El rector de la Universidad Loyola afronta las consecuencias del coronavirus Gabriel Pérez Alcalá: "Estoy seguro de que saldremos fortalecidos, aunque ahora nos cueste pensarlo"

Gabriel Pérez Alcalá, rector de la Universidad Loyola Andalucía
Gabriel Pérez Alcalá, rector de la Universidad Loyola Andalucía

"Desde que se decretó el estado de alarma no se ha perdido ni una sola hora de clase, ni hemos tenido que retrasar el calendario académico"

"La Universidad Loyola no va a aplicar ningún ERTE, manteniendo nuestro compromiso con el empleo y con la calidad de la enseñanza y los servicios que prestamos a nuestros estudiantes"

"Hemos puesto en marcha la campaña de comunicación #Loyolasequedaencasa, a través de la cual los estudiantes, el profesorado y el personal están mostrando su día a día en las redes sociales donde se comparten consejos para teletrabajar o “teleestudiar” mejor"

"Esta crisis global nos ha demostrado lo frágiles que podemos llegar a ser como individuos y como especie. Sin embargo, estoy convencido de que vamos a superarlo gracias a la fortaleza que demostraremos como sociedad". Gabriél Pérez Alcalá es rector de la Universidad Loyola, uno de los centros universitarios con mayor implantación, y futuro, de los gestionados por la Iglesia católica en España.

Hablamos con él sobre las consecuencias de la pandemia en la enseñanza, los retos de futuro y cómo afrontar el presente. "Desde que se decretó el estado de alarma no se ha perdido ni una sola hora de clase, ni hemos tenido que retrasar el calendario académico", nos cuenta.

¿Cómo está viviendo vuestra universidad la crisis provocada por el coronavirus?

Al igual que el resto de la sociedad, en general, estamos viviendo estos momentos con preocupación por lo que la pandemia supone a todos los niveles, sanitario, económico, social, etc. Esta crisis global nos ha demostrado lo frágiles que podemos llegar a ser como individuos y como especie. Sin embargo, estoy convencido de que vamos a superarlo gracias a la fortaleza que demostraremos como sociedad.

Como institución educativa, esta crisis ha supuesto para nosotros un reto, pues en un brevísimo plazo de tiempo, hemos tenido que trasladar toda nuestra actividad académica a la modalidad presencial-virtual manteniendo nuestros estándares de exigencia y calidad. He de decir con satisfacción que, gracias al esfuerzo de toda la comunidad educativa, lo estamos logrando con bastante éxito, pues desde que se decretó el estado de alarma no se ha perdido ni una sola hora de clase, ni hemos tenido que retrasar el calendario académico; aunque sí hemos tenido que hacer algunos cambios y reprogramar algunas asignaturas.

La Universidad Loyola, preparada para la formación on line

-¿De qué modo ha afectado a las clases, a la comunidad educativa, alumnos, profesores...?

Todas nuestras decisiones se han tomado en función de dos grandes objetivos. El primero, lógicamente, preservar la salud de todos quienes formamos la comunidad universitaria Loyola y minimizar el impacto del coronavirus. El segundo, también primordial para nosotros, mantener nuestro compromiso formativo de alcanzar los objetivos docentes y académicos fijados en los planes de estudio y guías docentes de todas las asignaturas, de tal forma que todos nuestros alumnos puedan terminar este año con normalidad, continuar sus estudios el año que viene o finalizarlos si están en el último curso.

Tenemos la suerte de que somos una universidad tecnológica y joven, de apenas una década de vida, además de relativamente pequeña. En Loyola ya contábamos con una Unidad de Formación e Innovación pedagógica en la que ya se empleaban herramientas virtuales para la docencia que hemos ampliado al entrar en esta situación. En las casi quinientas asignaturas que damos por trimestre hemos registrado pocas incidencias.

Simplemente trasladamos las clases en los campus a la modalidad presencial-virtual. Esto quiere decir que los estudiantes continúan con su horario habitual de clases y en contacto directo con sus profesores y compañeros a través de espacios virtuales.

Aunque, sin duda, este proceso ha supuesto un esfuerzo importante a nivel tecnológico y humano, tanto del personal, como de los estudiantes, tengo que decir que me siento muy orgulloso de los profesores, estudiantes y personal, por la rapidez y eficacia con la que se han adaptado a la situación.

Ésta es la nueva sede de la Loyola Andalucía
Ésta es la nueva sede de la Loyola Andalucía

-¿Que acciones habéis tomado? ¿Qué iniciativas relevantes nos podéis contar?

