Propuesta de Celso Morga para acabar con el conflicto entre Extremadura y Toledo El arzobispo de Mérida-Badajoz pide a Roma que Guadalupe se convierta en una prelatura territorial

(Jesús Bastante).- ¿El comienzo de la solución o un nuevo problema? La incardinación eclesiástica del santuario de Guadalupe -perteneciente a la diócesis de Toledo pero cuya imagen es la patrona de Extremadura- es un conflicto que, desde hace décadas, enfrenta a ambas diócesis. Ahora, el arzobispo de Mérida-Badajoz, ha lanzado una propuesta ambiciosa.

Durante un encuentro navideño con periodistas, Celso Morga anunció que ha enviado un escrito a la Santa Sede en la que solicita que Guadalupe se convierta en una "prelatura territorial", al estilo de Loreto. En opinión del arzobispo, ésta podría ser una solución intermedia a la histórica reivindicación que la Iglesia extremeña viene planteando sobre el templo en el que se venera a la Virgen, patrona de la región, y que sin embargo está bajo el paraguas del Arzobispado de Toledo.

De hecho, se da la circunstancia que el 8 de septiembre, día de la Virgen de Guadalupe -fiesta oficial de Extremadura desde 1907- la misa mayor está presidida por el máximo responsable de la diócesis castellano manchega. Una situación que podría cambiar a partir del año próximo pues, como apuntó Morga, ha solicitado al arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, que la misa del 8 de septiembre en la basílica esté presidida por un obispo extremeño.

A pesar de que su intención es desencallar esta situación histórica, la máxima dignidad de la iglesia extremeña se muestra muy prudente con respecto al futuro a corto plazo de la adscripción eclesiástica tanto de Guadalupe como de su basílica.

Un conflicto que comenzó a visibilizarse con fuerza tras la muerte de Franco, aunque no fue hasta 1999 cuando los obispos de las diócesis extremeñas (Mérida-Badajoz, Plasencia y Cáceres) presentaron una demanda formal ante la Santa Sede solicitando la incorporación del Santuario y sus 31 parroquias adyacentes a la provincia eclesiástica extremeña.

Roma no ha contestado hasta la fecha, mientras que los sucesivos obispos de Toledo se han negado en redondo a ceder un santuario que cada año recibe decenas de miles de visitas de fieles y turistas procedentes de todo el mundo.

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