Ceremonia de ordenación de Francisco César García Magán El nuevo obispo auxiliar de Toledo: "Mi misión debe ser anunciar esperanza a todos los hombres y mujeres"

Ordenación de Francisco César García Magán
Ordenación de Francisco César García Magán

Son las palabras del nuevo obispo auxiliar de Toledo, Francisco César García Magán en la ceremonia de su ordenación

García Magán ha respondido así al significado que, a su juicio, tiene el hecho de iniciar su ministerio en las circunstancias actuales, en un momento, de otro lado, de preparación sinodal en la iglesia y en la Archidiócesis

En sus extensos agradecimientos, ha recordado las enseñanzas desde que hace 40 años era un joven seminarista de quien hoy es el arzobispo primado, Francisco Cerro

Cerro, por su parte, ha repasado las claves de este acto ministerial, a imagen de las preguntas que Jesús realizó a Pedro. Y ha recordado al nuevo obispo auxiliar que la Archidiócesis "no merece la pena, merece la vida"

El nuevo obispo auxiliar de Toledo, Francisco César García Magán, ha subrayado este sábado el hecho de que su nombramiento se haya producido en medio de la pandemia mundial causada por el COVID que “sacude a toda la sociedad” para asegurar que como obispo considera que su misión “debe ser anunciar esperanza a todos los hombres y mujeres y proclamar el sentido pleno de sus existencias”.

También “intentar iluminar los misterios de la enfermedad y de la muerte y contar para todo ello con el mensaje de que nosotros somos testigos del resucitado y desde su luz hemos de alumbrar todas las noches y sinsentidos de las vidas de hombres y mujeres”.

García Magán ha respondido así al significado que, a su juicio, tiene el hecho de iniciar su ministerio en las circunstancias actuales, en un momento, de otro lado, de preparación sinodal en la iglesia y en la Archidiócesis, que sirve para “tomar conciencia de la naturaleza comunional de la iglesia”, umbral en el que se ha encomendado a la protección de la Virgen, madre de la iglesia.

En las palabras finales que ha dirigido a los presentes a la santa misa de su ordenación episcopal, el nuevo obispo auxiliar ha mostrado su “profundo agradecimiento” tanto a Jesucristo, que le ha llamado al ministerio como “una nueva vocación dentro de la llamada que ya me había hecho el sacerdocio” para “predicar la buena noticia de su mensaje”.

“Soy consciente de que lo único que puedo aportar son apenas cinco panes, pero tengo la certeza de que el Señor podrá hacer con ellos un nuevo milagro de multiplicación”, ha referido, asegurando que su nueva vocación es “servicio pastoral, entrega ministerial, para conduciros al maestro”.

En sus extensos agradecimientos, ha recordado las enseñanzas desde que hace 40 años era un joven seminarista de quien hoy es el arzobispo primado, Francisco Cerro. “Tienes mis manos para ponerlas junto a las tuyas para seguir roturando este campo del Señor, mi espalda par ayudarte a llevar el peso de las cruces que el Señor envía”. “Cuenta conmigo para todo y en todo momento”, ha expresado.

Igualmente, ha agradecido la presencia del nuncio apostólico en España, Bernardito Cleopas Auza, a quien le ha pedido que transmita al Papa Francisco su “más profunda comunión” y su “obediencia leal”; la del arzobispo emérito de Toledo, Braulio Rodríguez, por “su confianza”, y la del que fuera arzobispo toledano y actual arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, por “su acogida”.

El nuevo obispo auxiliar ha recordado a su familia más íntima —su hermana, cuñado y sobrino—; a los sacerdotes y vicarios, a las religiosas consagradas y a los laicos, a quienes se ha ofrecido “sin ninguna reserva”. A las autoridades civiles y militares les ha instado a, desde el respeto y la autonomía de cada ámbito, promover relaciones de colaboración; y a los enfermos, ancianos, los que pasan necesidad material o espiritual, los que están solos o marginados, les ha ofrecido un “lugar especial” en su corazón de pastor.

El texto íntegro de su alocución se puede descargar en este enlace.

La archidiócesis "merece la vida"

Previamente, durante la homilía de la santa misa, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha repasado las claves de este acto ministerial, a imagen de las preguntas que Jesús realizó a Pedro, y ha recordado al nuevo obispo auxiliar que la Archidiócesis “no merece la pena, merece la vida”.
Texto completo de las palabras de Francisco Cerro

Cinco cardenales, siete arzobispos, una veintena de obispos y cerca de 350 sacerdotes han concelebrado la Eucaristía, a la que, además de los citados, han acudido Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid; Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid; Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla; y el cardenal claretiano Aquilino Bocos Merino.

Han estado presentes en la Catedral Primada igualmente los arzobispos de Oviedo y Burgos, Jesús Sanz Montes y Mario Iceta Gavicagogeascoa, respectivamente; el arzobispo emérito de Sevilla, Juan José Asenjo Peregrina, y los nuncios apostólicos Javier Lozano y Santiago de Wit; el auxiliar de Valladolid y secretario de la Conferencia Episcopal Española, Luis Javier Argüello, y el obispo electo de Coria-Cáceres, Jesús Pulido Arriero.

De la misma forma, han acudido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares Bueno; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; el presidente de las Cortes, Pablo Bellido; la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco; el ex presidente regional y ex presidente del Congreso, José Bono; el subdelegado del Gobierno, Carlos Ángel Devia; el presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez, y otras autoridades del ámbito político, judicial y civil de la provincia y la región.

Primero, Religión Digital

Etiquetas

Volver arriba