Entrevista al nuevo rector: "Somos una universidad con una profunda vocación de humanidad" Santiago García-Jalón: "Tenemos que madurar en la identidad cristiana de la UPSA"

Santiago García-Jalón de la Lama
Santiago García-Jalón de la Lama UPSA

"Tenemos que saber delinear muy bien de qué hablamos cuando hablamos de identidad católica. No se trata de que a partir de ahora se tenga que ir a misa todos los días… Lo que hay que hacer es madurar esa adhesión cordial a la fe y a los valores de la fe"

"Está claro que el modo de fomentar la identidad no es el mismo en las facultades eclesiásticas que en el resto, pero cuando pienso en el resto, ¿qué es fomentar la identidad en Enfermería? Pues tratar de ofrecer a los estudiantes -y que los profesores ofrezcan a los estudiantes- ese sistema de valores cristianos, básicamente, y a partir de ahí, pues hacer una oferta de vida cristiana más explícita"

"Mirian ha tenido la enorme generosidad de aceptar pasar de rectora a secretaria general, porque suele ser considerado como un descenso en el escalafón, y sin embargo ha aceptado desde el primer momento. Pero que de alguien que lleva ocho años de rectora, que conoce perfectamente bien la universidad y los mecanismos administrativos de la misma, que son siempre tan engorrosos, las leyes universitarias..., se plantease prescindir de ella, sería un suicidio, y a mí, al contrario, que ella esté y poder preguntarle las cosas, me da una enorme tranquilidad"

"Esto es una institución, aquí no hay vaivenes. Se trata de que cada rector imponga su sesgo propio, su forma de ver las cosas, pero dentro de una continuidad, de lo contrario  esto no sería una institución, sino una casa de locos"

Hace 32 años, un joven sacerdote de Logroño llegaba con los ojos abiertos como platos a la Universidad Pontificia de Salamanca para dar clases en la Facultad de Filosofía. Desembarcaba "deseoso de darlo todo" por la institución. Tres décadas más tarde, parece que aquel deseo de juventud se ha ido materializando y así se lo han reconocido, primero como decano y ahora como nuevo rector del emblemático centro académico.

Y llega sin ínfulas, sabedor de que no tiene la varita mágica para resolver los problemas que aquejan a instituciones de esta naturaleza, siempre sensibles a los cambios sociales, y con la humildad suficiente como para querer apoyarse en el buen hacer de quienes le precedieron -"sería un suicidio no hacerlo"-, pero también con una clara determinación en  una cuestión que le inquieta, fomentar la identidad cristiana del centro. "Nosotros tenemos que plantearnos qué sentido tiene nuestra existencia cuando a cincuenta metros hay una universidad excelente", señala en esta entrevista con Religión Digital.

Profesor, decano, y rector. Una vida en y para la UPSA. ¿Cómo ve el rector que es ahora al profesor que llegó a esta universidad?

La memoria depura los recuerdos y se queda con los mejores, y yo esa época la recuerdo como la de un hombre ingenuo e ilusionado, deseoso de darlo todo por la universidad, y que apreciaba muchísimo las muestras de acogida y afecto de los más veteranos. Pienso, por ejemplo, en Javier Pikaza, en Sergio García López, en José Manuel Sánchez Caro y otros, gente que me recibía con verdadero cariño cuando yo estaba desembarcando en corral ajeno, por así decirlo…

¿Y qué le diría aquel profesor que desembarcaba al rector que ahora se embarca?

Pues le diría que alentara las ilusiones de esos profesores jóvenes, que a veces, y lo digo por mi experiencia, son un poco descabelladas, pero que, si se escuchan y orientan, pueden ser muy rentables para la universidad. Así que aquel profesor le diría al rector que escuche y acoja las ilusiones de los profesores.

Un profesor tiene tiempo para irse curtiendo. De un rector, se espera que venga ya preparado y con la varita para resolver problemas y marcar rumbos. ¿Cómo llega usted a esta responsabilidad?

A mí me da mucha confianza el hecho de que entre los vicerrectores hay gente que repite en esa función o que ha estado trabajando de una manera muy próxima al anterior equipo rectoral, que sigue como secretaria la anterior rectora… Es verdad que yo no tengo la varita mágica, pero tampoco estoy solo ante el peligro, sino rodeado de gente más experimentada que yo y que me aconseja.

Pero sí que hay algunas cosas para las cuales yo, como profesor o decano, sí pensaba que algo había que hacer o cambiar. Y eso he procurado aplicarlo tan pronto como me ha sido posible.

Santiago García-Jalón de la Lama
Santiago García-Jalón de la Lama UPSA

¿Por ejemplo?

Pues hay una cuestión retributiva del profesorado que es importante, porque a partir del mes de octubre, los profesores que estén acreditados como titulares de universidad cobrarán como si fueran titulares de la nuestra, con independencia de que lo sean o no.

Esto es muy importante porque hay profesores valiosos que estaban un poco desmotivados porque nunca iban a tener la posibilidad de ser titulares al estar la plaza ya ocupada, y esta medida ha supuesto un estímulo y ha sido bien acogida, porque es un gesto de un profesor que lleva muchos años y que ve el problema que padecen algunos de sus colegas y ahora tiene la posibilidad de poner remedio.

¿Qué problemas le inquietan y qué rumbo pretende seguir?

