Caixabank y Comillas presentan un postgrado en Administración de Bienes Eclesiásticos Miguel Campo, sj.: "Una mala gestión de los bienes puede hacer un daño que destruya la misión y el prestigio de la Iglesia"

David Alonso de Linaje y Miguel Campo, sj
David Alonso de Linaje y Miguel Campo, sj

Especialista en Administración de Bienes Eclesiásticos convocado por Comillas y Caixabank

David Alonso de Linaje: "Especialización, planificación y vehículos y servicios completamente adaptados a las necesidades del cliente. Del colectivo"

Estamos en la Universidad Pontificia Comillas con dos amigos de esta casa: Miguel Campo y David Alonso de Linaje. Tenemos a dos instituciones; la Caixa y Comillas, unidas en torno a un objetivo común: la creación de un postgrado de Especialista en Administración de Bienes Eclesiásticos. La primera pregunta va sobre esto, David. ¿Qué hace La Caixa con Comillas y Comillas con La Caixa?

D-Es algo que aparece ya hace unos cuantos años dentro de lo que es el mundo Caixabank con la propuesta de valor que iniciamos hace ya tres años, en la línea de lo que se refiere a instituciones religiosas, que apostamos directamente por la formación de los ecónomos. Era algo que vimos absolutamente necesario desde el primer minuto. Como entidad bancaria somos conscientes de la dificultad de gestionar un patrimonio relativamente importante. Hay que conocer las casuísticas, muy, muy bien de lo que es una institución religiosa, y lógicamente, todo lo que es la materia financiera es cada vez más compleja. Esto requiere, y requería en su momento, que de alguna manera formemos o ayudemos a los ecónomos que, muchas veces, tienen ciertas dificultades de comprender cómo funciona el mundo financiero y instauramos que dentro de nuestra propuesta de valor hiciéramos una serie de cursos, muy específicos, referenciados a lo que es el mundo de las finanzas.

En todo ese recorrido ha ido pasando el tiempo y necesitábamos potenciar esto porque había otros temas muy relevantes dentro de la línea de la administración de los bienes de la Iglesia, y teníamos que buscar alguien potente, alguien que supiera hacer esto. Y por el camino, nos encontramos con la Universidad de Comillas, con Miguel Campo, y además, con un programa francamente interesante, que complementaba muy bien con lo que nosotros deseábamos incorporar o apoyar a lo largo dentro de lo que es la propuesta de valor de nuestra entidad.

-Digamos que surgió un proyecto sobre una propuesta que tú ya llevabas trabajando desde hace tiempo. Os encontrasteis trabajando en el mismo camino en un momento en el que las dos entidades, Caixa y Comillas, estábais buscando la forma de hablar de  la administración de los bienes eclesiásticos y cómo forma a  aquellos que después tienen que gestionar esos bienes en un momento de la realidad española muy complejo en ese campo. ¿No?

M- Tanto yo, como otros dos profesores de la facultad de Derecho Canónico de Comillas, trabajamos en la Conferencia Española de Religiosos, en CONFER, en la asesoría jurídica, y la verdad es que desde hace años venimos detectando esta necesidad que tienen muchos ecónomos y ecónomas, y laicos también, que trabajan en la administración de institutos, de poder conseguir una formación especializada específica para la problemática que abordan los religiosos. Una formación a nivel especializado que no existía en España. Nadie la estaba ofreciendo. Y con sus dificultades; esto es una apuesta, incluso desde el punto de vista económico, el que una institución prepare todo un curso de especialistas con todo lo que supone de profesorado y de poner en marcha una maquinaria compleja. Entonces, encontrarnos por el camino a alguien potente como el primer banco de España, como Caixabank, que apoyase esta iniciativa, para nosotros fue un gran refuerzo. Y nos decidimos a hacerlo: tenemos una muy Facultad de Derecho Canónico. Una muy buena Facultad de Empresariales, somos una Universidad de la Iglesia con vocación de servicio a la Iglesia española y a la sociedad también, y yo esto encaja perfectamente en nuestra identidad y en nuestra misión de servir a la sociedad.

