El provicario pidió perdón a Loles Salido por las formas y el daño causado La diócesis de Jaén se disculpa con la mujer a la que impidió ser hermana mayor de su cofradía al estar divorciada

Loles Salido, junto a la parroquia
Loles Salido, junto a la parroquia Diario de Jaén

Las fiestas de San Blas, patrón de Cazalilla, se vieron sacudidas por el polémico veto a Loles Salido para ejercer como hermana mayor de las fiestas de la cofradía

El párroco mantiene su silencio, mientras que el provicario general de la diócesis, José Antonio Sánchez Ortiz, quien presidió la misa mayor en la localidad, quiso dedicar unas palabras a la mujer, a la que pidió perdón “por las formas por las que se desarrollaron los hechos, así como por el daño causado”, tal y como informa Diario Jaén

Sin embargo, tal y como señalan fuentes de la diócesis al diario, “no se pudo pedir perdón en el sentido de que, con la normativa diocesana en la mano, ella no podía ejercer como hermana en las fiestas”.

Tras la tempestad, la (relativa) calma. El Obispado de Jaén ha intentado un acercamiento con Loles Salido, la vecina de Cazalilla que había sido elegida como hermana mayor de las fiestas de la cofradía de San Blas, patrón de la villa jienense y a la que el párroco, Julio Ángel Delgado, impidió ejercer el cargo dada su condición de divorciada.

Este fin de semana, durante las celebraciones de San Blas, el provicario general de la diócesis, José Antonio Sánchez Ortiz, quien presidió la misa mayor en la localidad, quiso dedicar unas palabras a la mujer, a la que pidió perdón “por las formas por las que se desarrollaron los hechos, así como por el daño causado”, tal y como informa Diario Jaén.

Campaña en defensa del Papa: Yo con Francisco

Sin embargo, tal y como señalan fuentes de la diócesis al diario, “no se pudo pedir perdón en el sentido de que, con la normativa diocesana en la mano, ella no podía ejercer como hermana en las fiestas”.

La mujer, que había anunciado una denuncia “por abuso de poder” contra el párroco y “por trato discriminatorio” contra la junta directiva de la hermandad, se sintió “agradecida” por las palabras, pero sobre todo, por la actitud, del provicario, aunque ha preferido refugiarse en su entorno familiar hasta que cese la polémica. 

"Me siento humillada y perseguida por la Iglesia"

Como se recordará, la mujer, de 52 años, fue elegida en un sorteo como hermana mayor de la cofradía de San Blas, pero apenas una hora después le comunicaron que no podía ostentar el cargo por su actual estado civil. “Me siento humillada y perseguida por la Iglesia; estoy hundida”, aseguró en su día, recordando que hace 16 años, cuando ya estaba separada de su primer marido, sí que desempeñó el cargo de hermana mayor de la Virgen de la Cruz.

“Esto me hace pensar que la Iglesia en vez de avanzar, retrocede”, dijo. Desde el Obispado de Jaén, al surgir la polémica, se dijo que se había seguido el criterio que regula el decreto diocesano de hermandades y presidentes de cofradías, “ya que no existe un reglamento específico para el tema de hermanos mayores de fiestas, como es el caso”. Ahora, al menos en lo personal, parece que la diócesis ha dado un paso para el encuentro.

Volver arriba