El denunciante de Ramos Gordón escribe a Jesús Fernández Las víctimas de abusos de Astorga piden una reunión con el nuevo obispo

Jesús Fernández, nuevo obispo de Astorga
Jesús Fernández, nuevo obispo de Astorga

El nuevo prelado se compromete a hacer "inviable cualquier tipo de abusos"

Emiliano Álvarez, víctima de Sánchez Cao, fue desalojado por la policía durante la toma de posesión

FJL escribe al obispo para "solicitarle audiencia"

"Hemos de crear un ecosistema espiritual y pastoral que haga inviable cualquier tipo de abuso, al tiempo que cuide a los frágiles e indefensos y facilite su crecimiento integral". El nuevo obispo de Astorga, Jesús Fernández, entró el sábado en la diócesis con un llamamiento a la 'tolerancia cero' contra los abusos. Una declaración de intenciones que pronto se comprobará si es o no cierta, pues las víctimas ya le han escrito, oficialmente, reclamándole un encuentro.

Tal y como ha podido saber RD, FJL, el superviviente de los abusos del cura Ramos Gordón, ha escrito al nuevo prelado, para "solicitarle audiencia", al tiempo que le desea "lo mejor en su nuevo camino". La misiva, enviada el sábado y que ya habrá llegado, vía correo certificado, concluye así: "Le agradezco la atención que me brinde y espero su pronta respuesta", concluye la carta. 

Emiliano Álvarez, desalojado

La entrada de Fernández en Astorga se vio empañada por un episodio que pasó desapercibido. Otra de las víctimas en Astorga, Emiliano Álvarez, superviviente de los presuntos abusos del sacerdote Ángel Sánchez Cao en el seminario menor de La Bañeza, trató de hacer llegar su caso al nuevo obispo este sábado siendo desalojado por la policía, según informa Made in León.

De las 70 diócesis repartidas por todo el territorio, Fernández se pone al frente de una de las diócesis más antiguas pero también aquella donde se llevó a cabo la primera manifestación contra la pederastia en la Iglesia en España y que ha protagonizado uno de los escándalos más sonados en nuestro país, los abusos sexuales a menores en el seminario menor de La Bañeza y el colegio Juan XXXIII de Puebla de Sanabria. Las denuncias de varios seminaristas víctimas de esos abusos, comenzaron a destapar décadas de abusos, violaciones y encubrimientos a decenas de niños internos en los centros de Puebla de Sanabria y La Bañeza con total impunidad.

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