-A cualquiera de los: ¿Por qué es tan relevante esta preocupación sobre la administración de los bienes eclesiásticos en la situación actual de la Iglesia. Hay muchos problemas alrededor de los que  no toca hablar hoy, pero sí de una progresiva profesionalización en muchos campos de la Iglesia, y especialmente en este, muy delicado por cuestiones, en el caso congregacional, de edad, de falta de vocaciones, por temas relacionados con malos manejos de algunas situaciones que hemos vivido. Y surge esto.

M- Yo diría que es una cuestión de extraordinaria importancia y que además, los últimos años lo han puesto especialmente de relieve. Ahora, siempre me gusta decir que en la Iglesia lo más importante no es el dinero. Lo más importante es el evangelio, la misión de Iglesia evangelizadora. Pero necesitamos los bienes para llevar a cabo nuestra misión.

Sobre los ecónomos, en los últimos años, cada vez cae una mayor presión. Tiene que saber de todo: de economía, de inversiones, de fiscalidad, de Derecho Laboral, de Seguridad Social, de contratos civiles, impuestos… Tiene que saber de todo y de su misión depende, en buena medida, que el instituto cuente con los recursos para poder llevar a cabo su cometido. Para atender al colectivo tan importante de los religiosos y religiosas mayores, del clero mayor, también en el mundo de las diócesis. Finalmente, una cuestión que a mí me gusta decir, y repito lo primero, el dinero no es lo más importante de la Iglesia, pero una mala gestión de los bienes, puede hace un daño que destruya la misión y le prestigio de la Iglesia. 

David Alonso de Linaje y Miguel Campo, sj
David Alonso de Linaje y Miguel Campo, sj

David, en ese sentido, un banco como La Caixa puede aportar una experiencia de gestión y un soporte fundamental. Pero, también hay una especialización, por parte de quienes pertenecéis a la instituciones de La Caixa, respecto al hecho concreto de las entidades religiosas, con toda la idiosincrasia; no es lo mismo una comunidad religiosa que una empresa de cualquier tipo.

D- Desde luego, es absolutamente importante. Creo que cuando uno se plantea el gestionar o el trabajar para una institución religiosa ha de conocer perfectamente cuáles son sus necesidades y sus objetivos. Lo que remarcaba Miguel, de la importancia del dinero, que es necesario para hacer cualquier cosa, y de una mala administración, desde luego que contrae problemáticas, inclusive la supervivencia o la misión de la propia institución. En ese sentido, nosotros hemos trabajado, primero, en construir una especialización. O llamémoslo una serie de gestores específicos que aglutinen los clientes que son de instituciones religiosas, y eso hace que a través no solo de la formación interna y externa que van recibiendo estas personas, y de la construcción de una propuesta de valor que esté adaptada perfectamente bajo las líneas orientativas de lo que es la gestión del patrimonio, yo siempre destaco uno de los documentos que, además, Miguel también menciona muchas veces, que es Economía al servicio del carisma de la misión, cuyas bases son fundamentales y que además, ayuda mucho a comprender el para para qué, el por qué y cómo se debe hacer una buena gestión dentro de lo que son las instituciones y las fundaciones que dependen de ellas.

Como decía, lo más importante es una buena especialización. Lo segundo, enmarcar una serie de vehículos y de servicios acondicionados a las necesidades y a las orientaciones de lo que es la Iglesia católica. Y yo remarcaría una cosa más; el tema de la planificación financiera.

La planificación financiera es muy importante: de poco sirve coger el dinero y determinar un perfil de riesgo en función de aspectos psicológicos, y otro que es mucho más importante, determinar cuáles son los objetivos de corto, medio y largo plazo y establecer una estrategia y un objetivo de rentabilidad en base a esas necesidades que puedan tener.

