"Anunciamos, celebramos y ayudamos" Las diócesis con sede en Cataluña atendieron a casi un millón de personas en 2024
La Memoria anual de la Conferencia Episcopal Tarraconense se ha presentado este miércoles 10 de diciembre, en rueda de prensa, por monseñor Daniel Palau y monseñor Joan Planellas
(Archibarcelona).-La Conferencia Episcopal Tarraconense ha presentado este miércoles la memoria anual de las diez diócesis con sede en Cataluña, en la que hace balance de la actividad social, educativa, cultural y espiritual desplegada y en la que se destaca que cerca de un millón de personas, 893.429 personas, han recibido asistencia y se han beneficiado del apoyo de parroquias, órdenes religiosas, seglares comprometidos y de Cáritas y de Manos Unidas.
Este es uno de los datos más relevantes de este año: el alcance de la acción social de la Iglesia.
Los servicios sociales y de asistencia de la Iglesia en Cataluña atienden y acompañan a centenares de familias en situación de fragilidad o dificultades. Esta cifra incluye la atención a la pobreza, la gente mayor, la infancia y otros colectivos vulnerables, mostrando lo que la memoria define como «el verdadero rostro de la Iglesia». En concreto, los 1.163 centros asistenciales gestionados por las diócesis, parroquias y órdenes religiosos han atendido las necesidades de 893.429 personas. A esta tarea asistencial se suma el servicio de Cáritas, que ayuda a 237.662 personas, y el proyecto de desarrollo que financia en todo el mundo Manos Unidas, del que se han beneficiado 134.743 personas.
La Memoria se ha presentado este miércoles, 10 de diciembre, en una rueda de prensa en la que Mons. Daniel Palau, obispo de Lleida y obispo delegado por el Secretariado Interdiocesano para Medios de Comunicación Social (SIMCOS), ha destacado la importancia de mostrar con transparencia quién es, qué hace y cómo gestiona sus recursos la Iglesia, y en la que ha puesto en valor «el esfuerzo de miles de personas vinculadas desde muchos ámbitos al entorno eclesial para apoyar a quienes están en situación de pobreza, marginación, angustia vital y en situaciones de dificultades muy diversas».
La actividad de la Iglesia: Anunciar, celebrar y ayudar
La Memoria 2024 se estructura de manera visual y transparente en torno a tres ejes fundamentales que resumen la misión de la Iglesia: «Anunciamos», «Celebramos» y «Ayudamos».
A través de estos ítems, el documento desgrana la actividad evangelizadora y educativa, la vida sacramental y litúrgica de las parroquias y comunidades religiosas, y la acción social y asistencial desplegada por entidades diocesanas o congregaciones religiosas. Además, la publicación ofrece datos cuantificando a los presbíteros, religiosos, misioneros y seglares que hacen posible esta labor en Cataluña y el número de sacramentos que se han celebrado durante un año.
Sacerdotes, voluntarios y seglares dedican un total de 3.476.066 horas a la actividad pastoral y de servicio. La Iglesia de los diez obispados con sede en Cataluña cuenta actualmente con 1.248 presbíteros, 146 diáconos permanentes, 3.730 religiosos y religiosas, y 488 monjes y monjas de clausura, además de miles de catequistas y profesores. En el ámbito sacramental, durante el último año se han celebrado 14.190 bautizos, 9.375 primeras comuniones, 5.478 confirmaciones y 2.696 matrimonios.
Transparencia económica
La Memoria 2024 continúa haciendo un ejercicio de transparencia económica y detalla el origen de los recursos y el destino del gasto consolidado de los diez obispados con sede en Cataluña. El presupuesto global consolidado de los diez obispados catalanes ha sido de aproximadamente 146 millones de euros. De este presupuesto, destaca el gran esfuerzo destinado a la conservación y mantenimiento del patrimonio, que supone el 48% del gasto total. Este esfuerzo permite mantener abiertas las 2.106 parroquias y los servicios diocesanos en todo el territorio. Otro 20% del presupuesto se destina directamente a acciones pastorales y asistenciales.
Apoyo destacado de la sociedad
El sostenimiento de esta gran red de apoyo, acción social y conservación del patrimonio se mantiene en gran parte gracias a la generosidad de los fieles, que siguen siendo las piezas clave de la gran malla de apoyo social que articula la Iglesia. Más de la mitad de los recursos que recibe la Iglesia para su acción proceden directamente de la sociedad: el 51% proviene de las aportaciones voluntarias de los fieles, de manera directa (29%) o a través de la Asignación Tributaria (22%).
El patrimonio genera un 18% de los ingresos, cifra que queda muy por debajo del gasto que genera su mantenimiento.
Trabajo en el ámbito educativo
La presencia de la Iglesia en la formación integral de la persona —en el ámbito educativo— muestra también cifras destacadas. En Cataluña, esta tarea se concreta en 384 centros educativos católicos que escolarizan a 245.442 alumnos. Por otro lado, hay 337.640 estudiantes inscritos en la asignatura de religión que se ofrece en los centros educativos públicos, concertados y privados, impartida por 4.885 profesores. Los tres centros de enseñanza superior vinculados a la Iglesia forman conjuntamente a 23.684 estudiantes universitarios.
Diez obispados con sede en Cataluña
La Memoria con los principales datos de la actividad de la Iglesia se difunde cada año en el marco del Día de la Iglesia Diocesana (Jornada de Hermandad) para rendir cuentas y agradecer el apoyo de la sociedad a la labor que realiza la Iglesia. La Memoria que se presenta recoge los datos de la actividad de la Iglesia durante 2024. Suma los datos de las diez diócesis con sede en Cataluña, que se agrupan en la Conferencia Episcopal Tarraconense: los arzobispados de Tarragona y Barcelona, y los obispados de Girona, Lleida, Sant Feliu de Llobregat, Solsona, Terrassa, Tortosa, Urgell y Vic.
Las diócesis trabajan de manera coordinada, pero tienen su propia actividad pastoral, asistencial y educativa.
El arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense,Mons. Joan Planellas, en sus palabras de presentación de la Memoria, muestra este documento como un ejercicio de rendición de cuentas. Más allá de los datos, Planellas hace un llamamiento directo a la implicación de todos para mantener viva esta misión y recuerda que «todos estamos llamados a participar, según nuestras capacidades y vocación, para hacer presente el amor de Cristo en el corazón del mundo».