Con Rodrigo Rojo Palacín, Burgos ha vivido, un año más, su tradicional fiesta El deseo del obispillo: "Que no haya niño en el mundo que sufra injusticias"

Rodrigo Rojo Palacín, el 'obispillo' de Burgos
Rodrigo Rojo Palacín, el 'obispillo' de Burgos

Como cada 28 de diciembre, la escolanía de los Pueri Cantores de Burgos ha vivido su histórica fiesta, dando bienvenida a los nuevos miembros de la agrupación, que han agasajado al arzobispo con uno de sus cantos litúrgicos

Don Mario Iceta ha agradecido el trabajo de la escolanía: "Sois el futuro, nuestras vidas estarán en vuestras manos y por eso tendréis que formaros muy bien, pero sobre todo el corazón"

También el obispillo tiene un mensaje para Daniel de la Rosa, el alcalde: que lleve a cabo las obras de construcción prometidas de una rotonda en La Ventilla, "que está un poco abandonada", y que "cuide un poco más al personal sanitario", entre los que se encuentra la madre del muchacho

Rodrigo Rojo Palacín se ha convertido hoy en obispillo, ha visitado al arzobispo, don Mario Iceta, y ha impuesto la cruz a los nuevos miembros de la escolanía de los Pueri Cantores de la Catedral.

Ataviado con capa pluvial, mitra, báculo, guantes, pectoral y anillo, Rodrigo Rojo Palacín ha sido recibido esta mañana en audiencia por el arzobispo de Burgos, don Mario Iceta Gavicagogeascoa, en su calidad de obispillo 2020. Junto a él, han mostrado también «respeto y cariño» al pastor de la diócesis su secretario, Íñigo Cerdá Esteban, y su vicario, Sergio Sáiz Córdoba. Como cada 28 de diciembre, la escolanía de los Pueri Cantores ha vivido su tradicional fiesta, dando bienvenida a los nuevos miembros de la agrupación, que han agasajado al arzobispo con uno de sus cantos litúrgicos.

El obispillo ha suplicado al arzobispo que interceda «ante el portal de belén» para que «todos los niños podamos seguir disfrutando del amor, protección y educación de nuestros mayores y con el esfuerzo de todos, creyentes o no creyentes, conseguir que no haya niño en el mundo que sufra las injusticias a las que, por desgracia, muchos se ven sometidos». Rojo ha señalado que los niños son «el futuro de la Iglesia, del Pueblo de Dios y la humanidad entera» y que en ellos «está la solución a los problemas del mundo». Aunque ha advertido a los mayores: «No podemos caminar solos, necesitamos de los adultos, coherentes y entregados, atentos a nuestras necesidades y dispuestos a escucharnos», ha sentenciado.

El obispillo también ha querido tener unas palabras de recuerdo para todas las personas que, en este año de pandemia, han perdido algún ser querido o se han quedado sin trabajo. «Le pido que todos recemos por esas personas y por que esto se acabe muy pronto para poder hacer lo que hacíamos antes. Nunca olvidaremos lo que hemos pasado, pero tenemos que mirar hacia el futuro», ha afirmado con optimismo.

Don Mario Iceta, que se ha asombrado de la cruz pectoral y anillo del pequeño obispo, al que ha recomendado portar el báculo «con mano izquierda», ha agradecido el trabajo de la escolanía, que cumplirá sus bodas del plata al año que viene, coincidiendo con el VIII Centenario de la Catedral. «Sois el futuro, nuestras vidas estarán en vuestras manos y por eso tendréis que formaros muy bien, pero sobre todo el corazón», ha trasladado a los escolanos, a los que ha obsequiado con un pequeño belén.

Intensa agenda

Aunque la pandemia haya obligado a modificar la liturgia de este día típico de la Navidad burgalesa (este año no habrá paseo a caballo por el Espolón), Rodrigo Rojo ha tenido que cumplir con una intensa agenda. Además de saludar al arzobispo e imponer las cruces a los nuevos escolanos en el monasterio de las Salesas, esta tarde se desplazará hasta el Ayuntamiento, donde saludará al alcalde, Daniel de la Rosa, y le pedirá que lleve a cabo las obras de construcción prometidas de una rotonda en La Ventilla, «que está un poco abandonada», y que «cuide un poco más al personal sanitario», entre los que se encuentra la madre del muchacho.

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