Además, hay una coordinación importante entre dos departamentos del banco, por un lado está el Departamento de Instituciones que lo que hace es representar todo lo que la oferta de valor de todo el banco. ellos son un poco los coordinadores de la relación con el cliente, y a eso se suma toda la especialización que tenemos en la línea de banca privada, que, lógicamente, es absolutamente necesaria para la gestión patrimonial, que viene a ser una delas cosas más relevantes. Pero, no olvidemos que toda la parte de herramientas en cuanto a la transaccionalidad y el tener un servicio exclusivo, debe ayudar muchísimo porque, al final, es un comedero y es el día a día y, por tanto, eso tiene que estar correctamente ordenado.

Como digo; especialización, planificación y vehículos y servicios completamente adaptados a las necesidades del cliente. Del colectivo.

David Alonso de Linaje y Miguel Campo, sj
David Alonso de Linaje y Miguel Campo, sj

-Nuestros lectores estarán viendo un rotulito donde aparece la dirección web y la información para acceder a este curso, Especialista en Administración de Bienes Eclesiásticos que, entiendo, todavía están abiertas. Dos preguntas en torno a esto, Miguel: Cuándo arranca. Hasta cuándo se puede un inscribir. Qué requisitos hay y, también, un poco concretar qué aspecto se van a abordar, cómo está estructurado el especialista?

M-El público al que se dirige este curso, es precisamente, profesionales que están trabajando ahora mismo en la economía de las instituciones eclesiásticas. Ecónomos y ecónomas de diócesis, de institutos religiosos, y con ellos, muchos laicos. Nos solo religiosos sacerdotes. Cada vez hay más laicos que trabajan aquí.

-También es corresponsabilidad en la Iglesia, que no hemos hablado de ella todavía.

M- Absolutamente. Unos se tendrán que formar más en las cuestiones técnico-civiles y otros en las cuestiones más eclesiales, en el modo propio de la iglesia para la administración de estos bienes.

Entonces, el curso, precisamente porque está dirigido a este colectivo, está pensado en una modalidad semipresencial. El curso tiene 31 créditos. Cada crédito tiene 20 horas y, de esas 20 horas, 15 son no presenciales y 5 presenciales. Por eso, estamos dedicando un esfuerzo importantísimo a planificar ese aprendizaje no presencial. Tutorizado, con actividades, con un seguimiento y una programación muy rigurosa, de manera que el alumno pueda hacer una buena formación.

Comenzaremos en enero y el curso se prolongará hasta diciembre. Es decir, se va a prolongar a lo largo de todo 2022. Pararemos en los meses de julio y agosto para favorecer los temas de conciliación familiar, el de descanso. y los encuentros serán aquí, en la sede. En estas instalaciones de Comillas, dos días al mes. El resto del tiempo la formación es no presencial.

En cuanto a los contenidos, que se pueden ver en la página web del programa, básicamente pivotan en torno a dos grandes bloques. Un primer bloque de derecho canónico,donde entre otras cosas se va a estudiar este documento al que acaba de hacer referencia David, que son las últimas orientaciones de la Santa Sede acerca de una buena y sana administración de los bienes en la Iglesia que vale para todos; institutos religiosos, diócesis, parroquias. Para todos.

Y un segundo bloque que podríamos denominar más económico-civil. En el sentido de que se compondría de dos partes; una primera parte más económica-financiera, donde se va a estudiar, por ejemplo, un buen bloque de Contabilidad. Otro de Análisis de balance, de Gestión del Patrimonio Mobiliario, todo lo que es el mundo de las inversiones, y el tema de la fiscalidad que está a caballo ya entre el derecho y la Economía. Un segundo bloque jurídico, insisto, con dos buenos módulos de fiscalidad donde se van a estudiar todos los impuestos y la especificidad del régimen fiscal de la Iglesia, y después, se va a estudiar derecho Civil, Derecho Administrativo, Derecho Laboral y de la Seguridad Social, y Derecho Urbanístico. No queremos que se nos escape nada de lo que es el día a día de los ecónomos y ecónomas. De la gente que administra los bienes de la Iglesia en España.

