La Iglesia ortodoxa rusa la declaró pecadora y le recomendó ir corriendo al psiquiatra Una joven moscovita vende su alma por 100.000 rublos
Todo comenzó como una broma de un experto en marketing que se identificó como Dmitri en su cuenta de la red social y que no esperaba respuesta alguna
"Acabo de comprar mi primera alma", publicó Dmitri, aunque tampoco tiene una idea clara de qué hacer con el alma recién adquirida
La Iglesia ortodoxa rusa no parece habérselo tomado a la ligera, al señalar que Karina «realmente vendió su alma y por tanto, eligió el mal», por lo que le auguró «caídas morales y personales, enfermedades, sufrimientos e incluso la muerte
La Iglesia ortodoxa rusa no parece habérselo tomado a la ligera, al señalar que Karina «realmente vendió su alma y por tanto, eligió el mal», por lo que le auguró «caídas morales y personales, enfermedades, sufrimientos e incluso la muerte
| RD/Efe
Una joven moscovita vendió su alma por 100.000 rublos (1.180 dólares), con los que compró una colección de muñecas labubu y una entrada a un concierto de la cantante folk rusa Nadezhda Kádisheva, según medios rusos.
El canal de Telegram Mash informó este jueves que la joven de 26 años «vendió oficialmente su alma» por la colección de muñecas y la entrada.
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«La Iglesia ortodoxa rusa la declaró pecadora y le recomendó ir corriendo al psiquiatra (tachado) a la iglesia, antes de que sea tarde», indicó el medio.
Todo comenzó como una bromade un experto en marketing que se identificó como Dmitri en su cuenta de la red social y que no esperaba respuesta alguna.
«Respondió una joven llamada Karina que aceptó el trato, firmó el documento y lo selló con sangre», indicó Mash.
En su red social, Dmitri publicó el recibo del pago por la venta del alma y la foto de la joven con el contrato en la mano, en el que están tachados los datos personales.
«Acabo de comprar mi primera alma. El acuerdo fue firmado con sangre. Me siento Davy Jones, sin lugar a dudas», escribió, en referencia al capitán maldito de la saga Piratas del Caribe.
Mash asegura que a la joven le importa poco su alma vendida y asegura que le da lo mismo, que decida su nuevo propietario.
Este, según el medio, tampoco tiene una idea clara de qué hacer con el alma recién adquirida.
Sin embargo, la Iglesia ortodoxa rusa no parece habérselo tomado a la ligera, al señalar que Karina «realmente vendió su alma y por tanto, eligió el mal», por lo que le auguró «caídas morales y personales, enfermedades, sufrimientos e incluso la muerte».
