El Obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, expresa su profundo dolor y consternación ante el trágico suceso acontecido en la capital. En estos momentos de inmensa tristeza, desea hacer llegar su cercanía, afecto y oración a los familiares y amigos de las dos niñas fallecidas, compartiendo con ellos el desgarro y la incomprensión que provoca una pérdida tan dolorosa.
Monseñor Chico Martínez invita a toda la comunidad diocesana a unirse en oración, pidiendo a Dios que derrame sobre las familias y sobre quienes más sufren el consuelo, la fortaleza y la esperanza que brotan de la fe.
Creemos. Crecemos. Contigo
Asimismo, el Obispo de Jaén encomienda a las jóvenes a la misericordia infinita del Señor, confiando en que Él las acoja en su paz. “En medio del sufrimiento, Cristo nos sostiene, camina con nosotros y nos ofrece la luz que ninguna oscuridad puede apagar.”
Del mismo modo, anima a acompañar con respeto, sensibilidad y cariño a las personas afectadas por este luctuoso suceso, y recuerda la importancia de cuidar y escuchar especialmente a los más jóvenes, para que nunca se sientan solos ante las dificultades.
Finalmente, pide a toda la Iglesia diocesana que mantenga viva la esperanza cristiana, que nos asegura que el amor de Dios es más fuerte que la muerte, y que Él sigue siendo fuente de consuelo para cuantos lloran.