-¿Cómo está siendo recibido, de momento, el curso? Porque es algo novedoso. No hay mucho en el ámbito de la formación dirigida a ecónomos, la verdad, y en algo tan específico como lo vuestro parece que es de lo primero que se hace.

M-Con este nivel de especialización, no hay nada en España. Creo que esta oferta está siendo pionera. Es una apuesta de la Universidad y del banco, y teneos que decir que la respuesta está siendo francamente buena. Hoy, a día 2 de diciembre, que quedan 15 todavía de periodo de inscripción, que abrimos hace tres semanas y la tenemos abierta hasta el 17 de diciembre, de 30 plazas que tiene el curso, tenemos 28 peticiones. Pero nos quedan 2 plazas libres todavía. Lo digo por quien esté interesado.

Campo y Linaje, en Comillas
Campo y Linaje, en Comillas

-David, ¿qué sueña La Caixa respecto a este tipo de uniones, de encuentro con universidades como Comillas, para abordar temas tan específicos? ¿Es una prueba piloto? ¿Se sueña con la continuidad, con la trabajar en más campos?

D- Esto no se puede quedar aquí. Como decía Miguel, es algo que comenzamos pero que hay que darle progresión. Hay que entender que, al final, el trabajo de un ecónomo no es para siempre. Es un trabajo que tiene un ciclo que va rotando y donde entran nuevas personas. Por lo tanto, yo creo esto va a ser una necesidad continua. La formación, yo creo, nunca se acaba. Digamos que nuestro compromiso, a día de hoy, es una continuidad. Es decir, empezar este año y continuar en los próximos años apoyando la formación que, además, insisto, es un tema que  interesa a todos. A los ecónomos y a los profesionales. A nosotros nos interesa mucho porque cuanto más conocimiento tengan, tanto más fácil será poder asesorar, poder, incluso introducir determinadas mecánicas y vehículos algo más innovadores y, lógicamente, que todos estemos en un línea en la que evitemos los riesgos de incomprensión de las cosas, que es donde, muchas veces, chocan trenes.

Por tanto, nuestro sueño, continuación con la Universidad de Comillas y seguir por muchos años.

-Una curiosidad, el logo del curso de especialista es una casa que, entiendo, es una iglesia, pero que está sostenida por unas manos de niño. Y esas manos, por unas manos de padre. Es un concepto de Iglesia-familia y de continuidad en el tiempo. ¿Cómo ha surgido esta idea?

M- En concreto, lo elegí yo. por lo cual, voy a responder: Cuando me mostraron esta posibilidad me gusto, precisamente porque lo que transmite es la idea de la casa, de iglesia, de algo que es delicado, que es frágil. A loas alumnos les repito mucho que el apostolado, en buena medida, la Iglesia lo puede llevar a cabo porque tiene buena fama. Y la buena fama es como una novia o un novio que cuesta conseguir y que se pierde en un minuto. Y es algo que hay que transmitir; hemos recibido un patrimonio para llevar a cabo la misión. Los bienes que pertenecen a la Iglesia son bienes eclesiásticos porque se han recibido para llevar a cabo  los fines de la Iglesia que son el culto público, el apostolado, el ejercicio de la caridad y el sostenimiento del clero. Antiguamente, en la Edad Media, decían que los bienes no eran de la Iglesia, que eran 'de los pobres, de santa María o de san Pedro', decían. Es algo que hemos recibido, que tenemos que gestionar bien y que tenemos transmitir para dar continuidad a la misión de la Iglesia.

-David, Miguel; Caixabank, Comillas, muchas gracias, muchísima suerte y esperamos que tenga continuidad porque es cierto que esos bienes que la Iglesia tiene y que probablemente no sean solo suyos, sino para construir esa casa, esa comunidad, esa familia, esa sociedad…, necesitan también de profesionales que trabajen y que sepan adónde orientarlos por la teoría de los talentos.

Al final, nos juzgarán por lo que hagamos con los talentos que tengamos. No podemos encerrarlos debajo de un hoyo.

Gracias a los dos y buena suerte.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Etiquetas

Volver arriba