedad. Así, la creación de las Unidades pastorales facilitará el cuidado pastoral de los fieles a partir de acciones comunes.

La nueva organización territorial

Desde ahora, el Arzobispado de Tarragona contará con un total de cinco arciprestazgos: el Alt Camp, el Baix Penedès, el Baix Camp – Priorat, la Conca – Urgell – Garrigues, y el Tarragonès.

En cuanto al arciprestazgo del Alt Camp, contará con un total de tres Unidades pastorales: la de Valls, la de Vila-rodona y la de Alcover. También el arciprestazgo del Baix Penedès dispondrá de tres UPA, que serán la de El Vendrell, la de Llorenç del Penedès y L’Arboç, y la de Calafell.

Por otra parte, el arciprestazgo del Baix Camp – Priorat tendrá un total de siete Unidades pastorales: la de Falset, la de Cornudella de Montsant, la de Cambrils, la de Riudoms y Mont-roig del Camp, la de les Borges del Camp, la de la Selva del Camp y la de Reus.

En el caso del arciprestazgo de la Conca – Urgell – Garrigues, habrá cinco Unidades pastorales: la de Montblanc, la de l’Espluga de Francolí, la de Santa Coloma de Queralt, la de Arbeca y la de l’Albi .

Y, finalmente, el arciprestazgo del Tarragonès estará formado por seis Unidades pastorales: la de Torredembarra, la de Tarragona, la de Sant Salvador de Tarragona, els Pallaresos y el Catllar; la del Morell y Constantí, la de Vila-seca y la de Torreforta y Bonavista.

En el documento del decreto se pueden consultar las parroquias pertenecientes a cada una de las Unidades Pastorales.

Las Unidades pastorales: un llamamiento a la comunión ya la misión

Las Unidades pastorales que ahora se forman en nuestra archidiócesis son comunidades de fieles configuradas como una agrupación de parroquias, las cuales, conservando su identidad, sus derechos y sus deberes, comparten unos criterios pastorales comunes en clave misionera y sinodal por tal garantizar el cuidado pastoral de los fieles de todas las parroquias y potenciar y facilitar la creación de comunidades vivas y evangelizadoras.

Uno de los aspectos que se quiere potenciar con la creación de las UPA es el trabajo en equipo y la corresponsabilidad en los sectores pastorales primordiales. En este sentido, las Unidades pastorales tendrán unas parroquias de referencia, un responsable de evangelización, catequesis y formación; otro de liturgia y piedad popular; y otro de acción caritativa y social. En los tres casos se contará con un equipo apostólico de colaboradores comprometidos con el trabajo específico a realizar en cada espacio de evangelización.

Además, se formará un equipo rector para cada UPA, que podrá coincidir con el Consejo Permanente del Consejo Pastoral de la propia UPA, formado por el coordinador de la UPA, que designará al Arzobispo; los demás rectores, el secretario y los responsables de los sectores pastorales. Este equipo tendrá que implementar una cultura de la sinodalidad en clave evangelizadora y tomar decisiones promoviendo este trabajo cooperativo.

Y, por otra parte, las Unidades pastorales tendrán que configurar un Consejo Pastoral compuesto por presbíteros, diáconos, personas consagradas y laicos y laicas de diferentes sectores y asociaciones cristianas, para hacer posible la participación, la colaboración y el ejercicio de corresponsabilidad de todos en la misión de la Iglesia.

En el documento del decreto se pueden consultar las parroquias que pertenecen a cada una de las Unidades pastorales y las parroquias de referencia, así como el funcionamiento concreto en cada uno de los aspectos de la vida comunitaria en las Unidades pastorales.

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