Gema Tomás: "Un hombre inteligente, culto y con un dominio de la lengua sobresaliente" Homenaje de la Universidad de Deusto a la memoria del magistrado, catedrático y 'maestro de juristas', Manuel María Zorrilla

Manuel María Zorrilla
Manuel María Zorrilla

Han participado en el acto de recuerdo el consejero Josu Erkoreka, el presidente del TSJPV Iñaki Subijana, el asesor del Gobierno vasco Emilio Olabarria, el presidente de la Academia Vasca de Derecho Andrés Urrutia y el rector de Deusto José María Guibert
 
El que fuera presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco entre 1995 y 2004 fue un "un hombre que hizo del Derecho su vida"

La Universidad de Deusto ha celebrado hoy, miércoles 26 de octubre, un acto en memoria del magistrado y catedrático de Derecho del Trabajo Manuel M. Zorrilla, fallecido el pasado verano. Con este evento, la Facultad de Derecho ha querido rendir un tributo a este ‘maestro de juristas’, que fue presidente de la Sala de lo Social y, desde 1995 y hasta su jubilación en 2004, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, además de autor de numerosos estudios jurídicos y publicaciones.

Deusto

El acto que ha contado con la presencia del vicelehendakari y consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, ydel rector de Deusto, José María Guibert.

Ha sido abierto por la decana de Derecho, Gema Tomás, que se ha referido al homenajeado como “un brillante jurista de nuestro tiempo” y “amante del Derecho”. La judicatura, la enseñanza, el estudio del Derecho laboral, aunque también, del Derecho civil y del Derecho constitucional, fueron su compromiso vital y se trataba, según sus palabras, de un “hombre inteligente, culto y con un dominio de la lengua sobresaliente, en el sentido estricto de la palabra” y “una figura singular que destacó allá donde ejerció su magisterio”.

En su opinión, el profesor Zorrilla creó escuela y jugó un rol destacado en un momento en el que el Derecho se convirtió en el instrumento protagonista de una profunda transformación política. “El Derecho se transmite y se aplica, se ejercita, y Manuel tuvo el privilegio en su vida de simultanear ambas funciones que en realidad para él formaban una sola”, ha expresado Gema Tomás. La decana también ha querido recordar sus años en los que Manuel María Zorrilla era su profesor, “un profesor diferente, alejado de toda superficialidad” cuyas clases “no se ajustaban a la ortodoxia docente”. Así, tiene en su memoria los seminarios de Derecho del Trabajo, su conocimiento del Derecho comparado, su profundidad académica y su mirada visionaria de lo que podía ser el cambio al que apuntaba la sociedad.

El presidente Zorrilla

A continuación, ha tomado la palabra Iñaki Subijana, presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, quien se ha centrado en algunas de las reflexionesque expuso Manuel María Zorrilla como presidente del cargo que ahora él ostenta. En concreto, se ha ceñido en cuatro temas que, transcurridos dieciocho años desde la finalización de su etapa como presidente del TSJPV, siguen formando parte de los debates públicos actuales.



El primero, la acción de gobierno del Poder Judicial y para ilustrarlo se ha referido a la siguiente cita del presidente Zorrilla, “la paradoja o, si se quiere, la grandeza y servidumbre de la acción de gobierno judicial está en que no puede enmendar todas las anomalías dado que tiene que soportar las restricciones derivadas de la independencia judicial”. En segundo lugar, el papel del Estado social en el diseño de políticas públicas que permitan oportunidades reales para las personas más vulnerables también fue otra de las preocupaciones del presidente Zorrilla.

El cuarto tema sobre el que reflexionó mucho fue la reinserción social de las personas condenadas a penas de prisión por la comisión de graves delitos. Y el respecto decía lo que sigue: “El reduccionismo de la pena a su exclusivo fin expiacionista se encuentra en las antípodas del principio de humanización al que responde el moderno Derecho Penal (…), razón por la cual (…) de lo explicitado en el artículo 25.2 de la Constitución se colige un derecho fundamental del condenado a reinsertarse en la sociedad (…).”

Y, en cuarto lugar, Iñaki Subijana ha señalado que a Manuel María Zorrilla le preocupaba el valor público de la memoria como acto de justicia en la macrovictimización terrorista. Así, reivindicó la importancia de la memoria pública en la exposición de la significación personal, social y político-institucional de las víctimas del terrorismo (como José María Lidón, su familia y, por extensión, los jueces y las jueces que impartíamos justicia en la fecha del fallecimiento del citado juez), que ayude a construir un presente-futuro dotado de unas notas ineluctables para la justicia victimal.

Un compañero y amigo

El siguiente en intervenir ha sido Andrés Urrutia, presidente de la Academia Vasca de Derecho, quien ha reconocido la importancia y la trascendencia de Manuel María Zorrilla en la institucionalización jurídica de este país, a través de su magisterio y su actuación. También ha rememorado al maestro, a ese maestro del Derecho que ha creado escuela. Tras su intervención, ha dado lectura a las palabras del catedrático emérito de la Facultad de Derecho y compañero del homenajeado, Ricardo de Ángel, quien se ha ocupado de hacer una semblanza de “este eminente jurista” pero sobre todo un “compañero y amigo” cuyo recuerdo seguirá “siempre con nosotros, sea cual sea la perspectiva desde la que se contemple la personalidad del eximio magistrado y profesor”.

En este sentido, ha recordado detalles del Zorrilla doctrinal y académico, y de su amplísima producción bibliográfica, además de polifacética. También ha manifestado su admiración por el dominio de la palabra que le caracterizó. “Zorrilla tenía la habilidad para construir un discurso a partir de una frase, que luego completaba con una auténtica marea de oraciones de relativo… En el uso de las frases concatenadas era un genio, como en general, lo era en la gramática”.

La jornada se ha completado con las palabras de Emilio Olabarría, profesor en excedencia de la Facultad de Derecho, para quien Manuel María Zorrilla “como todos los grandes, era, además, humilde”. Como juez cumplía las exigencias de Sócrates: escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. Y a los valores socráticos, en el caso de Manuel Zorrilla, “debemos añadir un conocimiento enciclopédico del Derecho”.

Ha admirado su imparcialidad, su independencia y espíritu librepensador, como jurista. También su compañerismo, su colaboración con el Congreso de los Diputados o su conocimiento del Derecho europeo, además de otros. Como profesor de la Universidad de Deusto, Emilio Olabarrría tuvo el honor de colaborar con él en la enseñanza de la asignatura de Derecho del Trabajo. “No solo fue un gran formador, sino que imprimió a su Cátedra un carácter internacional poco frecuente en la época. Era un hombre pertinaz. Año tras año se celebró en la Universidad la denominada Semana del Derecho del Trabajo… No existió en Bilbao durante esa época nada equiparable en calidad y cualidad a las ponencias expuestas en esta semana”.

El acto ha concluido con la entrega de una placa conmemorativa en recuerdo de su persona y obra de “un hombre que hizo del Derecho su vida”.

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