La mujer que denunció al exsacerdote por abusos sexuales en Can Picafort ha asegurado este miércoles durante el juicio que mientras pasaba lista al resto de sus compañeros sentada sobre sus rodillas "le tocó por debajo de la camiseta, después por debajo de los pantalones y la ropa interior, varias veces de arriba a abajo y después le metió un dedo".
El segundo juicio contra el sacerdote Pere Barceló, apartado de sus cometidos pastorales en 2011 a raíz de otras denuncias por abusos y que fue condenado en 2016, ha comenzado este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma. El exclérigo está acusado de abusar sexualmente de una menor de edad entre los años 2007 y 2008 en la parroquia de la Asunción de María.
Durante el interrogatorio, que ha tenido lugar en último lugar, el exsacerdote ha calificado como "el gran invento del siglo" que durante la catequesis se pasara lista de asistencia, momento en que, según la denunciante, el sacerdote habría aprovechado para realizarle tocamientos con ella sentada en sus rodillas.
El procesado ha asegurado que durante las catequesis siempre estaba acompañado por un diácono -situación que se le había impuesto a raíz de unas denuncias anteriores que fueron archivadas- y ha insistido en que ni la víctima ni ninguno de los otros 40 niños se sentó sobre sus rodillas en ningún momento. También ha dicho que la mesa en la que se sentaba estaba descubierta.
Al inicio del juicio, la defensa del acusado ha alegado en el trámite de cuestiones previas algunas irregularidades durante la instrucción que habrían supuesto una indefensión contra su cliente. La Sala las ha rechazado, aunque sí que ha dado el visto bueno a que el procesado declare en último lugar.
Con varias horas de retraso, la vista ha comenzado con la declaración de la víctima, que contaba en el momento de los hechos con unos siete años. La mujer ha declarado de manera telemática desde otra sala y ha recordado que se decidió a denunciar en 2017 después de que la cuestión de los abusos saliera a colación durante una visita al psicólogo del instituto.
"Sufrió pesadillas siempre"
La denunciante ha relatado, recordando los hechos, que en una de las salas donde el sacerdote impartía la catequesis, aprovechó que estaba sentada sobre sus rodillas y oculta tras una mesa para realizarle los tocamientos. En este momento, con la mujer visiblemente afectada, la vista se ha interrumpido unos minutos, momento en que ha explicado que recibió tratamiento psicológico durante unos dos años y que "sufrió pesadillas siempre".
Juicio contra el exsacerdote de Can Picafort por abuso sexual a una menor: "Me metió un dedo" | #Noticias#Tribunaleshttps://t.co/Db7pbSVvae
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La Fiscalía pide que el exsacerdote sea condenado a diez años de prisión como supuesto autor de un delito de abuso sexual cometido contra una niña que entonces tenía entre seis y siete años de edad. También interesa que se le imponga una orden de alejamiento durante 20 años y que indemnice a la víctima con 40.000 euros por las secuelas psicológicas sufridas.
En su escrito de acusación, la fiscal señala que el procesado, en su función de párroco, impartía catequesis a niños y niñas de Can Picafort. En ese contexto, argumenta, se aprovechó de que podía encontrarse con la menor sin la presencia de sus padres y de la influencia que tenía sobre ella debido a su cargo --que impedía a la menor oponerse o abandonar el lugar -- la sentó sobre sus piernas y la sometió a tocamientos.
Primera condena
Barceló fue condenado en 2016 a seis años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual. Confesó haber abusado sexualmente y de forma reiterada, entre 1997 y 1998, de una monaguilla que entonces tenía con diez años de edad.
La víctima del expárroco de Can Picafort: «Me metió la mano por debajo de la camiseta y después por debajo de la ropa interior» https://t.co/P3EYDSSWSu vía @UHmallorca
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El sacerdote había sido destinado en junio de 1996 a ejercer su ministerio como párroco de la Iglesia de la Asunción de María. En el primer juicio, reconoció que a principios de 1997 entabló relación con la víctima al acudir ésta a la catequesis de forma regular y realizar labores de monaguilla junto a otro grupo de menores.
La joven relató ante el tribunal su experiencia entre lágrimas y, visiblemente afectada, recordó cómo en 1998 fue violada en más de diez ocasiones mientras le tapaba la boca y la sujetaba fuertemente para que no pudiera moverse ni escapar.
"Ya no podía más"
Ya en verano de 1997, el eclesiástico fue sorprendido cuando en el sofá de la parroquia abusaba de la menor, momento en el que no fue denunciado. A principios de 1998 llevó nuevamente a la monaguilla a su habitación, violándola hasta en diez ocasiones.
No fue hasta el 27 de noviembre de 2012 cuando la joven, ya mayor de edad, denunció los hechos ante la Guardia Civil de Santa Margalida: "Lo solté porque ya no podía más", explicó.
L'ex rector de Can Picafort torna a ser jutjat per abusos a menors.
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El fiscal l’acusa d’haver aprofitat unes classes de catequesi per abusar sexualment d’una nina de 6 anys.
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En el juicio el acusado aseguró sentirse "totalmente arrepentido" y aceptó la pena de seis años de cárcel, frente a los 42 años de prisión que solicitaba la Fiscalía inicialmente para él. Durante el juicio, el inculpado manifestó que "uno debe ser algo mejor" y deseó "lo mejor a ella y a su familia". En este segundo juicio, sin embargo, la representante del Ministerio Público considera que los antecedentes penales de Barceló no son computables a efectos de reincidencia.
Apartado del sacerdocio
En marzo de 2011, el Obispado de Mallorca suspendió cautelarmente a Barceló después de que conociera el caso. La Iglesia, que indemnizó a la víctima antes del juicio, impulsó un procedimiento canónico paralelo que concluyó antes que la vía penal y desembocó en la máxima pena canónica, la expulsión del estado clerical.