En el contexto actual, creo que es importante destacar que la Universidad Loyola no va a aplicar ningún ERTE, manteniendo nuestro compromiso con el empleo y con la calidad de la enseñanza y los servicios que prestamos a nuestros estudiantes.

Por otro lado, la Universidad también se ha comprometido con sus estudiantes a atender de forma individual a todos los que planteen algún tipo de dificultad económica sobrevenida, con el objetivo de que nadie deje de estudiar en nuestra Universidad porque su economía personal o familiar pueda haberse visto afectada por la situación derivada de la pandemia.

En el plano de nuestra actividad, además de adaptar la docencia a la modalidad presencial-virtual, hemos planificado el calendario de pruebas de admisión para que puedan realizarse en modo online y también nuestras habituales jornadas de puertas abiertas se han tornado virtuales, para que quien esté interesado en estudiar con nosotros pueda conocernos sin salir de casa. También se están programando ya los exámenes correspondientes de final de curso con todas las garantías para que se desarrollen con normalidad.

Jornada de Puertas Abiertas virtuales en la Loyola Andalucía

Además, hemos puesto en marcha la campaña de comunicación #Loyolasequedaencasa, a través de la cual los estudiantes, el profesorado y el personal están mostrando su día a día en las redes sociales donde se comparten consejos para teletrabajar o “teleestudiar” mejor, hábitos saludables, programación de actividades deportivas, artículos de opinión, recomendaciones culturales, psicológicas, y mensajes de ánimo y agradecimientos, entre otros muchos contenidos.

-¿Qué se puede hacer, desde una universidad católica, para paliar el impacto del coronavirus en la sociedad?

En primer lugar, seguir cumpliendo con nuestra misión, que no es otra que formar a jóvenes que sean agentes de cambio. En segundo lugar, aportando conocimiento a través de nuestra actividad investigadora que arroje luz a la resolución de los problemas que esta situación está generando y va a generar en los próximos años. Y en tercer lugar, siendo muy sensibles con la realidad de muchas familias que va a pasar por situaciones económicas muy complicadas.

Por otra parte, me gustaría subrayar que a través de nuestro Servicio de Evangelización y Diálogo, se están desarrollando una serie de iniciativas para ayudar a dotar de sentido la realidad que nos está tocando vivir. De este modo, continúa, ahora de forma virtual, la Escuela de Interioridad con podcast para meditar en casa, se realiza atención y acompañamiento espiritual para quien lo necesite, Cinefórum, o el voluntariado Loyola Actúa para ayudar a padres con sus hijos durante el confinamiento con clases particulares o juegos online.

Además, durante la Semana Santa nos hemos sumado a la iniciativa #SemanaSantaencasa de la Compañía de Jesús y hemos celebrado reuniones de Grupos de Fe y un ViaCrucis el Viernes Santo a través de Webex, y el Sábado Santo se abrió un “Padlet”, que es un muro virtual en el que sobre el transfondo del mundo, se podían compartir los sentimientos, anhelos, deseos y cualquier cosa que nos sugiriese el día hasta la Vigilia Pascua.

Finalmente, para las semanas de Pascua se desarrollará el “Taller Bíblico para Novatos”, donde trataremos de analizar diferentes temas: Resurrección, Pentecostés, Iglesia y Apocalipsis.

Gabriel Pérez Alcalá, rector de la Universidad Loyola
Gabriel Pérez Alcalá, rector de la Universidad Loyola

-¿Cómo atisbáis el nuevo curso?

Ahora mismo, con cierta incertidumbre, pues no sabemos cómo va a continuar desarrollándose esta pandemia y las medidas que se tomen en consecuencia desde la Administración. No obstante, estamos preparados para cualquiera de los escenarios posibles y podemos seguir en modo virtual tanto tiempo como sea necesario.

Como comentaba anteriormente, estamos en plena fase de admisión, con un amplio calendario de pruebas que se desarrollarán hasta el verano en modalidad online.

-¿Cómo crees que saldremos de esta crisis, como sociedad y como Iglesia?

Estoy seguro de que saldremos fortalecidos, aunque ahora nos cueste pensarlo. Es muy probable que nada vuelva a ser igual después de esta crisis y vendrán tiempos difíciles. Sin embargo, creo que nos servirá para, en el plano personal e individual, valorar mucho más las cosas que antes dábamos por supuestas, como el simple hecho de viajar o dar un paseo; y como sociedad, repensar mucho sobre los extremos de la globalización económica. Puede ser una de las cosas buenas que traiga esta crisis.

Volver arriba