El rector no es una ruptura con la vida anterior y me inquietan, por utilizar esa palabra, que está muy bien, todo lo que se refiere a la identidad de la universidad. Nosotros tenemos que plantearnos qué sentido tiene nuestra existencia cuando a cincuenta metros hay una universidad excelente. ¿Para qué constituir entonces otra universidad?

La respuesta es que tenemos que madurar en esa identidad cristiana en una entidad católica, lo cual no es fácil, porque tenemos que saber delinear muy bien de qué hablamos cuando hablamos de identidad católica. No se trata de que a partir de ahora se tenga que ir a misa todos los días… Lo que hay que hacer es madurar esa adhesión cordial a la fe y a sus valores.

Y, en segundo lugar, hay que saber qué estrategias se pueden implementar para que caminemos en esa dirección. Insisto en lo de la identidad porque me parece que es lo más inquietante y también porque no es tan fácil de definir.

"Es importante que en la incorporación de nuevos profesores se tenga muy presente esta perspectiva de la afinidad con la identidad"

¿Y cómo se puede fomentar esa identidad de la UPSA?

Para empezar, no teniendo prisa, pensando las cosas, madurándolo bien. Luego es importante que en la incorporación de nuevos profesores se tenga muy presente esta perspectiva de la afinidad con la identidad.

Y luego, hay que alentar, porque en la UPSA hay muchísimos profesores que se sienten de acuerdo con la identidad. Tenemos que alentarlos a ellos y a la comunicación entre ellos. Como ve, son medidas de carácter muy general que iremos viendo.

Parece evidente que la identidad es necesaria en facultades como la de Teología, pero, por ejemplo, en la de Comunicación, en Enfermería, ¿ha de ser también la identidad un requisito?

Sí, lo creo así. En realidad, las facultades eclesiásticas de Teología y Derecho Canónico son las que menos me preocupan, pero en Comunicación, en Enfermería, en Educación… nosotros tenemos que formar a la gente en unos determinados valores, porque vamos a introducir a nuestros egresados en plena sociedad, en relación directísima con otros seres humanos.

Está claro que el modo de fomentar la identidad no es el mismo en las facultades eclesiásticas que en el resto, pero cuando pienso en el resto, ¿qué es fomentar la identidad en Enfermería? Pues tratar de ofrecer a los estudiantes -y que los profesores ofrezcan a los estudiantes- ese sistema de valores cristianos, básicamente, y a partir de ahí, pues hacer una oferta de vida cristiana más explícita.

Santiago García-Jalón de la Lama, en el patio de la UPSA
Santiago García-Jalón de la Lama, en el patio de la UPSA UPSA

¿Y qué hay de la proyección social y académica de la institución? ¿Qué valoración hace de la misma? ¿Es la UPSA una instancia a la que se tiene en cuenta en su entorno y que incide en la reflexión y vida de la sociedad en la que se inserta?

A día de hoy, tenemos dos instituciones modélicas: los estudios de logopedia de la Facultad de Psicología, que ofrecen un laboratorio de atención a los ciudadanos que es muy frecuentado por los habitantes de Salamanca y su comarca, constituyendo un servicio muy importante. Y luego está el Centro de Orientación Familiar, que la Diócesis confía a la UPSA, y con el servicio de atención psicológica, todo ello ofrecido a la sociedad de manera gratuita en muchos casos.

Estos son ejemplos de una proyección social concreta, que a mí me gustaría ampliar. Y después está también la proyección académica. Por ejemplo, José San José, decano de Derecho Canónico, ha sido invitado a participar como experto en el Sínodo; Alfonso Salgado, de la Facultad de Psicología, ha sido nombrado miembro de la junta directiva de una sociedad europea de esa disciplina; Ana María Andaluz, de la Facultad de Filosofía, es también miembro de la directiva de la delegación española de una sociedad de estudios kantianos… Creo que tenemos una proyección académica importante, gestionamos dos proyectos de investigación financiados dentro del plan I+D+I...

Una de las primeras cosas que ha reconocido nada más llegar ha sido que pretende potenciar el arte, la historia y las humanidades, y ello en un mundo que parece querer prescindir de la enseñanza de todas esas disciplinas porque no suelen ser rentables. ¿Forma parte esto de lo que tiene que hacer una universidad como la UPSA?

Efectivamente, y eso es también identidad de la UPSA: equilibrar las ofertas que hacemos de estas características con la oferta de titulaciones más rentables y de titulaciones que prestan un servicio social, como la que ofertamos ahora con la apertura de Fisioterapia, porque hay una demanda social y la atendemos.

Pero nosotros somos una universidad con una profunda vocación de humanidad y no podemos descuidar los estudios humanísticos.

Ha nombrado secretaria general a su predecesora,Mirian de las Mercedes Cortés Diéguez. ¿A eso se le llama aprovechar el talento?

Yo creo que sí. Mirian ha tenido la enorme generosidad de aceptar pasar de rectora a secretaria general, porque suele ser considerado como un descenso en el escalafón, y sin embargo ha aceptado desde el primer momento. Pero que de alguien que lleva ocho años de rectora, que conoce perfectamente bien la universidad y los mecanismos administrativos de la misma, que son siempre tan engorrosos, las leyes universitarias..., se plantease prescindir de ella, sería un suicidio, y a mí, al contrario, que ella esté y poder preguntarle las cosas, me da una enorme tranquilidad.

Esto es una institución, aquí no hay vaivenes. Se trata de que cada rector imponga su sesgo propio, su forma de ver las cosas, pero dentro de una continuidad, de lo contrario  esto no sería una institución, sino una casa de locos.

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