"La suya fue una vida entregada al Evangelio" La catedral de Girona, llena para despedir a Carles Soler

Sepultura del obispo de Girona, Carles Soler
Sepultura del obispo de Girona, Carles Soler Diócesis de Girona

Terminada la misa, se ha procedido a dar sepultura al cuerpo del obispo Carlos, en el centro de la nave, entre el presbiterio y el órgano, justo al lado de la tumba del obispo Francesc Pardo, fallecido el 31 de marzo de 2022

El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, presidió este martes, ante 300 personas, la mixa de exequias del obispo emérito de Girona, Carles Soler. La celebración tuvo lugar en la catedral diocesana, y sirvió para despedir a quien fue prelado de la diócesis catalana entre 2001 y 2008, y que falleció este fin de semana a los 91 años.

Junto a Planellas, concelebraron el administrador diocesano, Lluís Suñer, la mayor parte de los obispos de las diócesis con sede en Cataluña, el abad emérito de Montserrat, Josep Maria Soler y el resto de presbíteros presentes.

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El administrador diocesano ha dirigido unas palabras a los asistentes y ha agradecido a los obispos su presencia: “En momentos como estos, huérfanos de obispo, se lo agradecemos más que nunca”. Joan Planellas ha hecho un repaso a la trayectoria pastoral del obispo Carlos, y ha recordado que “el largo número de encargos pastorales que aceptó y desarrolló en tantos años de ministerio han sido muestra de toda una vida entregada a la causa del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, como le gustaba decir”.

Por su parte, Planellas destacó que “en un momento en que se hablaba poco de “sinodalidad”, se afanó ya en su misma fase previa para reunir a todo el Pueblo santo de Dios en el Espíritu Santo, para hacer de nuestras Iglesias el santuario de la presencia de Dios en medio de los hombres y, al mismo tiempo, que pudieran convertirse en fuertes en el testimonio de Jesús, en medio de los inquietudes y esperanzas de nuestra sociedad”.

Por otra parte, ha señalado que en las últimas voluntades del obispo Carles, escritas el 14 de septiembre de 2017, pedía “ser acogido amorosamente por la Bienaventurada santa María, madre de Jesús y nuestra” y que siempre se ha sentido “amado por Dios”, pero que se reconocía y se confesaba “pecador necesidad de misericordia, que humilde y confiadamente imploro”. Planellas ha afirmado también que "la esperanza que nos da la Palabra de Dios proclamada, la encontramos hecha vida en el itinerario ministerial de quien ahora llevaremos a enterrar".

Terminada la misa, se ha procedido a dar sepultura al cuerpo del obispo Carlos, en el centro de la nave, entre el presbiterio y el órgano, justo al lado de la tumba del obispo Francesc Pardo, fallecido el 31 de marzo de 2022.

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