Una 'task force' para paliar los efectos del coronavirus en la realidad económica, social y familiar de la diócesis. Ése es el objetivo de la comisión diocesana constituida este jueves en Tarragona por el arzobispo Joan Planellas, que sigue los pasos de la creada por Francisco en el Vaticano.
Así, Planellas busca establecer "un plan de choque caritativo en la archidiócesis", una especie de dique de contención ante la crisis que se nos avecina, contando con la fuerza de todas las instituciones religiosas de Tarragona, y ofreciendo además "una reflexión profunda sobre los efectos de la pandemia en la vida de las personas y del medio ambiente", siguiendo las directrices marcadas por el papa Francisco.
Al tiempo, el arzobispo quiere generar vínculos con las diferentes realidades civiles y religiosas y se que busquen recursos económicos para hacer frente a este plan de choque.
Sacerdotes, religiosos y laicos
El vicario de la caridad, Lluís Simon Pascual, coordina esta comisión, formada por el presidente de la Hospitalidad diocesana de la Virgen de Lourdes, Miquel Domènech, la misionera claretiana de Reus Consol Ferrús March, y Salvador Grané, director de Cáritas Diocesana de Tarragona.
También forman parte la profesora de la Escola Joan XXIII de Tarragona Montserrat Manresa; el diácono permanente Miquel Marimon y, finalmente, Òscar Millan, miembro de la Delegación diocesana de Juventud y Misiones del Arzobispado.