Porque el agua es vida, y donde no hay agua no hay vida La Vicaría de Cultura y la Cátedra de la Caridad de la UCV se unen a la celebración del Día Mundia del Agua

Día Mundia del Agua
Día Mundia del Agua

José Luis Sánchez García: "El agua es un símbolo universal de vida y crecimiento, tanto material como espiritual"

"Es un recurso vital para la supervivencia del hombre y elemento necesario para el correcto desarrollo de cualquier sociedad, es un derecho fundamental de todo ser humano"

El Dr. Sánchez García ha señalado que "el cuidado de la calidad del agua también es una cuestión prioritaria, no solo en países en vías de desarrollo, sino también en el llamado primer mundo"

La Vicaría de Cultura y la Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva de la Universidad Católica de Valencia (UCV) se unen a la celebración del Día Mundial del Agua, que tiene lugar el 22 de marzo, recordando que “el agua, recurso vital para la supervivencia del hombre y elemento necesario para el correcto desarrollo de cualquier sociedad, es un derecho fundamental de todo ser humano”, en palabras de D. José Luis Sánchez García, Vicario episcopal de Cultura de Valencia y director ejecutivo de la cátedra.

Como nos recuerda el Papa Francisco en su encíclica Laudato si’: “El acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la supervivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable.”

Agua
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El Vicario de Cultura de Valencia ha apuntado “¿Cómo conseguir agua potable y de calidad para todos? Debemos hacer una reflexión profunda y creativa, para dar con soluciones sostenibles que permitan el acceso al agua para todos, dando prioridad a los más necesitados. Porque el agua es vida, y donde no hay agua no hay vida. Hay propuestas técnicas que se están aplicando con muy buenos resultados. El respeto al ciclo natural del agua y el uso de técnicas agrícolas y de ingeniería hacen posible la retención de esta y regenerar así las zonas que más lo necesitan. Desde la investigación se pueden aportar soluciones serias y éticas a este problema”.

En el congreso “El agua como bien universal: El reto ante la pobreza y el hambre en el mundo” organizado por la Cátedra de la Caridad de la UCV en 2019, el entonces Canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias y de las Ciencias Sociales, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, analizó la importancia del agua a la luz de la Laudato si’ del Papa Francisco -documento que “asume el dato bíblico y el dato de la ciencia”-, y animó a que instituciones de la Iglesia, como la UCV, ofrezcan a la sociedad una propuesta sostenible del cuidado de este preciado bien, desde una verdadera ecología integral, a través de las ciencias experimentales, la filosofía y la teología.

Preguntado por el problema de la calidad de las aguas, el Dr. Sánchez García ha señalado que “el cuidado de la calidad del agua también es una cuestión prioritaria, no solo en países en vías de desarrollo, sino también en el llamado primer mundo, donde la contaminación de los recursos hídricos es un problema en aumento, originado por una falta de ética en el uso industrial de las aguas y una baja concienciación sobre el uso cotidiano de este recurso”.

Agua
Agua

La Academia Pontificia de las Ciencias, en su documento Water and the Environment (Agua y Medioambiente, Actas del congreso celebrado en noviembre de 2005), aborda tanto la cuestión científico-técnica del ciclo del agua y su correcta gestión, como la dimensión social y ética del reparto justo y equitativo de este bien común, de tal manera que permita un adecuado y necesario desarrollo económico y espiritual para toda la población mundial.

El Vicario episcopal de Cultura y Relaciones Institucionales, D. José Luis Sánchez García, ha indicado que “el agua es también un símbolo universal de vida y crecimiento, tanto material como espiritual: «Agua viva». «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice “dame de beber”, le pedirías tú, y él te daría agua viva» (Jn 4, 10). Este evangelio que escuchamos hace dos domingos nos tiene que ayudar a adentrarnos en el silencio y la escucha, y a descubrir en nuestra vida interior ese “Agua viva”, que para los creyentes supondrá afianzarse en el encuentro con Dios y para los no creyentes el saber que es posible encontrar ese agua -pues muchos lo han hecho-, brindándoles la posibilidad de que ellos también la puedan encontrar, y descubrir así al Logos Encarnado, que hace superar mitos y supersticiones, abriendo un horizonte de esperanza”, ha concluido.

El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo desde 1993, a instancias de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de poner de relieve la importancia vital de este recurso natural.

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